martes, 6 de abril de 2021

Cuenca hullera del río Torío en 1894

SECCIÓN CIENTÍFICO-INDUSTRIAL (Revista minera, metalúrgica y de ingeniería, Volumen 45, 16 de noviembre de 1894)

LAS CUENCAS HULLERAS CASTELLANAS VII

CUENCA DEL RÍO TORÍO

Desde el río Porma, que marca en Boñar el límite occidental de la cuenca de Sabero, hasta el río Curueño, que cerca de La Vecilla señala el limite oriental de la cuenca que voy á describir, existe una faja de 7 kilómetros ocupada por el terreno cretáceo, en contacto visible con el devoniano por la parte del N., y cubierta por el cuaternario en la del S., sin que existan datos bastantes para juzgar de la posibilidad de encontrarse debajo de los estratos cretáceos la continuación de los hulleros y, por consiguiente, el enlace invisible de las dos cuencas aludidas.

Más al N. de la citada formación devoniana, reaparece la hullera en una extensa faja que, en dirección ONO,, atraviesa el río Esla en Crémenes, el Porma en Vegamián, el Curueño en Valdelugueros. el Torío en Piedrafita y el Bernesga en Busdongo, penetrando en Asturias por el puerto de Pajares y la sierra de Casomera, en los orígenes del río Aller. En esta faja se han demarcado también muchas pertenencias, siendo las de Vegamián casi las únicas que hasta ahora han sido objeto de algunas someras investigaciones. Los 10 ó 12 kilómetros que separan á Vegamián del ferrocarril de La Robla constituyen una dificultad, no difícil de vencer si las investigaciones dieran brillantes resultados.

En cambio, la cuenca del río Torío, enlazada ya por un ramal al ferrocarril de La Robla, está muy reconocida, y es la que resulta más preparada para suministrar carbones al citado ferrocarril.

Esta cuenca, generalmente llamada de Matallana, empieza en la divisoria de los ríos Curueño y Torío, y para el presente estudio la consideraré terminada en la divisoria del Torio y el Bernesga, por más que geológicamente continúa sin solución de continuidad hasta la derecha del Bernesga, constituyendo industrialmente otra cuenca carbonífera que describirá en el artículo siguiente.

Topográficamente presenta la cuenca de Matallana sobre la de Sabero la ventaja de un terreno más quebrado, ofreciendo mayor altura para la explotación por cima del valle (de 80 á 400 metros, ó sea, por término medio, unos 150 metros): pero geológicamente tiene la desventaja de una cantidad menor de combustible y mayor de impurezas.

El terreno devoniano, con sus calizas y cuarcitas verticales en algunos puntos, y muy trastornadas en todos, constituye el límite de la cuenca, tanto por el Norte como por el S., estrechándose la formación hullera considerablemente en el extremo oriental de la cuenca, cuyas capas van abriendo en abanico á medida que se avanza en dirección al ONO.

La circunstancia de ser el río Torio transversal á las capas de combustible, impulsó la apertura de un número exagerado de galerías en los comienzos de estas minas, y la Sociedad Carbonífera de Matallana, constituida en Bilbao con un capital de 2.000.000 de pesetas, ha invertido infructuosamente grandes sumas en las investigaciones. El malogrado y competente ingeniero de minas D. Pedro Sánchez Tirado consiguió encauzar las labores preparatorias, concentrándolas en Valdesalinas y Fuentescala, puntos efectivamente indicadisimos para lograr una explotación algo regular y constante.

Mas al E. todavía, otra Sociedad, también bilbaína, explota la mina Carmonda en término de La Valcueva, habiendo construido recientemente un apartadero en la vía de La Robla para el cargue de sus carbones y del cok que fabrica en montones al aire libre.

En cambio, por Orzonaga, Villalfeide y Vegacervera, en el extremo occidental de la cuenca del Torío, se extienden las concesiones mineras de otros propietarios que hasta el presente no han dado grande impulso á sus labores.

La estratigrafía de la cuenca es un poco más movida que en Sabero, pues en Matallana se observan tres anticlinales principales con otros tantos sinclinales, y hacia el limite NO., en el arroyo Bardaya, donde cambia su nombre por el de Los Juncales, cerca de Vegacervera, se señalan otros pliegues menos importantes. Cada rama presenta de 10 á 14 capas distintas de hulla, que se repiten 6 ó 7 veces en el ancho total de la cuenca, con buzamientos alternativos al N y al S.

Entre las capas de bulla, merecen especial mención las tituladas Argüeso, Los Picalines y La Esgañal, que es una rama con buzamiento S. de la capa Marte, la cual buza al N,, según se ve claramente en el Canto Fontanar, al S. de Cueto Salón. 

Este cueto domina toda la cuenca del Torío, pues la naturaleza de la roca que lo forma le ha permitido resistir á las denudaciones que han surcado de barrancos toda esta zona. En efecto, en el punto culminante de Cueto Salón, situado á 450 metros sobre el nivel del lavadero de carbones, asoma casi verticalmente un potente banco de pudinga que se orienta al N. 70º E,, y está formado por cantos gruesos de cuarcita, unidos por un cemento silíceo, que probablemente podrá referirse á la base del bullero medio, ó sea á las pudingas del valle de Aller, en Asturias, y á las del Curavacas, en Palencia. Parece que en Correcillas existe al S. del pueblo un banco de gonfolitas; si el hecho, que no he tenido tiempo de comprobar, resulta cierto, podría suponerse con bastante fundamento que en Matallana está todo el hullero medio asturiano, con sus dos subtramos, si bien el número de capas geológicamente distintas aparece muy disminuido en esta parte de León.

¿Existirá también en Matallana el hullero inferior, con sus dos subtramos del Millstone grit y antracifero? Me faltan datos para contestar categóricamente; pero si se consideran las capas de hulla antracitosa que aparecen más al O. en la cuenca del Bernesga, y en contacto con las calizas, acaso un estudio detenido de la que me ocupa permita reconocer en ella la presencia de los combustibles correspondientes á Pola de Lena, Urbiés y Olloniego, de la cuenca asturiana.

En cuanto á la naturaleza de los combustibles, los ensayos de la escuela de minas han dado a conocer la

De las cifras anteriores se desprende que las hullas de Matallana son semigrasas y grasas, muy apropiadas para la producción de cok y para fraguas. El cok que en la actualidad se obtiene con la hulla lavada es de excelente calidad y brillante aspecto.

La Sociedad Carbonífera de Matallana ha abierto un número extraordinario de labores que, por desgracia, han resultado infructuosas en su mayoría, permitiendo únicamente una explotación de 70 á 80 toneladas diarías en los grupos de Valdesalinas y Fuentescala, hasta que pueda darse mayor impulso á las preparaciones; y para obtener todo el resultado apetecible de sus carbones, ha montado en la margen izquierda del río Torio un gran lavadero y una batería de hornos de cok.

El lavadero de Matallana consta de un basculador giratorio para volcar los vagones de la mina sobre cribas de trepidación longitudinal, con agujeros de 50 milímetros en la chapa. Lo que no pasa constituye el carbón cribado que no se lava, y lo que pasa cae en un trómel con agujeros de 20 milímetros. Lo que no pasa por el trómel va á dos cribas del sistema Evrard, y lo que pasa cae en otro trómel, que, con dos chapas perforadas de 5 y 10 milímetros, suministra tres clases: lo de 0 á 5 milímetros, que se lava en tres cribas; lo de 5 á 10 y lo de 10 a 20, que van á sus cribas respectivas, siendo las cinco del sistema Humboldt con feldespato. Hay además un stromaparato en la canal que conduce lo de 0 á 20 milímetros al segundo trómel, con lo cual se consigue quitarle gran parte de la pizarra que lo acompaña. De este lavadero salen los carbones con 6 por 100 próximamente de cenizas. El agua indispensable se sube del río Torío por medio de una bomba de vapor.

Los productos lavados se reúnen en cinco torres ó secaderos, de donde pasan á un triturador, subiendo luego por una cadena de cangilones á la torre general de distribución para los hornos de cok. Recientemente se ha suprimido el triturador, modificando algo la instalación.

La batería, de 24 hornos, es del sistema Bernard, de 9 metros de longitud cada horno, produciendo 5 toneladas de cok en cuarenta y ocho horas. Los gases se aprovechan para producir vapor en una caldera inexplosible de Naeyer, destinada á alimentar la deshornadora y la máquina de 50 caballos que mueve el lavadero.

Por último, la misma Sociedad ha modificado recientemente, por indicación de su ingeniero D. Facundo Castañón, el ferrocarril que enlaza el lavadero con la línea de La Robla, Antes era una linea de 2 kilómetros, con vía de 0.55 metros entre carriles, y ahora es de 1 metro, permitiendo á los vagones de La Robla llegar hasta el pie de los hornos, cuyos productos van ya á Bilbao sin transbordo alguno.

Es verdaderamente sensible que una Empresa tan animosa y que se adelantó á todas las demás en la preparación de sus minas haya encontrado tantas dificultades para su desarrollo; pero abrigo la convicción de que las labores iniciadas por el Sr. Sánchez Tirado y otras análogas darán excelente resultado, y podrá contarse en Matallana, dentro de poco tiempo, con suficiente campo de preparación y explotación para obtener una producción regular y constante. Creo que en las extensas propiedades de dicha Compañía hay bastante combustible para ello, y, estando en buena marcha el lavadero, ha desaparecido la principal dificultad que para su venta ofrecían los carbones de Matallana.

R. Oriol








No hay comentarios: