lunes, 13 de junio de 2016

Camión Babcock diesel de 4 toneladas


El País Vasco muy pronto se hizo suministrador de componentes para grandes marcas nacionales como Hispano-Suiza, Ford y General Motors Peninsular. También se construyeron sus propios modelos como los camiones y autobuses de la marca Naval-Somua, fabricados en Sestao (Vizcaya) con ayuda de piezas franceses a partir de 1929, logrando vender bastantes unidades durante algunos años.

Más notorios aún se hicieron los talleres de la SEIDA en Zorroza, donde ya a partir de 1936 se inició el montaje de camiones marca Dodge. Asentado el bando nacional en Bilbao, en estos talleres se prestaba el servicio de Automovilismo Militar para continuar con el montaje de vehículos.


Desde 1935 SEIDA montó camiones marca Dodge en su planta de Zorroza.

El Gobierno Español publicó una orden en julio de 1939 perfilando la orientación de las empresas.
En los planes de reconstrucción nacional ocupan lugar de toda preferencia por sus extraordinaria influencia en el desenvolvimiento económico, el de los elementos de transportes de todas clases. Entre estos últimos los vehículos automóviles en sus diferentes especialidades constituyen un sector de suma importancia, que por sus particulares características requiere para su recuperación y desenvolvimiento especiales soluciones.
No sólo se hablaba de la recuperación de los vehículos militares, sino también de la fabricación completa y total de vehículos nacionales en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades del mercado.

Ante tanto supuesto apoyo de la administración en la preparación de grandes empresas productoras de vehículos de toda índole, el autor del citado estudio hizo en su trabajo un exhaustivo estudio de costes y viabilidad para instalar una producción de camiones en Bilbao, apoyado por las industrias ya existentes, que podría tener en poco tiempo una gran importancia, también para la exportación.

Tampoco faltaba una vista esquemática en planta y alzada del modelo a construir, basándose en un camión de 4,5 toneladas por ser el más necesitado. El autor también incluye el dibujo de la planta de producción con todos sus detalles de este camión, que lo nombra como “National”.

Lo que más fascina es el concienzudo trabajo de buscar hasta el mejor lugar para la ubicación de la supuesta fábrica, estudiando a fondo la cercanía de otras posibles empresas suministradores y el acceso a la mano de obra, encontrando como lugar más apropiado la zona de Urbi (Galdácano) en Vizcaya, de carácter semirural, por la cercanía de importantes empresas industriales y la proximidad a Bilbao, que aportaría parte de los trabajadores necesarios.

A la Babcock & Wilcox se le asignaba la producción de los bloques motor, la culata, cigüeñales, árboles de levas y válvulas, así como la caja de velocidades, repartiendo los demás componentes y piezas a otras empresas de la región; mientras que los neumáticos los aportaría la Firestone Hispania, que tenía su sede en la propia Urbi.

Un exhaustivo estudio de costes de producción, de necesidad de personal, de productividad necesaria para la amortización, calculado hasta en céntimos de peseta, deja al final claro que podría salir rentable la producción del camión denominado “National” –con la “t” en vez de la “c” para darle carácter internacional.

Finalmente Babcock & Wilcox desarrolla este camión, que otras empresas se encargarán de carrozar.


Camión Babcock & Wilcox de la CAMPSA.


SEIDA también fabricaba una cabina para el camión desarrollado por Babcock & Wilcox.



Motores marinos diésel y tractores Babcock Wilcox en la fábrica de Galindo (Bilbao 1950).


Los mismos tractores en la nave de montaje.


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