Las lineas de montaje son las estrellas de la producción. Flexibles, individualizadas, siempre buscando una alta productividad. En ellas se utilizan la mayor parte de los robots industriales.
Se gesta en prensas, toma forma, se ensamblan las chapas y se suelda. Después se pinta, se quitan las puertas y se monta. De ahí directo a los controles de calidad. Si los supera, ya está. Ha nacido un coche nuevo, listo para ser vendido al cliente. Este es el ejemplo más conocido de líneas de montaje, pero no solamente existen en el sector de la automoción. Se componen de un número determinado de puestos y en cada uno de ellos se efectúa una tarea asignada en un tiempo específico.
La tendencia en la actualidad es trabajar con lineas de montaje mixtas, aquéllas en las que se producen artículos diferentes. Una misma línea debe facilitar una inmensa multitud de variantes que se fabrican bajo pedido, no por lotes. De manera que un vehículo y el que viene detrás en la producción puedan tener una ejecución diferente.
El ámbito del automóvil es el que arrastra históricamente más tradición en las líneas de montaje, y uno de los que más ha adoptado técnicas propias de la filosofía de producción just in time.
Rapidez, fiabilidad, seguridad, calidad, facilitar la labor de los operarios, mejoras en su salud... La industria ya no puede vivir sin los robots y aún menos la automovilística. Este sector es el que más demanda ha experimentado hasta el año 2006. Según datos de la Asociación Española de Robótica y Automatización Tecnologías de la Producción (ART-ATP), por primera vez se vendieron 2.527 robots, de los que algo menos de la mitad (1.256) fueron a parar a los automóviles y sus componentes.
El fabricante de robots Kuka lleva tiempo operando en este sector, además de estar presente en otras industrias: metalúrgica, alimentación, logística, construcción e incluso entretenimiento. Dentro de su oferta lo más demandado es la gama Sixx en sus modelos Scara de 4 ejes o angular de 6 ejes, de alta precisión y velocidad, con alcance muy pequeño, que mueven entre 3 y 10 kg, y el Titán, el único robot del mundo capaz de desplazar 1 tonelada, pensado para mover paletas completas o carrocerías. Ahora Kuka está trabajando en unos robots que pueden levantar su propio peso (mueven y pesan 15 kg) y que se aplican no solo en el ámbito industrial, sino también en la robótica de servicios o incluso en casa.
Motoman Robotics es una empresa que fabrica equipos de automatización para procesos de producción industrial usando los robots Motoman. Por ejemplo, para automatizar el final de una línea de montaje para paletizar un tipo de cajas con producto acabado, se puede utilizar el modelo EPL 160, un robot que alcanza un radio de 3.159 mm, tiene una repetibilidad de ± 0,5 mm y soporta una carga de trabajo de 160 kg.
Fuera del automóvil, uno de los sectores que empieza a interesarse por las líneas robotizadas es el de la alimentación. En este segmento se usan a -20° C en cámaras de congelación o se emplean para hacer cortes maestros en el despiece de cárnicos.
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