Hace no muchos años, cuando la economía mundial era floreciente, las compañías navieras construyeron un gran número de nuevos gigantes de acero para surcar los océanos. Ahora, sin embargo, muchas de esas líneas de contenedores están interesadas en deshacerse de sus naves. Esta es una razón, pero no la única, de que el negocio de desguace de barcos en el sur de Asia esté en auge.
Situación de los desguaces y del puerto de Chittagong.
Las playas de arena al norte de Chittagong en Bangladesh parecen cementerios gigantes de acero. Los buques alineados en la playa quedan dispuestos para el desguace. Otros están tan desarmados que sus cascos son todo lo que queda de ellos. Encontramos todo tipo de embarcaciones: graneleros, portacontenedores, transportes de vehículos y petroleros.
Playas de Sitalpur y Jahanabad en Chittagong.
Los restos son vestigios de un mundo que desaparece. Una vez que los océanos se convirtieron en buques insignia de la globalización. Ahora son símbolos de un orden que amenaza con hundirse con ellos.
Barcos preparados para el desguace en Chittagong.
La crisis económica mundial y la reducción del comercio es tan grave que un número creciente de buques, algunos más grandes que el Titanic, están siendo retirados de sus rutas y enviados a astilleros de desguace para ser vendidos por piezas. Los fletes y el arriendo de buques han disminuido y algunas líneas regulares de pasajeros han cerrado. Algunos buques portacontenedores que aún navegan apenas pueden cubrir sus gastos. El exceso de capacidad de transporte creado en tiempos de auge ha acelerado el flujo de buques hacia el desguace.
Sin embargo, un negocio reemplaza a otro. El desguace de buques es el negocio en estos tiempos. El proceso comenzó en 2008 y supone el desguace de buques con un total de 10 millones de toneladas de acero. No se pueden dejar los barcos anclados por los puertos de todo el mundo, pues ello tiene un coste. Gran parte de las operaciones de desguace se realizan en el sur de Asia y con un escaso control laboral y mediambiental.
El mejor lugar para el desguace de los buques se encuentra en la gran playa situada cerca de Alang, en la parte sur del estado indio de Gujarat. Las mareas son de gran amplitud, permitiendo a los buques acercarse hacia tierra firme por sus propios medios. Una vez que la marea está baja y el casco se encuentra fuera del agua, comienza el trabajo de desmontaje y troceado de los barcos.
Es una actividad frenética. Silbido de sopletes, chirriar de gruas y golpes de mazos se suceden a lo largo de la playa de 11 kilómetros. Un barco de carga a granel que hasta hace poco podría haber llevado bauxita o grano desaparece en 40 días.
Hace unos pocos años, cuando la actividad económica estaba en pleno apogeo, pocos barcos se desguazaban en Alang. Muchas de las empresas dedicadas a ello cerraron debido a la falta de trabajo. Pero ahora se trata de un negocio floreciente que proporciona millones de dólares a partir de la chatarra.
Nadie conoce mejor este negocio que el indio Anil Sharma, un activo comprador de buques de desguace, que trabaja desde sus oficinas situadas en Maryland (EE.UU.). Este empresario vende estos buques a las pequeñas fábricas de Chittagong o Karachi, en donde se conviertan en acero para la industria de la construcción.
La empresa de Anil Sharma, ( Global Marketing Systems) se ha convertido en el mayor comprador mundial de buques para chatarra. Esta empresa maneja alrededor de un tercio de todos los barcos condenados al desguace.
En Alang se desguazan barcos con muchos más medios.
Uno de los mayores centros de desguace de barcos se encuentra al oeste de Karachi, en Pakistán, donde se almacenan lotes gigantescos de buques. En algunos lugares los barcos se apilan unos encima de otros, hasta llegar a tres alturas. En Alang, se desguazaron más de 125 buques entre diciembre de 2008 y marzo de 2009, casi tantos como entre los años 2007 y 2008.
Las compañías navieras deben deshacerse de sus viejos barcos de carga para hacer frente al problema. Durante el auge económico mundial se encargaron nuevos buques sin parar, dando lugar a un exceso de capacidad de transporte, al igual que había ocurrido en el sector del automóvil.
Casi el 90 por ciento de las actividades de desguace de buques del mundo tienen lugar en la India, Pakistán y Bangladesh. Los trabajadores que arrastran las placas de acero, los cables eléctricos, las tuberías, las calderas o las escotillas van dejando toda una serie de residuos entre los que se encuentran el asbesto y los materiales aislantes, que les afectan a ellos mismos y al medio marino.
Las partes que no pueden ser fundidas se venden en bazares enAlang, en un nuevo tipo de bazar. Aquí están a la venta las puertas, mesas, sofás, alfombras, platos, refrigeradores, acondicionadores de aire e incluso la bañera del capitán.
Los buques llegan, desde hace tres décadas, a la Bahía de Bengala y al Mar Arábigo para su desguace. Los astilleros de Corea, Taiwán, Japón y Europa prefieren construir o reparar sus buques en diques secos, dejando el trabajo sucio a los demás.
Un trabajador en la playa de Gadani (Pakistán) gana 280 rupias (Menos de tres euros) al día. Sin embargo esta actividad genera una gran riqueza en las regiones de desguace. Un país con pocos recursos naturales, tal como Bangladesh, puede hacer un buen uso de esta chatarra, porque la producción de su propio acero a partir de mineral de hierro sería mucho más costosa.
3 comentarios:
creo que las condiciones a la que tienen a las personas trabajando en ese deshuesadero de chatarra es deporable y la contaminacion de todos esos barcos le saldra mas caro despues limpiar y/o arreglar todo eso.
Tuve la oportunidad de ver un reportaje en cuanto al tema y la verdad deja bastante que desear las condiciones paupérrimas de trabajo y las remuneraciones recibidas son de 1,5 dollar por 8 hora de trabajo,explotación consentida que a estos desdichados hombre no tiene mas que aceptar. Un trabajo infernal sobre la tierra y los derechos humanos donde están ? crucificados en los altares del capital.
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