En la abrupta costa norte de la isla de Mallorca se encuentra un lugar muy bonito, Sa Foradada. Un islote unido a tierra firme por una estrecha faja de tierra y con un agujero característico que le da nombre.
Junto al mar las maderas de la barandilla de las escaleras rudimentarias están resecas y blancas, pero conservan aun gran consistencia.
La imagen es de la cara superior de uno de estos palos, de unos 10 centímetros de grosor. Nos deja ver la doble estructura circular y radial de la madera y unas cuantas heridas oxidadas, de otros tantos clavos, que sujetaron en algún momento otros palos sobre la barandilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario