martes, 2 de diciembre de 2025

La muerte de Saturnino Lázaro Hernández en el cuartel de Simancas en 1936

Desde 1934, en el colegio de la Inmaculada, construido por los Jesuitas en 1889, se instaló el Regimiento de Infantería de Montaña Simancas n.º 40, por lo que pasó a conocerse como Cuartel de Simancas. 

La Compañía de Jesús se disolvió en España, por decreto de 23 de enero de 1932, incautando el estado todos sus bienes, y entre ellos ese colegio gijonés de la Inmaculada. En 1932 se instaló en sus dependencias el Instituto Jovellanos. Tras la Revolución de octubre de 1934, este se convierte en cárcel y posteriormente pasa a alojar al regimiento de Simancas.

En julio de 1936, el jefe de ese Regimiento era el coronel Antonio Pinilla Barceló, que se sublevo y pretendió conquistar la ciudad. En el curso de los acontecimientos el cuartel acogió a los supervivientes del batallón de ingenieros del cuartel del Coto. El 21 de agosto fue asaltado por los milicianos y las fuerzas leales al gobierno republicano, con el apoyo de aviones y artillería. 

En esos momentos en el interior del cuartel se encontraba Saturnino Lázaro Hernández, soldado natural de Serradilla del Arroyo, dado por muerto, pero del que no se pudo identificar el cadáver. Saturnino era hermano de Clotilde, Isabel, Laureana, María Pilar y Gonzalo Lázaro Hernández y estaba casado con Ana. Después de su muerte Ana se casó en segundas nupcias con José.


Dinamitero cruzando la calle para ir a tomar posiciones en la verja exterior del Cuartel de Simancas de Gijón, el 21 de agosto de 1936.