El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asistió hoy en Pola de Lena al calado del mayor de los túneles de la linea de alta velocidad que une Asturias y León. Es uno de los principales hitos de una obra que sustituirá con la alta velocidad, 300 km por hora, el actual trazado ferroviario de 83 kilómetros y 85 túneles, donde los trenes no superan los 60 km/hora. El nuevo trazado es de 50 km, de los que 40 son de túnel y 1,8 de viaductos, con lo que el 83 % del recorrido va por túnel o viaducto.
Este túnel se inició en julio de 2005. La tuneladora que venía de León ya había terminado su trabajo y la de Asturias fue la que realizó el derrumbe de la pared que separaba ambas tuneladoras. En realidad, de momento sólo una de los dos tubos del túnel ha quedado calado. El otro tiene aún 3,5 kilómetros por perforar y está previsto que terminará el calado la próxima primavera (La velocidad media de perforación es de unos 600 metros al mes).
Para la excavación, se han movido cinco millones toneladas de materiales, que harían un montón de 900 metros de altura con una base similar a un campo de fútbol. Se han colocado 229.000 dovelas, los anillos del túnel, de siete toneladas cada una, para las que han sido necesarios 700.000 metros cúbicos de hormigón. La obra es especialmente compleja además por las características geológicas del terreno. El espesor de las dovelas es de entre 50 y 60 centímetros, casi el doble que las de Guadarrama, donde la cordillera tiene una menor capacidad geomecánica, es decir, que el Pajares es menos resistente. En estos túneles se han gastado unos 1.700 millones de euros de un total de 2.350 millones de la Variante de Pajares, lo que supone algo menos de 50 millones de euros por quilómetro.
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