Franklin McCubbin cuenta con humildad pero sin restar épica las peripecias de sus viajes a través de la ruta transoceánica que une Lima con São Paulo, la primera gran carretera internacional pavimentada entre el Atlántico y el Pacífico en la historia de América Latina y símbolo de la pujanza económica peruana y brasileña.
Puerto de Matarani, situado en el Pacífico.
El puente Guillermo Billinghurst sobre el río Madre de Dios, cuya inauguración está prevista para antes de este verano y que unirá la ciudad de Puerto Maldonado con el caserío de El Triunfo, ambos en el Departamento de Madre de Dios, en el extremo sudoriental de la República del Perú, completará la construcción del llamado Corredor Vial Interoceánico Sur Perú-Brasil y evitará el actual paso en balsa. Este puente colgante, con sus 722 metros de longitud, será el más largo del Perú.
La ruta transoceánica del sur enorgullece a los peruanos y es una de las obras que mejor representa la política económica con vocación exterior que el país ha reforzado en el último decenio. La primera piedra del tramo peruano la puso el expresidente Alejandro Toledo en 2005 y la cinta inaugural la cortó Alan García.
Alan García anunció que el próximo 28 de abril se reunirá en Lima con los presidentes de Colombia, Chile y México para poner en marcha un acuerdo del Pacífico para favorecer la expansión americana en el mercado asiático. Brasil fue quien impulsó la Transoceánica Sur para dar el salto a Asia desde los puertos peruanos de Marcona, Matarani e Ilo.
Los Andes al fondo.
Brasil se ha convertido en una de las diez mayores economías del mundo y la suya representa más de la mitad de la actividad económica sudamericana. El PIB brasileño corresponde al 55% del PIB de América del Sur. Brasil se ha fijado una meta que coloca a la Amazonía en el centro del escenario mundial, convirtiéndola en el más importante espacio geoestratégico, abrir la Amazonía a la explotación masiva de sus recursos naturales.
El prerrequisito para su cumplimiento era romper el escollo geográfico que las grandes selvas y los grandes ríos representaron históricamente como freno a la penetración del transporte. De ahí que la apertura del territorio amazónico y su vinculación física con los puertos de exportación de los dos océanos más importantes, el Atlántico y el Pacífico, y a través de ellos con el resto del mundo, es el objetivo principal de la llamada Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Sudamericana, más conocida por su sigla IIRSA, que se puso en marcha en agosto del año 2000 en Brasilia.
Puente Guillermo Billinghurst sobre el río Madre de Dios.
Hasta ahora, la navegación de los ríos era la forma más efectiva de penetración a la selva. Cuando se produjo el fenómeno del auge de la extracción del caucho entre los años 1870 y 1914, la primera incorporación de la Amazonía continental al mercado mundial, los ríos se convirtieron en la vía de acceso de miles y miles de personas a la selva.
Cuando esté en uso el puente Billinghurs, se calcula que lo cruzarán un promedio de 1.500 camiones de gran tonelaje cada día.
Ejes IIRSA en Sudamérica.
Ejes IIRSA en Perú.
Carretera transoceánica.
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