Raul es un niño de unos 7 años, inquieto y feliz. Este es su avión, no vuela, pero no por eso deja de tener dos motores y tren de aterrizaje.
El pequeño avión está construido con madera contrachapada encajada y encolada con cola blanca.
Bajo el fuselaje se encuentra el portapilas y el interruptor rudimentario. Este portapilas simula el depósito del avión fumigador.
Vista de los dos motores desde lo alto del avión.
En la primavera de 2010 el avión sufrió un pequeño accidente y perdio la cola y las dos hélices. Tras pasar por el taller de reparaciones se le añadieron unos LEDs de posición en las alas.
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