Alrededor de 15.000 habitantes de la localidad canadiense de Fort McMurray empezaron este miércoles a regresar a sus hogares que abandonaron cuando la ciudad fue evacuada el 3 de mayo por un gigantesco incendio forestal. Durante una conferencia de prensa, las autoridades canadienses señalaron que a medio día unas 7.500 personas ya habían regresado a la ciudad y que esperaban que una cantidad similar llegase a Fort McMurray antes de la noche. Los evacuados fueron recibidos por centenares de policías, bomberos y personal de los servicios de emergencia para garantizar la seguridad de los retornados.
Las autoridades canadienses añadieron que 810 empleados de compañías aseguradoras también se encuentran en Fort McMurray para procesar las reclamaciones de seguros según los habitantes regresan a sus hogares y verifican los daños en sus propiedades. Otros 740 agentes tienen previsto llegar a la ciudad en las próximas horas.
Y más de 400 trabajadores de las compañías eléctrica y de gas natural trabajan para restaurar de forma paulatina los servicios en las distintas áreas de la ciudad. El 10 % de Fort McMurray quedó destruido por el incendio forestal, que ha sido apodado "la bestia" por su tamaño, la rapidez y voracidad con la que ha consumido miles de kilómetros cuadrados de bosque boreal. Pero la labor de unos 200 bomberos que permanecieron en Fort McMurray tras la orden de evacuación obligatoria salvó centenares de hogares y las principales infraestructuras de la localidad.
Los alrededor de 80.000 habitantes de Fort McMurray, situada en el noroeste de Canadá, fueron evacuados de forma inesperada el pasado 3 de mayo cuando un incendio forestal se aproximó con rapidez a la localidad amenazando con aislar la ciudad. El incendio, que ya ha consumido más de 5.000 kilómetros cuadrados de bosque, sigue activo y fuera de control pero alejado de Fort McMurray.
Las autoridades canadienses han decidido que el regreso de los habitantes de Fort McMurray se realice de forma escalonada durante varias semanas para garantizar la seguridad de los habitantes. El martes, las autoridades cancelaron el regreso previsto para este jueves de varios centenares de habitantes al detectar que sus viviendas estaban contaminadas con cenizas tóxicas.
El incendio, el más grande de los 40 registrados en la provincia de Alberta (oeste de Canadá), amenazó dos campos petrolíferos del sur de la ciudad, una de las más ricas del país norteamericano. Al menos 10 explotaciones han reducido la producción debido a las evacuaciones y otras medidas de emergencia que complicaron la distribución del crudo.
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