Un devastador terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter (Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, uno de los de referencia a nivel mundial.), el de mayor magnitud vivido en Japón desde que hay registros, ha sacudido la costa noreste del país provocando cientos de muertos y desaparecidos. El Gobierno japonés, por medio de su portavoz Yukio Edano, ha anunciado que se espera que haya provocado un gran número de víctimas, que hasta el momento se cuentan por cientos, y ha pedido a la población que esté preparada para nuevas réplicas de gran intensidad.
El tsunami llega a Natori.
El fuerte movimiento sísmico, cuyo epicentro se ha localizado en el océano Pacífico a unos 100 kilómetros de la costa, ha desatado un tsunami con olas de hasta 10 metros que han penetrado 5 kilómetros tierra adentro y han arrasado cuanto ha encontrado a su paso. La policía de la prefectura de Miyagi (norte), una de las áreas más afectadas, asegura que hay entre 200 y 300 cadáveres solo en una playa de la ciudad de Sendai y las autoridades temen que un tren de pasajeros del que no se sabe nada resultara engullido por el mar. Alrededor de cuatro millones de hogares están sin electricidad en seis provincias, mientras se suceden las escenas de incendios en numerosas viviendas e instalaciones industriales. El fuego ha afectado a las centrales nucleares de Onagawa y Fukushima-Daiichi. Aunque el Gobierno asegura que no ha habido fugas, se ha declarado el estado de "emergencia de energía nuclear" porque en esta última había problemas para enfriar un reactor. El problema allí era que con el fallo eléctrico no se podía bombear agua para enfriar el reactor. El problema ha sido solucionado transportando generadores eléctricos y en estos momentos ya se está bombeando agua, según informa el OIEA.
Aeropuerto de Senday.
Con el temblor, 11 centrales nucleares han detenido automáticamente su actividad, siguiendo el protocolo de seguridad. Las autoridades japonesas han informado al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de esas interrupciones sin que se haya detectado ninguna fuga radiactiva. Según la agencia Kyodo, ha habido al menos 97 incendios en todo el país y, con la llegada de la noche, las imágenes de televisión han mostrado nítidamente numerosos fuegos entre la maraña de escombros, coches y viviendas semiderruidas que han dejado el temblor y el tsunami en la costa noreste.
Aeropuerto de Senday.
El hipocentro de este seísmo se situo a una profundidad de 24 kilómetros bajo el océano Pacífico, a 130 kilómetros de la península de Ojika, en la misma zona donde hace dos días ocurrió otro terremoto de 7,3 grados que no causó daños. El temblor ocurrió a las 14:46 hora local (las 6:46, hora peninsular española) y alcanzó el máximo de 7 grados en la escala japonesa, que se centra en las zonas afectadas más que en la intensidad del temblor.
Casas ardiendo en la ciudad de Natori.
En Tokio, el seísmo ha sacudido fuertemente e incendiado edificios, según informan las autoridades locales. La noche ha sorprendido allí a numerosas personas atrapadas lejos de sus casas, ya que los transportes aéreos, ferroviarios y por carretera se han visto interrumpidos en la capital y en el noreste del país. En el aeropuerto de Narita, el más grande del país, se han paralizado durante varias horas las operaciones, aunque ya se han autorizado algunos despegues.
Incendio en depósitos de gas natural en Chiba, cerca de Tokyo.
Quizá lo peor del seísmo ha sido el gigantesco tsunami que ha asolado la costa este de Japón y que ha puesto en alerta toda la costa del Pacífico. Las olas de hasta 10 metros han arrasado con todo a su paso en el noreste de Japón, avanzando sin freno por campos, ciudades, carreteras o aeródromos y apilando toneladas de escombros.
Empleados y trabajadores esperan en la calle tras el terremoto.
El aviso de tsunami se ha ampliado a la costa de Taiwán, Rusia, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Hawaii, México, Chile, Perú, Ecuador, Panamá, Colombia, Guatemala y otros lugares del Pacífico. La alerta ha sido ya levantada en el archipiélago de Guam y en Hawai no se han medido olas superiores a un metro. Según el Instituto Geológico de EE UU (USGC, por sus siglas en inglés) se están produciendo numerosas réplicas en la zona. Hasta el momento, se han registrado 16 terremotos de magnitud superior a seis grados.
Los temblores son comunes en Japón, uno de los países con más zonas sísmicas activas, pero también uno de los más preparados. De hecho, además de contar con construcciones seguras, el Gobierno edita cada cierto tiempo manuales con consejos sobre cómo actuar en los temblores, que edita en inglés y japonés. El país tiene alrededor del 20% del total de los terremotos del mundo por encima de los 6 grados en la escala Ritcher. El de hoy ha sido de mayor magnitud que el seísmo que tuvo lugar en 1923 en Gran Kanto, que con una magnitud de 7,9 mató a más de 140.000 personas en el área de Tokio.
El terremoto de 8,9 grados de magnitud que sacudió hoy Japón pudo haber desplazado unos 10 centímetros el eje de la Tierra, según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia.El impacto del seismo sobre el eje de la Tierra ha sido mucho mayor que el del terremoto de Sumatra de 2004, cuando el eje resultó desplazado seis centímetros. Los sismólogos italianos consideran que el terremoto en Japón es el segundo mayor después del terremoto de Chile de 1960, cuya magnitud fue de 9,3 ó 9,5 grados segun distintas fuentes.El seismo de hoy fue más débil que el de Sumatra, pero se produjo en una latitud que aseguró el mayor efecto posible, según Giuseppe Bianco, director del Centro de Geodesia Espacial de la Agencia Espacial Italiana.
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