lunes, 8 de diciembre de 2025

María de los Ángeles Sánchez Miñambres

María de los Ángeles Sánchez Miñambres

Marta Prieto Sarro recuperó la memoria de María Sánchez Miñambres en su libro María Sánchez Miñambres: La jaula de cristal, que ha pasado a la historia por haber sido la primera mujer concejala de la ciudad de León. El libro, editado por La Memoria del Norte, hace un recorrido minucioso por la vida y los avatares de la concejala y su entorno, en un relato que se enriquece en sus 184 páginas con documentos y fotografías.

María Sánchez, primera concejala del Ayuntamiento de León.

María Sánchez Miñambres nació en 1889 en León en el seno de una conocida familia de la burguesía de la ciudad, después de un par de gemelas, Indalecia y Segunda, conocidas como Inda y Dina. 

La saga familiar de las Miñambres, típicas señoritas de buena casa, incluía al abuelo paterno, Fernando Sánchez Pretejo, notable arquitecto diocesano que fue autor del atrio y las verjas de la Pulchra Leonina, al bisabuelo Perfecto Sánchez Iváñez, también arquitecto, y a su padre José Sánchez Puelles, prestigioso abogado cuya ocupación principal consistía en administrar el rico patrimonio familiar. 

Volviendo a nuestro tema central, a pesar de que recibieron el apoyo de las instituciones constitucionales, el soberano restaurado también consideró que sería fructífera para el Estado la reorganización de las Sociedades de Amigos del País.

Mediante R. D. de 9 de junio de 1815 ordenó establecer una de ellas en cada una de las capitales de provincia y las ponía a todas bajo la supervisión de la Matriz, aunque de una forma mucho más estricta que antaño. De ese modo, los viejos “Amigos” leoneses se volvieron a reunir el 23 de noviembre de aquel año reanudando las actividades de la sociedad que, hasta 1835, siguió los parámetros marcados por los estatutos de 1783, reimpresos en 1816.

A los nombres ya conocidos sumamos ahora listas de socios honorarios —algunos de los cuales eran miembros de la Corte, por lo que tenían un carácter simbólico—, entre los que estaban incluidos el obispo y otras dignidades eclesiásticas, miembros del gobierno municipal y provincial y un personaje tan destacado como el mariscal de campo Federico Castañón.

En la sección de socios numerarios se admitieron ochenta y siete nuevos miembros en el año 1816, entre los que encontramos a Antonio Chalanzón, Félix Gonzá­lez Mérida, Andrés del Pozo o José Rafael Téllez.

Sumando a los curas de la diócesis, integrantes del grupo de socios natos, solamente nos queda ya recordar a quienes fueron nombrados profesores de la Sociedad: Pablo Miñón, impresor y fabricante de naipes de la ciudad; Gabino Montes, como profesor de farmacia; Fernando Sánchez Pretejo, arquitecto que se encargó de la docencia en la Academia de Dibujo; y Manuel Martín, médico titular del cabildo.

Su madre, doña Agustina, era una belleza nacida en Villibañe que conoció a través de su hermano, también abogado, al que sería su futuro esposo y padre de las tres niñas del matrimonio. En 1886 vinieron al mundo las gemelas Indalecia y Segunda. Tras un varón que falleció con apenas tres meses, en noviembre de 1889 nació María.

Don José Sánchez Puelles rodeado de sus hijas. A la izquierda Indalecia y Segunda y a la derecha María de los Ángeles.

Las vocaciones artísticas y culturales de las tres hermanas Miñambres fueron fomentadas por su padre, que contrató a una institutriz francesa para educar a las niñas y se empeñó, con indudable éxito, en que todas ellas dominaran con soltura un instrumento musical. Dina e Inda se centraron en el piano, mientras la pequeña María volcó todos sus afanes en la más humilde bandurria. No obstante, María le insistió mucho a su padre para que le dejara acudir a estudiar el bachillerato al Instituto, caso insólito en la época entre las niñas de su clase.

En la finca de Marzanas, las tres hermanas con la madre, Agustina Miñambres

Cuando María de los Ángeles contaba tan solo doce años cayó del caballo en la finca de Marzanas, a resultas de la cual le quedó una cojera, que dio lugar a su apodo La Coja, como la llamaban habitualmente, aunque para los vecinos de Grulleros siempre tuvo el apelativo de la Señorita de Marzanas.

Instituto de Ganadería de Montaña (IGM)

El Instituto de Ganadería de Montaña (IGM) es un instituto mixto de investigación constituido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de León, que agrupa investigadores de ambas instituciones. Su sede está en la Finca Marzanas en Grulleros (León) y la investigación que desarrolla tienen como objetivo la modernización de la gestión y la tecnología de los sistemas agroganaderos y de pastoreo tradicionales. Los objetivos científicos del IGM están dirigidos a la investigación en áreas relacionadas con la nutrición, la producción y la sanidad animal, fundamentalmente de rumiantes, y con la relación entre los sistemas ganaderos y el uso del territorio. Se trata de contribuir a mejorar los sistemas actuales de producción en lo relativo a rendimiento productivo, sanidad y bienestar de los animales, a la interacción con el entorno (utilización del territorio, contaminación, entre otros) y a la calidad de los productos obtenidos.

Una vez casadas sus hermanas y trasladadas a Madrid, María permaneció con sus padres en la casa familiar de la calle Santa Cruz, aunque pasaba largas temporadas en el caserío de Marzanas, que disponía de una finca de casi cien hectáreas de superficie, en Grulleros.

La revista Isis (a cuyo título acompañaba la apostilla «revista hebdomadaria de la juventud leonesa») salió a la calle el día 1 de enero de 1910. Se editaba en la Imprenta y Librería de Mariano Garzo y su redacción estaba domiciliada en la calle del Pozo, 15. La correspondencia se dirigía a Mariano Andrés Lescún quien probablemente fue su inspirador y director (además del perejil de todas las salsas de ese momento). 

Isis fue la primera revista que aceptó publicar colaboraciones de María Sánchez Miñambres quien por entonces tenía 21 años y unas notables inquietudes culturales que conservaría toda la vida y probablemente la hacían singular dentro de la encorsetada sociedad de su época. Esos intereses, que tal vez otras mujeres también tuvieron, pero no manifestaron, la empujaron a tratar de establecer una relación de igualdad con los varones con quienes compartía aficiones e inquietudes. El artículo con que María se estrenó en el segundo número la revista ‘Isis’ en enero de 1910 fue ‘El último héroe’ y para él escogió un asunto de actualidad: el regreso de las tropas de África. Desde 1894 se encontraba instalado en León el Regimiento de Burgos nº. 36, varias de cuyas compañías fueron movilizadas en agosto de 1909 tras el ataque contra los trabajadores de la Compañía Española de Minas del Rif. Acampados en Rostrogordo y Aguadú, en el mes de enero de 1910 se hablaba ya en León del regreso de las tropas. Tanto y con tanta inminencia que es entonces cuando María escribe su artículo aludiendo al dolor de las madres de quienes no volverán, entre ellas la del cabo Noval, el soldado asturiano cuya heroicidad era bien conocida a través de la prensa. Finalmente, los soldados no regresaron hasta el mes de junio a la ciudad donde se les ofreció una calurosa bienvenida en la que un grupo de «señoritas» –al decir de la prensa– tendrían un papel protagonista. 

En la década de 1920 María hizo las maletas y se instaló en París para cursar estudios en la Sorbona. Aún se conservan los carnés de mademoiselle Miñambres, socia entusiasta del Foyer Internacional des Etudiantes y del Cercle-Bibliotèque de la Maison des Etudiantes, sito este último en el selecto Boulevard Raspail. 

María se introdujo en los círculos intelectuales parisinos, entablando una amistad más que estrecha con el entonces famoso Ilja Ehrenburg, un escritor ruso de culto, cuyas obras satirizaban despiadadamente un mundo que se deslizaba con total despreocupación hacia el cataclismo de la II Guerra Mundial. 

María Sánchez Miñambres retratada por PEPE GRACIA

Ilja Ehrenburg llegó a pedirle matrimonio a la pequeña de las Miñambres, por lo que regresó a León para comunicar tan sensacional noticia a su madre. Pero doña Agustina se horrorizó tan sólo de pensar en la posibilidad de ver a su hija casada con el excéntrico intelectual soviético y María, aceptó renunciar a aquella aventura para hacerse cargo de los negocios familiares.

Cuadro con la redacción de Vida Leonesa

Esta actividad le permitió escribir y por aquel entonces comenzó a colaborar en la revista Vida Leonesa en una sección en la que firmaba con el seudónimo de María Antonieta, en la que «despreciando lo vano, adornando lo ideal, lucha con la bella ilusión de lo perfecto, hasta conseguir insensiblemente que en ella se forme el espíritu exquisito de la mujer inteligente y sensitiva».  
 

María Sánchez Miñambres en Berlín.

María fue una mujer polifacética, amiga de Miguel Canseco y junto con él impulsora de la Cultural y Deportiva Leonesa. Miguel Canseco era un empresario con gran influencia en la política provincial y nacional, presidente de la Diputación Provincial de León y de la Cultural y Deportiva Leonesa, así como uno de los hombres de confianza de Miguel Primo de Rivera. 

En un artículo que publicó el 16 de abril de 1927 en el periódico madrileño La Nación, aludiendo al emergente papel de las féminas en la vida española afirmaba: «Esperemos nosotras, las mujeres que actuamos en política, a que seamos más en número y a que, por serlo, desaparezca ese ambiente espectacular, que tanto nos perjudica y nos estorba. Cuando eso se logre, los hombres que tengan que cruzar la calle, ¡ya verán lo útiles que somos!».

Primera concejala del Ayuntamiento de León

El 19 de noviembre de 1925 María Sánchez Miñambres fue nombrada concejala en el Ayuntamiento leonés, siendo la primera mujer que accedió a un cargo de semejante categoría. El alcalde Francisco Roa de la Vega la recibió con un florido y caballeroso discurso, en el que llegaría a calificarla como «guía espiritual de los ediles». Ostentó este cargo durante cinco años, hasta 1930, un periodo en el que tendría una constante presencia pública.

María de los Ángeles Sánchez Miñambres (1889-1977) había cumplido los 36 años diez días antes del 18 de noviembre de 1925, cuando entró en el salón de plenos del Ayuntamiento de León como concejala. La sesión causó gran expectación y fue seguida por numeroso público hasta el punto de que el alcalde, Francisco Roa de la Vega, tuvo que ordenar que se colocaran más bancos. Era una novedad que una mujer interviniera «en los negocios públicos, concediéndola todos los derechos civiles».

También existió un movimiento sufragista español. María Espinosa había formado en 1918 la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, a la que se sumaron Clara Campoamor y Victoria Kent, entre otras. En 1921 se había celebrado en Madrid la primera manifestación por el voto femenino ante el Congreso de los Diputados, encabezada por la periodista y escritora Carmen de Burgos, Colombine, junto a la Cruzada de Mujeres de España. 
 

María Sánchez Miñambres con un grupo de leoneses.

El 8 de marzo de 1924 se otorgaba un voto restringido a las mujeres: tenían que tener más de 23 años y no estar bajo la tutela marital o paterna. Más de un millón setecientas mil mujeres entraron a formar parte de este censo tan específico.

La leonesa, además de ser cabeza de familia de su casa por soltería y dueña de una buena hacienda en Torneros, era una mujer que sobresalía en las capas burguesas de la sociedad leonesa a principios del siglo XX. Como subrayó el alcalde, «la nueva concejal posee una vasta cultura y ha viajado por España y fuera de ella recogiendo enseñanzas que hoy pueden ser muy útiles».

Sus nuevas responsabilidades políticas no la harían olvidar sus obligaciones empresariales y, decidida a sacar el mayor rendimiento posible a la finca de Marzanas, en 1928 dirigió un escrito al Director General de Agricultura y Montes exponiendo su intención de cursar los estudios de Perito Agrícola con carácter oficial, algo que no estaba previsto en el caso del personal femenino. 

Durante la visita de los reyes a León en 1927, la concejala leonesa saluda a la reina Victoria.

Sí que se contaba con ella para los más relevantes actos sociales vividos por entonces en León, como la visita oficial de los Reyes de España en el mes de octubre de 1927. María fue la encargada de agasajar con un lucido ramo de flores a la reina Victoria Eugenia, entregado frente al edificio de San Marcos. También participó con entusiasmo en todo tipo de procesiones cívicas, banquetes y concursos, como el convocado en 1929 por la Asociación de Ganaderos de España, donde fue premiado el toro Montañés, propiedad de las Miñambres. 

María a la derecha de Claudio Sánchez Albornoz y sus hermanas.

De aquella época conservó una entrañable amistad, que se prolongaría a lo largo de los años, con Claudio Sánchez Albornoz, al que había invitado tiempo atrás a pasar una temporada en el caserío de Marzanas. Don Claudio nunca olvidaría ese «simpático rincón leonés», carteándose durante décadas con la que siempre consideró una entrañable amiga. 

María Sánchez Miñambres durante un acto en León.

Víctima de la represión

A partir de 1931, en consonancia con la evolución social y política de la época, María Sánchez Miñambres aparecerá vinculada durante la II República a movimientos como el Bloque Femenino de Izquierdas de León, del que fue presidenta, aunque a su vez participaría en actos de tendencia derechista, como el que tuvo como protagonista en 1935 al líder de Falange, José Antonio Primo de Rivera, con cuya hermana tenía relación.

A pesar de estar afiliada a la derechista Unión Patriótica de Primo de Rivera e incluso de coquetear con la naciente Falange Española, como prueba un excepcional documento gráfico que muestra al líder nacional José Antonio acompañado por María y los primeros miembros del partido que se afiliaron en León fue encausada. 

A pesar de no poder probar nada en su contra, sería condenada a pasar varios años en Saturrarán, un penal para mujeres sito en San Sebastián. Mezclada con las presas comunes, quienes la conocían como «la señorita». 

Al iniciarse la guerra civil, fue detenida junto a su administrador y hombre de confianza, Daniel García Solarat, quien sería paseado poco después. Presa en el campo de concentración de San Marcos, requisados sus bienes y embargado su patrimonio, terminaría condenada por la justicia militar a 12 años de prisión. Una persecución que ella pensaba que era debida a su oposición a las pretensiones que la Azucarera de Santa Elvira, en la que participaban importantes nombres de la ciudad, había tenido para apropiarse de un importante caudal de riego de la Presa del Bernesga, por el perjuicio que causaba en la finca de Marzanas, muy próxima a la estación de Torneros.

Permaneció más de tres años y medio en prisión, hasta su libertad en 1941, en la cárcel de mujeres de Saturrarán (Guipúzcoa).

Una vez puesta en libertad, regresaría a León para continuar con una vida sencilla, regida por el ciclo de las cosechas en Marzanas. Se hizo constructora y edificó un buen número de casas en los solares que la familia poseía en la entonces naciente barriada de San Claudio. 

Rebosante de vitalidad hasta el final, pues aún conducía su coche por las calles leonesas con más de 80 años, nunca dejaría de lado sus inquietudes culturales, cediendo su casa de la calle Santa Cruz como local de ensayo para el naciente grupo teatral GRUTELIPO. Así hasta el día 1 de abril de 1977, cuando la formidable María Sánchez Miñambres pasó a mejor vida. 

Tras su muerte en 1977, su recuerdo se ha diluido. El libro María Sánchez Miñambres: La jaula de cristal escrito por Marta Prieto Sarro, licenciada en Filología Clásica, ha venido a verter un poco de luz sobre su figura.

María Sánchez Miñambres fue la primera concejala de la ciudad de León, aunque otra mujer leonesa, Felipa Piñero, fue elegida unos meses antes para el mismo cargo en el ayuntamiento de Villablino. Y mientras la leonesa tomo posesión el 18 de noviembre de 1925, la lacianiega lo había hecho exactamente cinco meses antes, el 18 de mayo. Y todavía unos meses antes, en octubre de 1.924, había sido elegida alcaldesa de un pueblo de Alicante otra mujer, Matilde Pérez. 

Dina Sánchez Miñambres

La apasionante vida de Dina Sánchez Miñambres

En el primer cuarto del siglo XX todo León sabía quiénes eran las Sánchez Miñambres. Tampoco era muy difícil, ciertamente. Y no solamente porque la ciudad fuese bien pequeña, que lo era, sino también porque la familia, burguesa y de un estatus social y económico muy elevado, se relacionaba como debía en la sociedad a la que pertenecía. 

Las Sánchez Miñambres eran las tres hijas de José Sánchez Puelles y Agustina Miñambres, casados en 1885. Las dos primeras, Segunda e Indalecia, eran gemelas y habían nacido en 1885. En la familia, y aun fuera de ella, siempre las llamaron Dina e Inda. 

A finales de 1910 se casó con Luis Mas Mompeón, teniente de infantería del Regimiento de Burgos 36 de la ciudad de León. La compañía a la que pertenecía había sido destinada a Melilla en agosto de 1909 tras el ataque contra los trabajadores de la Compañía Española de Minas del Rif. 

La boda debió posponerse por la tardanza en el retorno pues, aunque en la ciudad se hablaba ya del regreso de las tropas en enero de 1910, lo cierto es que esta no se produjo hasta finales de junio. El día 7 de septiembre El Porvenir de León dio noticia del banquete que Luis Mas había ofrecido a los jefes y oficiales para celebrar su despedida de soltero. Poco tiempo antes, el padre de la novia había contribuido a aquel enlace con la constitución de una renta garantida de 1.000 pesetas anuales (lo hizo sobre Marzanas, finca de su propiedad) para dar cumplimiento a una Real Orden de 21 de enero de 1902 que obligaba disponer de una renta que, añadida al sueldo de Luis Mas, completase el sueldo de capitán.

Dina aprendió música, tocaba el piano desde la juventud y conservó una gran colección de partituras, algunas de las cuales copió personalmente. Pero su pasión más notable fue, sin duda, la de la escultura a la que se dedicó toda su vida de forma amateur aunque intentó hacerlo en algún momento de manera profesional. 

Una de las primeras noticias de esta afición apareció en el ejemplar de Vida Leonesa de en 17 de agosto de 1924 donde se le dedica la primera parte de la sección Notas de arte:

Dina Sánchez Miñambres, en imágenes de época.

"En el Concurso convocado por el Estado para erigir a la Condesa de Pardo Bazán un monumento que perpetúe su memoria, ha llamado poderosamente la atención el firmado por una dama. Se trata de nuestra paisana Dª Segunda Sánchez Miñambres de Más Mompeón, que en colaboración con el Arquitecto D. Manuel de Cárdenas y Pastor, ha presentado al Concurso un original proyecto en forma de fuente con el busto maravillosamente parecido de Dª Emilia, a cuya “maquette” acompaña unos preciosos dibujos aclaratorios debidos al pincel del señor Cárdenas. No puede menos de sorprendernos y congratularnos tan notable revelación en la distinguida Sra. de Más, cuya afición a la escultura data apenas de unos meses, constituyendo un caso de genialidad que, de persistir en su trabajo, la colocará muy pronto entre nuestras principales figuras".

De esos dibujos a los que se alude en la publicación no hay noticia. Pero, en cambio, entre los papeles de su hermana María se conservaron cuatro cuartillas manuscritas horizontalmente por ambas caras y numeradas (pero no firmadas) que son el borrador en el que Dina plasmó la explicación del boceto presentado al concurso para el monumento a Emilia Pardo Bazán:

"Nada tan hermoso como honrar la memoria de personas ilustres pues con ello, al propio tiempo que se mantiene vivo el recuerdo de figuras gloriosas, es también un estímulo para el trabajo y el estudio ya que la gloria es la ambición suprema; la vida sin ella sin horizontes ni alicientes es tan monótona que no merece la pena ser vivida.

La Condesa de Pardo Bazán ha sido uno de los mayores prestigios de la literatura contemporánea y al dedicarla este monumento no se hace otra cosa que cumplir un deber de gratitud a su ilustre nombre y rendir un tributo de admiración y de entusiasmo a su maestría, a su ingenio y a su talento.

Este homenaje contribuirá a perpetuar su memoria, pero conviene tener presente para no empañar sus méritos personales que un nombre íntimamente ligado a la historia de la literatura jamás podrá desaparecer ya que queda su obra inmensa llena de vida ante la cual retrocederá el olvido.

Si gratitud merece Dª Emilia Pardo Bazán por su obra literaria, hay otro aspecto por el que se hace acreedora a la más ferviente admiración por parte de la mujer española y ha sido su labor por el feminismo, sus luchas, sus polémicas, los rudos combates sostenidos para destruir prejuicios y desterrar rancias costumbres; ha sido un oasis de ilustración y estudio en medio de la ignorancia en que actualmente está sumida la mujer por la exclusión de la vida intelectual a que está sometida. Ha predicado con el ejemplo y quizá sea esta razón la que me ha obligado principalmente a romper los estrechos moldes de mi modestia para presentarme a este concurso. No se me oculta que aún existe recelo y hasta cierta animosidad contra el trabajo de la mujer a las que solo se concibe transformada en esposa, luego en madre y por último en esclava de la familia. Tampoco de me oculta que mucha culpa tenernos nosotras, que solo encaminamos nuestros esfuerzos a prolongar la juventud, a impedir se marchite la belleza que es el arma esgrimida en nuestras luchas y esto es un absurdo pues estando dotada la mujer de una gran inteligencia y de una sensibilidad exquisita, estas deben ser sus armas para marchar paralelamente con el hombre en la vida intelectual y de este modo, sin violencias, ir conquistando el puesto que se merece e ir recobrando prestigios que nunca tuvo e influencias que nunca se le reconocieron. 

Me he permitido estas explicaciones para justificar mi presencia en este certamen al cual vengo en colaboración con D. Manuel de Cárdenas, ilustre arquitecto al que estoy sumamente reconocida por haber sabido dejar a un lado los prejuicios que antes mencioné.

Consiste el monumento en una gradería (o plataforma) con un banco, cuyo respaldo cubierto de rosas nos recuerda su florido ingenio; en él va adosada una fuente con una columna que sirve de sostén el busto en mármol de la genial escritora y en esta columna su escudo y un niño también en mármol que sea la evocación de sus imágenes risueñas; renunciamos etc...

¿Cuál es la idea que llevamos en la colocación de la fuente?

El agua corre abundante y constantemente en esta fuente como las ideas brotaban en la fecunda imaginación de la Condesa; se recuerda el momento, como se recordaba su labor, siempre variada, tan pronto creadora de personajes como maravillosa descriptora de la naturaleza, cuentista insuperable, crítica y ateneísta; es el agua un elemento de fecundidad y regando la tierra cuida amorosa del desarrollo del grano, del mismo modo la excelsa escritora ha sido un elemento que ha contribuido poderosamente al desarrollo y engrandecimiento de la vida intelectual de España; proporcionan las aguas vida y goce como sus obras solaz y recreo; propaga el agua su labor vital, su labor benéfica, como la Condesa propagó también una labor vital para la mujer al acudir  al desarrollo del feminismo; el agua de la fuente es pura y clara como lo fueron siempre sus ideas. ¿Y para qué cansar más a los lectores? Estas han sido las razones que han presidido nuestra idea de perpetuar el nombre de Dª Emilia Pardo Bazán con una fuente cuya eterna canción sea un himno a su gloria y los bancos del monumento sean una invitación para todos a meditar sobre su trabajo presidido por si imagen inmortal".

El concurso convocado por la Real Academia de Bellas Artes, de la que era director el Conde de Romanones, quedó desierto. La escultura, sufragada por mujeres españolas y argentinas encabezadas por la duquesa de Alba, finalmente se le encargó al escultor Rafael Vela del Castillo y fue colocada sobre un pedestal de Pedro Muguruza Otaño. Se inauguró el 24 de junio de 1926 en la calle de la Princesa y en el transcurso del acto se produjo una graciosa anécdota relatada por Carlos Fisas. Ante la indisposición de la duquesa de Alba, Romanones se vio obligado a leer unas líneas no escritas para él que recogían: “Nos reunimos hoy aquí para celebrar un cumplido y justo homenaje a la memoria de la eximia condesa Pardo Bazán, honra y prez de nuestro sexo”.

Recorte de prensa, de época, con información sobre esta popular mujer leonesa.

De nuevo es en la revista Vida leonesa de 1 de enero de 1925 cuando encontramos noticias de las actividades artísticas de Dina. Nada raro si se tiene en cuenta que María era una colaboradora destacada de dicha publicación y que precisamente ese número publica los nombres y fotografías de sus redactores. La reseña sobre Dina, acompañada de su hermoso retrato, es la siguiente:

Imagen de alguna de las obras de Dina.

"Guiada de un fuerte temperamento artístico, impulsada por su exquisito gusto nuestra distinguida paisana, se decidió por el arte de más realeza; no se conformó con ser pintora y se dedicó de lleno a la escultura, en cuyo arte ha logrado bien pronto halagüeños éxitos que corresponden a su valer. Damos a nuestros lectores con el orgullo de ser los primeros en mostrarles estas primicias, varias obras de la señora Miñambres de Más: dos cabezas de niño, dos perfectísimos retratos de Luis Más y de Inda S. Miñambres, un admirable torso griego, y una reproducción de la sublime “Friné ante sus jueces” que por castigarlas sufrieron el castigo de su belleza que aniquiló sus furores y severidad. Dina Miñambres ha comenzado una vida artística en la que es seguro alcanzará los mayores éxitos, que nos halagarán a todos nosotros por ser ella leonesa”.

Socia de la Asociación española de Pintores y Escultores, en 1926 participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes con dos esculturas: un busto en bronce y una talla en madera titulada “Mocina leonesa”. Su participación fue recogida por “La libertad” de 25 junio 1926: “Dina S. Miñambres, en quien se advierte una indudable influencia de Asorey, expone una talla en madera y un busto en bronce que hacen concebir grandes esperanzas".

Un año después acudió al Salón de Otoño donde presentó las obras 'El tonto de Benamariel' y 'Niño dormido'.

Todas las obras citadas, junto con varias copias en escayola de la Virgen Blanca de la Catedral de León, formaron parte de la Primera Exposición de Pintura y Escultura de Castilla y León que se celebró en Santillana del Mar (Cantabria) del 15 al 30 de septiembre de 1930. En ella también participó Modesto Cadenas, unido familiarmente a las hermanas Sánchez Miñambres.

En noviembre de 1961 participó en la sala madrileña Marta en una exposición colectiva de pintores y escultores a la que acudieron Moisés Coloma, José Pérez Sejo y José Valero cuyo anuncio a apareció el 8 de noviembre en “Pueblo: Diario del Trabajo Nacional”. Y el 22 de febrero de 1965 el mismo periódico se hizo eco de la que probablemente fue su última exposición también en Madrid (bastante fuera de lo corriente, por cierto) a la que llevó 10 esculturas, algunas de ella nuevas. La noticia recoge una conversación del periodista con Margarita Mas, su hija, en la que esta le cuenta que su madre “comenzó a pintar a los 18 años. Luego, se hizo escultora. La familia se opuso siempre a que presentara su obra, pero ahora habían decidido probar suerte”. La última afirmación no es, en absoluto, cierta. 

Las cartas de Dina a María recogen esa faceta artística que desarrolló a lo largo de toda su vida. Sabemos que recibió algún encargo vinculado a los Salesianos e incluso se conserva alguna fotografía en la que se puede ver alguna obra no expuesta (“Ángeles”).

Se desconoce si llegó a esculpir una obra que representaba a sus padres que describió en alguna carta con cierto detalle y una buena dosis de emoción. La talla de “El tonto de Benamariel” o “Jeníparo” (el personaje se llamaba Victoriano, pero era conocido como el tío Jeníparo) fue localizada y adquirida recientemente por el escultor José Antolín Chamorro (Benamariel, 1962), famoso por sus obras en bronce. 

Dina también tuvo en Marzanas una ganadería de vacas frisonas, premiada por el Ministerio de Agricultura con el título de «ganadería diplomada», el día 7 de febrero de 1969. 
  

Dina llegaría a cumplir los 100 años de edad, acontecimiento que celebró con una misa en la misma capilla catedralicia donde un siglo antes fue bautizada junto a su hermana gemela. Dina sobrevivió a su hermana María y murió, centenaria, en León. 

Su hija Margarita Más es una renombrada actriz teatral que hubo de esperar hasta 1998 para debutar en su tierra con La vida que te di, un texto de Pirandello puesto en escena por el director Miguel Narros. 

Inda Sánchez Miñambres

Indalecia Sánchez Miñambres, Inda, contrajo matrimonio con el asturiano Luis Aza Díaz, ingeniero y subdirector de Renfe que fuera hijo del comediógrafo y sainetero Vital Aza, celebrado autor de zarzuelas en las postrimerías del siglo XIX. Inda dedico parte de su vida a la pintura.


BOPL, Lunes, 23 de junio de 1969 NÚM. 141 

Administración de Justicia 

Juzgado de Primera Instancia número Dos de León 

Don Gregorio Galindo Crespo, Magistrado-Juez dé Primera Instancia del Juzgado número Dos de los de León y su Partido. 

Hago saber: Que en los autos de juicio ordinario declarativo de mayor cuantía que se tramitan en este Juzgado, a instancia de don Manuel Aparicio Sastre, mayor de edad, casado, contratista de obras y vecino de León, representado por el Procurador don Emilio Álvarez Prida, contra doña Segunda Sánchez Miñambres, mayor de edad, viuda y vecina de Madrid, representada por el Procurador don Fernando Tejerina, sobre reclamación de 1.094.370,53 pesetas de principal, más costas —hoy en ejecución de sentencia— y por resolución de esta fecha, he acordado sacar a la venta en pública subasta, por primera vez, término de ocho días y precio de su tasación, los siguientes bienes embargados como propiedad de indicada demandada: 

1.° — Un tractor marca Zetor Diesel 4.011, matrícula LE-2213, con cabina cubierta y remolque distribuidor de abono. Valorados en 125.000 pesetas. 

2.º — Una caja para contrapeso del tractor. Valorada en 500 pesetas. 

3.° — Un arado giratorio, bisurco, Brifsa, núm. 1.951. Valorado en 6.000 pesetas. 

4.° — Un rotavator marca Zaga. Valorado, en 7.000 pesetas. 

5.° — Una abonadora marca Zaga. Valorada en 4.000 pesetas. 

6.° — Una pala para cargar abono. Valorada en 12.000 pesetas. 

7.° — Una segadora de forraje, para acoplar a tractor. Valorada en 12.000 pesetas. 

8.° — Una sembradora de 12 botas para arrastre. Valorada en 4.000 pesetas. 

9.° — Un motor Piva, de 4 C. V., número 5.735, de petróleo. Valorado en 3.000 pesetas. 

10.º — Una sulfatadora con grupo moto-bomba eléctrico, de 0,33 C. V. Valorada en 1.500 pesetas. 

11.º — Un grupo de riego por aspersión, de 10 aspersores completos, marca Rudolf Bauer, K. G. de Muchen, tipo F 65.260, núm. 5.039. Valorado en 50.000 pesetas. 

12.º — Un rastrillo para forrajes marca John-Deere, D-140-446. Valorado en 9.000 pesetas. 

Para el acto del remate se han señalado las doce horas del día once de julio próximo, en la Sala Audiencia de este Juzgado, advirtiéndose a los licitadores que para tomar parte en la subasta deberán consignar previamente en la mesa del Juzgado y en metálico el 10 por 100 del avalúo; que no se admitirán posturas que no cubran las dos terceras partes de la tasación y que el remate podrá hacerse en calidad de ceder a un tercero. 

Dado en la Ciudad de León, a dieciocho de junio de mil novecientos sesenta y nueve. — Gregorio Galindo Crespo. — El Secretario, Juan Aladino Fernández. 3252 Núm. 2248. — 440.00 ptas.

BOPL, Lunes, 8 de septiembre de 1969 NÚM. 203 

Administración de Justicia 

Juzgado de Primera Instancia número Dos de León 

Don Gregorio Galindo Crespo, Magistrado Juez de Primera Instancia número Dos de León. 

Hago saber: Que en este Juzgado y con el número 178 de 1966 se tramitan autos de juicio ordinario declarativo de mayor cuantía, sobre resolución de contrato de construcción de obra s en la finca denominada "Marzanas", cuyos autos se encuentran actualmente en ejecución de sentencia, instados por don Manuel Aparicio Sastre, mayor de edad, casado, contratista de obras y vecino de León, representado por el Procurador señor Álvarez Prida, contra doña Segunda Sánchez Miñambres, mayor de edad, viuda, propietaria y vecina de León, representada por el Procurador señor Tejerina, sobre pago de 1.094.870,53 pesetas de principal, más intereses, gastos y costas, y en cuyo procedimiento, por resolución de esta fecha, he acordado sacar a la venta en pública subasta, por primera vez, término de veinte días y por el precio de su tasación, los bienes que a continuación se describen, y por el preció de su tasación, que fueron embargados a dicha demandada ejecutada para garantizar la cantidad reclamada: 

"Terreno de labor en término de Grulleros, Ayuntamiento de Vega de Infanzones, al sitio de Las Marzanas, de veintitrés hectáreas, cuarenta y cuatro áreas y treinta y ocho centiáreas de superficie, que linda: al Sur, con fincas de Rosario Soto, Isidro Lorenzana, Florencio González, Teófilo Andrés, Valeriano Soto, Florentino Santos, camino, canal de la Presa del Bernesga y reguero de desagüe y finca de Dámaso García; al Este, carretera, fincas de Manuel Aller y León Lorenzana; al Este, en línea recta de 116 metros que parte de la finca colindante de Rosario Soto, con la parcela primera, comenzando en el extremo Norte de dicha recta el restante deslinde por su lado Norte, que en recta de 120 metros en dirección sensiblemente Este-Oeste llega hasta un pozo situado en la finca de que se está describiendo, desde cuyo punto sigue en recta de 35 metros en dirección Este-Oeste, inclinada al Norte, atravesando el camino de Sotico continuando con la misma orientación otros 17 metros, desde cuyo extremo en recta de 131 metros sigue en dirección sensiblemente Este-Oeste, y en el extremo Oeste continúa en recta de 7 metros y medio en dirección hacia el Suroeste, continuando luego otros 58 metros en dirección Este-Oeste ligeramente inclinada hacia el Sur, hasta encontrar la Presa del Bernesga, desde donde dicha Presa sirve de divisoria de ambas parcelas en recta de unos 83 metros sobre su orilla en dirección al Norte. Desde dicha Presa en dirección Este-Oeste continúa el lindero en recta de 260 metros y en el extremo Oeste de dicha recta toma el lindero la dirección Sur-Norte en recta de 76 metros hasta la finca de Honorio García, quedando al Oeste de dicha recta el resto de esta finca que continúa lindando con más de Honorio García y Santos Santos hasta el lindero Oeste, que como queda dicho es la carretera; al Norte, como queda dicho, linda con la parcela primera que se adjudica a doña María Sánchez Miñambres en recta de 116 metros. 

Atraviesa esta finca el camino de Sotico en dirección Norte-Sur desde la finca adjudicada a doña María de los Ángeles Sánchez Miñambres hasta el camino situado al Sur de la que se describe, e igualmente le atraviesa la Presa del Bernesga en dirección Norte-Sur llegando desde dicha finca de doña María de los Ángeles hasta la que ahora se describe, en cuyo lindero Sur y formando la divisoria entre esta finca y otras está un reguero que más adelante se une a un canal de desagüe que atraviesa esta finca. 

En dicho terreno y con destino a una explotación de ganado vacuno lechero —que en principio se refiere a unas 100 vacas madres con posibilidad de aumento hasta 120, sin necesidad de ampliación de edificios e instalaciones— se han construido las siguientes edificaciones: 

Un establo principal productoras de vacas de leche, de 10 metros de ancho por 78,50 metros de longitud, o sean, 785 metros cuadrados, medidas interiores dividida en cuatro compartimentos, cada uno con su zona de ejercicio exterior de 19 metros 40 centímetros de longitud por 30 de anchura, capaces para alojar 25 vacas lecheras con posibilidad de aumento hasta 30. 

Dentro de dicha nave hay un pasillo de 2,50 metros de ancho destinado a distribución directa de alimentos hasta el pesebre con que linda, disponiendo cada compartimento de una pequeña rampla para acceso de vacas a la sala de ordeño. La división se consigue con barandillas de hierro, tanto en el interior de la nave como en la zona exterior o de ejercicio, teniendo este pasillo en sus extremos puertas correderas para acceso y salida del remolque distribuidor. 

Hay otro pasillo secundario de 1,60 metros de anchura por 42,50 metros de largo que comunica los compartimentos con otra nave que está adosada a la anterior y de 11 metros por 32,25 metros medidas interiores, o sea 354,75 metros cuadrados de superficie útil destinada a las salas de espera capaces para unas 25 vacas, sala de lavabo, sala de ordeño, "espina de pescado doble 4" con posible ampliación a "doble 6", sala de máquinas y lechería, almacén de piensos concentrados, cuartos de aseos con sus duchas y un espacio destinado a oficina. 

Establo auxiliar, que consta de una nave de 10,50 metros por 48,70 metros, medidas interiores, o sean 510 metros 30 decímetros cuadrados de superficie útil, en la que existen tres compartimentos de 1,20 metros por 1,50 metros, o sea un metro ochenta decímetros cuadrados de superficie útil para terneros lactantes; sala de monta, de 21 metros 70 decímetros de superficie útil; sala de partos, con 4 compartimentos de 3 metros 50 centímetros por 2 metros 10 centímetros; almacén de piensos concentrados, de 3,50 metros por 4,10 metros; departamento para estabulación libre de añojos, de 5,85 metros por 10,50 metros, o sea, sesenta y un metros cuarenta y dos y medio decímetros cuadrados de superficie con su zona de ejercicio de 87 metros 75 decímetros cuadrados de superficie, y departamentos para estabulación libre de añojos, de 115 metros 50 decímetros cuadrados de superficie útil con zona de ejercicio de 165 metros cuadrados útiles. 

En esta nave hay un pasillo a lo largo de la fachada posterior y con puertas correderas en sus extremos que permiten la alimentación y limpieza de terneras y distribución de alimentos y otro pasillo con puertas correderas para la alimentación de sementales y terneros lactantes, acceso a la sala de monta y al almacén de concentrados y sala de partos. 

Como edificios anejos existen un silo-zanja para forrajes, naves gemelas para almacenamiento de henos y pajas de 270 metros cuadrados de superficie edificada el almacén de henos y 103,20 metros cuadrados de superficie útil el silo. 

Existen también dos viviendas gemelas de 72,24 metros cuadrados de superficie útil cada una de ellas en una planta, con su cocina, despensa, armario empotrado, dos dormitorios, comedor, aseo con ducha, inodoro, lavabo y lavadero a desembocar en el pozo negro correspondiente. 

Una instalación de agua corriente para las necesidades de la explotación, con un depósito elevado de unos 5.000 litros a llenar con agua de un pozo de 5 metros de profundidad por 2 de sección, por medio de un grupo moto-bomba eléctrico de 2 C. V., de cuyo depósito parte la correspondiente red de distribución a todos los puntos de toma, tanto de viviendas como de establo principal y auxiliar, lechería, aseo, sala de ordeño, sala de lavado y sala de espera. 

Lo anteriormente reseñado ha sido valorado en la cantidad de siete millones ciento veintiséis mil setecientas sesenta y seis pesetas. 

Para el acto del remate se han señalado las doce horas del día diez de octubre del año en curso, en la sala de audiencia de este Juzgado, advirtiéndose a los licitadores que para tomar parte en la misma deberán consignar previamente el diez por ciento del precio de valoración, sin cuyo requisito no serán admitidos; que no se admitirán posturas que no cubran las dos terceras partes del avalúo; que las cargas anteriores y preferentes al crédito del actor, si existieran, según la certificación del Registro de la Propiedad, quedarán subsistentes, no destinándose a su extinción el precio del remate; y que éste podrá hacerse a calidad de ceder a un tercero. 

Se hace constar que no han sido suplidos la falta de títulos. 

Dado en León, a veintiuno de agosto de mi l novecientos sesenta y nueve. — Gregorio Galindo Crespo. — El Secretario (ilegible). 4259 Núm. 2938—1.342,00 ptas. 

Vida Leonesa, 23 de marzo de 1924

Páginas de la mujer

EL CRIMEN DE LA SEMANA 

Sobre las losas de la románica iglesia de San Ginés, entre las macetas ya floridas y los obscuros laureles, cayó la juventud y la belleza, el amor y la vida. La rosa roja de la pasión y el clavelón de celos, puso una nota trágica y sangrienta sobre las venerables escaleras. 

Siempre en estos meses suaves, alegres y pálidos de primavera, cuando las zarzas florecen con inocencia de novia y las violetas llenan de aroma la vida y cae sobre nosotros el polen de los árboles como una nevada poética de amor despidiéndose de los nuevos brotes y besando a las florecillas campesinas, sale siempre uno de nuestros amados españoles, de nuestros caballerescos amadores españoles partidarios del «si no me quieres, te mato y del navajazo y tente tieso... Uno de esos incorregibles adoradores, señoritos chulos y «niños bien», incapaces de nada noble, ni de nada práctico, e inútiles para formar un hogar y sostener a la mujer amada. 

¡Desgraciadas mujeres que tras de un pertinaz asedio han caído víctimas del revólver o de la navaja esgrimida por la mano de un hombre «que las quería con delirio». 

En el capítulo XIV del Quijote, Cervantes nos introduce como una bella florecilla entre las hojas de un libro amarillento, un cuento de pastores y zagalas que tiene el perfume de las narraciones de la vieja Alemania... De él pueden aprender mucho, nuestros «pasionales» de ocasión, nuestros «amados» de guardarropía. Crisóstomo, el desventurado Crisóstomo, el pobre pastor romántico y apasionado, muere de amor por la hermosísima y cruel Marcela, la zagala solitaria «tan hermosa que pasaba a su fama su hermosura» y cruel, fríamente cruel, por el que por ella había muerto de pasión... «Todo lo hermoso es amable, más no alcanzo que por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama, y más, que podría acontecer que el amador de lo hermoso fuese feo...» Y Crisóstomo, ante las atinadas razones y la explicación larga, sincera, acaso demasiado fría de la rubia y deliciosa pastorcilla «fuego apartado y espada puesta lejos», prefirió morir antes que matar a la que era toda su vida... No hizo esto el «valiente matador de San Ginés, que sólo se sintió cobarde para disparar el revolver sobre su frente inútil y para llorar como una mujer miedosa, en la celda que no habitará mucho tiempo, porque es muy fácil, desgraciadamente fácil para un abogado, defender a uno que mata por celos y amor y que un médico extienda el socorrido y desacreditado certificado de anormal, cuando no es más que un vulgar criminal y como a tal debían de juzgarlo. 

María S. MIÑAMBRES

Vida Leonesa, 6 de abril de 1924

Páginas de la mujer

EL MATRIMONIO

Había elegido otro terna para entreteneros un momento, no era éste. Pensaba hablaros de modas y lo dejo para otro día.

Una amiga mía se casa y me pide su parecer ¡ahí es nada! Alma inquieta y dolorida, más que una consulta parece un grito de socorro! Una pena compartida, es media pena y mi pobre amiga, se va a casar y está triste. El problema que me plantea no es un problema, es un abismo y esto, aun siendo una indiscreción imperdonable, me da tema, para escribir algo acerca del matrimonio. Por algo dicen que no se deben de confiar las intimidades a una amiga. La mujer, tan sublime como madre, tan abnegada como hija, tan adorable como esposa, es una mujer detestable, cuando se trata de otra mujer... Nos engañamos (o creemos que nos engañamos) con adulaciones, con besos, con arrumacos y con palabritas dulces; pero las pérfidas uñas felinas están siempre a flor de piel... Me voy perdiendo en paréntesis y en distingos, sin entrar de lleno en materia... ¿Es que tengo temor a abordar el tema, y a influir de una manera determinada en el ánimo de mis lectoras y de mi amiga?

Puede ser. Por eso debo, ante todo hacer la salvedad de que no quiero cargar con responsabilidades. ¡Es un asunto tan grave!... Mi amiga se casa y no quiere a su novio. Ese es el problema... Pero como me debo a la verdad y a la amistad, la diré: No creo que el amor en el matrimonio venga después.

Lo que podía venir es «la conformidad» que es cosa muy distinta. Claro que una mujer vulgar se puede casar con cualquiera. La cosa es tener marido, hacer rabiar a las amigas y lucir trajes, sombreros y joyas y hacer el inevitable viaje de luna de miel, aunque ésta sea de hiel... Pero para un espíritu superior, esas vanidades no compensan el «vacío interior». Creo que para unirse a otra persona para toda la vida, es necesario un intenso amor que haga llevadero el áspero sendero de la vida, que ponga sobre los ojos una venda que oculte asperezas y pequeñeces, que a su lado no se haga el tiempo largo, ni su risa nos incomode, ni sus bromas nos fastidien, ni sus penas nos dejen indiferentes... Y si no es así, casarse mi querida amiga, ya "es condenarse a cadena perpetua y voluntariamente"... Concibo el caso, en una de esas tragedias económicas, que obligan a una mujer a venderse, a sacrificarse, para evitar el suicidio del padre, la vergüenza de un desalojo, la ruina de toda una familia. A la mujer abnegada que no vacila en sacrificar la felicidad de su vida para salvar una situación así, yo la admiro sinceramente. Aquella mujer ya sabe que siempre estará distante del hombre a quien se une, que sus caricias la dejarán indiferente, que sus palabras resbalarán sobre su alma sin penetrar jamás en ella, y que, mujer, al fin, cumplirá resignadamente sus deberes de esposa. Pero ya fue al matrimonio abdicando su personalidad y del lote de felicidad a que pudo aspirar en la vida... Dentro del hogar, en el interior de la casa, habrá un hombre y una mujer, que o se atraen o se repelen, o se mantienen en planos glaciales absolutamente extraños uno a otro.

Y debe ser abrumador, terrible, el tener que pensar que siempre tendrá que encontrar uno, lo primero, aquella cara, y en la mesa, frente a frente, aquella cara, y a todas horas aquella cara, como una obsesión y un año, y otro año, un día y otro día... 

Y en una situación así ¿qué partido adoptar? ¿adoptar la máscara del amor, postura molestísima por lo falsa, la de la indiferencia o la del franco desagrado. Esta última, cuando se llega a ese extremo tiene por lo menos la ventaja de reconciliarnos con nosotras mismas, al dejar abierta la válvula de escape del indiscutible derecho al pataleo... Antes de casarse, solamente por casarse, se debe esperar tranquilamente el triunfo del amor, quo un buen día traerá el Príncipe azul que siempre llega... El secreto está en saber esperar... 

María S. MIÑAMBRES

Vida Leonesa, 1 de enero de 1925

OTRO AÑO

¡Otro año! Ya pasó otro año con su lento rodar de los días y de las noches, con el monótono deshojar de los calendarios... Los días y los meses nos van afinando, sutilizando nuestras almas, nos han hecho nuestros amores viejos, nos han dado y quitado muchas ilusiones, hemos sabido lo que es el valor y la alegría, la desilusión y la esperanza... Es la inevitable y salutífera acción del viejo Cronos-el Sol recogido todas las tardes, la momificación del aire en los antiguos arcones, las aguas quietas y brumosas de los olvidados espejos polvorientos — la que espiritualiza y sublima la que da valor y firmeza a la vida.

Es el tiempo, que concentra, que aquilata que redime, que poetiza, que mata esas eclosiones rabiosas de lo primaveral y lo naciente, despidiéndose con frialdad de nieve con la sonrisa del viejo que sabe esperar la nueva primavera... ¡Otro año!... Otro año, que empezó con sentimentales y despreciables pasioncillas de la primera edad con amoríos pasajeros y oscilantes, olvidadizos y temblones, que van y vienen y tornan y se esfuman, bajo la mirada serena del tiempo que las acecha y las vigila y las perdona..,

¡Otro año! que se llega a su dolorosa cumbre y que se quiere más a medida que los meses van pasando y el invierno de la Vida, fuerte, leal y sereno, hace desaparecer esos cariños y esos ideales de la juventud enloquecedora y limpia, y prepara nuestras almas para que en ellas se afirmen las selectas pasiones del ocaso, los recuerdos sabrosos, hondos y nuestros verdaderos ideales... Otro año que se va y otro que nos aguarda tibio, amoroso y dulce con su alegre y florida primavera, con sus ocasos dorados, con sus otoños suaves y melados en los que se halla al fin la suprema razón del equilibrio, junto con todos los consuelos, con todos los regalos, con toda la verdad sacrosanta de la religión y del misterio!... con su invierno que mira con ojos calmados y tranquilos, ojos que no vibran, ni ruedan en sus cajas inútilmente, sino que permanecen quietos y serenos, embozados en la carne matronil y suntuosa, tiernamente arada por la reja de los años!... Otro año que pasó y que nos hizo ver al final nuestras funestas equivocaciones, nuestros errores lamentabilísimos, nuestras buenas y malas acciones, pero el nuevo año nos espera, nos sonríe, nos llama para decirnos que la vida empieza todos los años, que siempre hay tiempo de renovar nuestra divina existencia, que los errores y equivocaciones tienen enmienda, que no se debe llorar cobardemente por lo que ya pasó, como esos desequilibrados sin corazón, como esos románticos de café aplaudidos por un público lampión y entronizados por un ambiente falto de poesía verdadera, ayuno del exacto concepto de la vida!

María S. MIÑAMBRES

Cueva Miñambres, Valdevimbre, Leon

Cueva Miñambres es un restaurante situado dentro de una auténtica bodega, con mucha solera, tanto es así que su existencia data del año 1608. Desde hace relativamente poco tiempo se acondicionó como restaurante, en el cuál podrá degustar exquisitos platos típicos, así como excelentes vinos de la tierra. 

Museo Hermanas Miñambres-Sala de exposiciones

El Museo Hermanas Miñambres se encuentra en la localidad de Rascafría y es un museo de indumentaria tradicional destinado a promover la cultura tradicional, con dos zonas: zona destinada a la Sierra de Madrid (permanentemente) y zona de exposiciones temporales.

 














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