En diciembre de 2015 salieron al mercado los 4x4 Kantanka "made in Ghana", con una gama que va de los 16.500 a los 32.000 euros.
El empresario Kwadwo Safo Kantanka, ha creado prototipos de diversos objetos curiosos, como un coche cuya puesta en marcha se activa con un reloj, robots que hablan, una televisión controlada por la voz y un prototipo de helicóptero de combate. En sus talleres emplea a unos 250 obreros en Gomoa Mpota, a unos 60 km al oeste de la capital, Accra.
Pero Kwadwo Safo Kantanka no es solamente un industrial prolífico, como exitoso pastor, posee 137 iglesias, así como varias empresas cuyos ingresos le permiten financiar sus proyectos.
Ghana, un país estable de 25 millones de habitantes, considerado como un modelo democrático en África occidental, ha tenido un fuerte crecimiento económico en los últimos años, basado esencialmente en la exportación de materias primas, cacao, oro y petróleo.
Los 4x4 Kantanka se parecen exteriormente a los de las grandes marcas mundiales. Su rejilla delantera está adornada con una estrella de cinco puntas plateadas, el logo de la marca y el símbolo de Ghana. En el interior, el tablero de a bordo incluye motivos en madera procedentes de los bosques ghaneses, y asientos de cuero color crema fabricados en Kumasi, en el centro del país.
Pero Kantanka se ha visto obligado a importar algunos elementos clave, como los vidrios, los neumáticos o los frenos.
La marca lanzó una campaña publicitaria con estrellas de cine y de música locales, utilizando asimismo las redes sociales.
Pero el mercado nacional es pequeño: solamente 12.000 vehículos nuevos y 100.000 de segunda mano cada año. Y dados sus precios, solo los muy ricos podrán comprarse un Kantanka.
“En África lo que tenemos es mucha luz del sol. Lo que nos falta es transporte público. Así que decidimos juntar las dos cosas: creamos un bus solar”. Así explica Richard Madanda, vicepresidente a cargo de desarrollo de la compañía Kiira Motors, una idea que comenzó como un proyecto extracurricular de los estudiantes de la Universidad Makerere, en Uganda, aunque después, el Gobierno de ese país del Este de África decidió darle financiación.
De esta idea ha salido finalmente el modelo Kayoola, un autobús de lujo de 35 asientos. Es el primer vehículo completamente diseñado en África que es eléctrico, pero sus dos baterías se pueden alimentar tanto de la corriente eléctrica como de los paneles solares que lleva en el techo.
Los fabricantes de automóviles mundiales no dejan de buscar su expansión por todo el mundo. Pero el globo es finito y el mercado comienza a conocer sus límites; ahora parece que solo el África subsahariana ofrece un espacio para el crecimiento.
"África es realmente la última frontera de la automoción", asegura Mike Whitfield, director de Nissan para la región de África subsahariana, en una entrevista a Bloomberg. "Aún tiene una población muy poco motorizada", explica.
La base la puso hace dos años el gobierno de Nigeria, cuando dio a conocer sus primeros incentivos para que los fabricantes de automóviles establecieran sus plantas de producción en el país, la mayor economía del continente. Hoy, tras un vertiginoso avance, ya hay en Nigeria al menos 36 fabricantes con licencia de producción: Ford, Nissan o Volkswagen ya ensamblan vehículos en colaboración con socios locales.
Nigeria está tratando de unirse a Sudáfrica como la única base de fabricación para la industria del automóvil en el África subsahariana, mientras que otros países como Etiopía o Uganda tienen la esperanza de seguir su ejemplo.
La propiedad de vehículos en el continente se estima, según la Organización Internacional de Constructores de Automóviles, en menos de 50 por cada 1.000 personas, en comparación con la proporción de 800/1.000 que ronda Estados Unidos. Pero la demanda de vehículos particulares está creciendo en el África subsahariana conforme mejoran las infraestructuras y la calidad del combustible y los jóvenes con ingresos empiezan a buscar cada vez más movilidad, relata Whitfield a modo de diagnóstico.
Por el momento, las ventas de vehículos nuevos en el África subsahariana son minúsculas para los estándares globales y casi todos los coches comprados fuera de Sudáfrica son importaciones, muchos de ellos de segunda mano. Y aunque los fabricantes de automóviles en Nigeria han comenzado a montar vehículos ligeros a partir de piezas importadas, queda todavía un largo camino hasta la fabricación masiva de automóviles en la región.
El desarrollo a gran escala de la industria automotriz en África requerirá de la reducción de la avalancha de coches de segunda mano y el desarrollo de la fabricación y el suministro de componentes locales, considera Anthony Black, profesor de economía en la Universidad de Ciudad del Cabo. "Se necesita una integración regional, políticas apropiadas en el sector del automóvil y también mejorar las infraestructuras y las habilidades", asegura.
Un puñado de fabricantes de automóviles ha fundado recientemente la denominada Asociación Africana de Fabricantes de Automóviles, con el fin de coordinar esfuerzos y asesorar a los gobiernos sobre las políticas, explica Jeff Nemeth, director ejecutivo de Ford en el África subsahariana. El grupo está en conversaciones con Nigeria sobre la mejor manera de atraer a proveedores de piezas para el país. "Hemos hecho esto muchas veces en diferentes países de todo el mundo", advierte Nemeth.
Nigeria no es el único país africano que intenta promover la producción de vehículos nacionales y los fabricantes de automóviles esperan que su nueva asociación pueda ayudar a coordinar las políticas y la inversión en la región. "Todo el mundo no puede tener una planta de ensamblaje", prosigue Nemeth. "La idea sería tener algún tipo de acuerdo comercial panafricano, donde tal vez construimos motores en Uganda, pero los ponemos en vehículos en Nigeria y luego enviamos los vehículos de vuelta a Uganda, libre de impuestos".
El único país de África subsahariana con una producción automotriz real es Sudáfrica, que ha utilizado los incentivos del gobierno para atraer fabricantes. El organismo de la industria local proyecta exportaciones automotrices récord este año de unos 344.000 vehículos, llegando a 386.100 en 2016.
Nigeria, que tiene la esperanza de emular ese éxito, ya tuvo un incipiente sector de la automoción en la década de 1970 que acabó floreciendo. Ahora trata de revitalizar la industria para diversificar su economía más allá del petróleo, conforme los precios del crudo se hunden.
El plan de desarrollo por la industria automotriz puesto en marcha por el gobierno de Nigeria en el año 2013 para despertar el interés de los fabricantes de vehículos continúa dando buenos resultados.
Entre los últimos fabricantes que han llegado al país africano atraídos por las facilidades otorgadas por la administración nacional se encuentran Honda, que ha desarrollado una nueva planta de ensamblaje para motocicletas, o Volkswagen, que el 7 de julio puso en marcha su nueva planta en este país.
Además, el pasado 2014 la Alianza Renault-Nissan también anunció su intención de llegar a ser el mayor fabricante de automóviles en Nigeria, a lo que contribuirá la joint venture que mantiene con el conglomerado Stallion Group, empresa dedicada al montaje de vehículos de Nissan, Volkswagen e Iveco, entre otras marcas.
El gobierno nigeriano ofrece incentivos a las empresas entre los que se incluyen la eliminación de aranceles para las piezas que se transporten hacía el país con el objetivo de realizar el montaje en el mismo.
Además, las compañías pueden beneficiarse de una rebaja de impuestos de cinco años al instalarse en cualquier parte del país, así como una reducción fiscal del 20% en las inversiones en infraestructura a realizar, incluyendo carreteras.
Sorprende saber que en las últimas décadas, especialmente desde 1990, la producción de automóviles se ha convertido en la mayor contribuyente al PIB de Sudáfrica y representa la mayor parte de las exportaciones manufacturadas del país. Según los datos publicados recientemente por la asociación internacional de fabricantes de vehículos, OICA, Sudáfrica se encuentra entre los 25 principales productores de automóviles en todo el mundo.
En 2013 el país produjo 545.913 vehículos desglosados en 265.257 coches y 280.656 vehículos comerciales. La industria del automóvil es uno de los principales generadores de empleo, cerca de 30.000 personas trabajan en la producción de vehículos nuevos para los principales fabricantes de coches y los fabricantes especializados de vehículos comerciales y autobuses. Desde que se estableciera la primera fábrica en 1924, la producción de automóviles en Sudáfrica ha crecido notablemente y hoy en día exportan vehículos a 53 países, entre ellos Japón, EEUU, Australia, Alemania y Reino Unido.
Sin embargo, la industria no está limitada a la producción de vehículos completos, es uno de los principales exportadores de componentes tales como convertidores catalíticos, neumáticos, motores, tubos de escape, silenciadores y piezas de repuesto. La mayoría se exportan a Europa, que representa el 70% del total. De los 117 países que importan estos productos, Alemania es el principal receptor.
Sudáfrica es un país enorme compuesto por 11 provincias, sin embargo, la producción automovilística está concentrada en tan solo dos: Cabo Oriental y Gauteng. No obstante, una tercera provincia, KwaZulu Natal también cuenta con plantas de producción de Toyota y Bell Equipment. Los fabricantes originales con fábricas en Sudáfrica se benefician de los reducidos costes de producción y del acceso a nuevos mercados gracias a los acuerdos comerciales con la UE y la zona de libre comercio de la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional.
Hoy en día Sudáfrica produce el 80% de los vehículos del continente, aunque esta proporción podría reducirse drásticamente a medida que los fabricantes globales descubran las ventajas de las condiciones favorables en las economías emergentes como Nigeria. Sin embargo, los grandes agentes de la industria del motor ya están consolidados en Sudáfrica y es probable que mantengan su presencia allí por el momento.
BMW comenzó su producción en 1968 en Sudáfrica a través de una empresa llamada Praetor Monteerders en Rosslyn, Gauteng. Cinco años más tarde BMW adquirió la empresa y estableció BMW Sudáfrica. Es notable que Rosslyn sea la primera planta de la empresa fuera de Alemania. Hoy en día su producción está centrada exclusivamente en la Serie 3.
Ford Motor Company of Southern Africa (FMCSA) invirtió recientemente más de 3.400 millones de Randes para transformar sus dos plantas de producción en instalaciones de primera categoría para fabricar los nuevos motores de los modelos Ford Ranger y Duratorq TDCi. Están produciendo estos vehículos para el mercado doméstico y sobretodo para la exportación a más de 148 países. La gran inyección de capital ha permitido acceder a la tecnología que permite a la planta de ensamblado de Silverton en Pretoria producir más de 110.000 unidades anualmente. Silverton ensambla vehículos comerciales ligeros que se complementan con la importación de vehículos de pasajeros de diversos países.
General Motors ha sido uno de los primeros fabricantes de vehículos en Sudáfrica, también desde Cabo Oriental. Los modelos Chevrolet forman parte del folclore nacional y llevan vendiéndose en el país desde 1913, aunque las primeras instalaciones de producción se construyeron en 1926. Desde el principio las operaciones en Sudáfrica produjeron para marcas como Chevrolet, Oakland, camiones GMC, Buick, Pontiac, Oldsmobile y Vauxhall. Durante el apartheid la empresa cesó la producción y retiró sus inversiones en Sudáfrica, aunque mantuvo su presencia a través de Delta Motor Corporation. GM volvió rápidamente cuando finalizó el apartheid al adquirir el 51% restante de las acciones de Delta.
Port Elizabeth es el principal centro de producción de vehículos en Sudáfrica y allí se encuentra también la gran y moderna planta de Volkswagen en Uitenhage. Volkswagen South Africa ha avanzado mucho desde su fundación en 1946. La aventura africana de la empresa comenzó cuando la corporación Studebaker Export Corporation de Indiana firmó un acuerdo de franquicia con South African Industrial and Commercial Holdings, lo que dio origen a la empresa South African Motor Assemblers and Distributors Ltd (SAMAD), más adelante VWSA.
Mercedes-Benz es otro gigante automovilístico con base de producción en Sudáfrica. El fabricante alemán también tiene su base en Cabo Oriental, pero más cerca de la costa, en East London. Mercedes-Benz tiene presencia en Sudáfrica desde principios de los años 50, y desde entonces la planta ha producido cuatro generaciones del Mercedes Clase C, la línea de modelos de mayor volumen de Mercedes-Benz. Desde el año 2000 la instalación ha exportado modelos sedán con el volante a la derecha y en 2007 comenzó también a producir modelos con el volante a la izquierda para exportarlos a EEUU. En 2013 los cerca de 2.700 empleados produjeron 50.000 unidades del Clase C sedán.
La presencia de Nissan en Sudáfrica se remonta a los años 70, cuando el fabricante japonés comenzó a utilizar plantas de ensamblado locales para vehículos a partir de kits CKD. Debido a la gran demanda de sus vehículos, Nissan se instaló en Rosslyn y actualmente disfruta de una cuota del 8% en el mercado sudafricano. Un año después de crear la alianza Renault-Nissan Alliance en 1999, la empresa aumentó su presencia en Sudáfrica mediante la adquisición de una participación del 37% en Automakers; 12 meses después el nombre de la entidad pasó a ser Nissan South Africa.
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