sábado, 9 de noviembre de 2019

El puerto de Barcelona


En 1859 , el ingeniero jefe de la provincia de Barcelona, Josep Rafo, presentó al Ministerio de Fomento un proyecto de obras y mejoras del Puerto de Barcelona que asegurara un abrigo seguro a las embarcaciones y pudiera acoger grandes barcos. Era un proyecto ambicioso que, llevado a cabo en su totalidad,superaba en extensión el Puerto de Marsella.


El Ministerio de Fomento aceptó el proyecto de inmediato, hasta el punto que Ildefons Cerdà lo incorporó en su plan del Ensanche. Pero una obra de tal magnitud requería de un gran financiación y voluntad política: los militares habían dejado claro que había que mantener la Ciutadella, el castillo de Montjuïc y la muralla de mar.


Las obras atascarse una década, hasta que un 5 de febrero de 1869 armadores, comerciantes y empresarios marítimos, Junto con el Ministerio de Fomento, constituyeron la Junta de Obras del Puerto de Barcelona, ​​una institución pionera en el Estado que permitió que Barcelona y Cataluña contaran con un puerto adecuado al crecimiento de su economía y facilitar su apertura comercial en el mundo.


En el siglo XVI, Barcelona está abierta al comercio marítimo a los pies de Montjuïc, pero los barcos son vulnerables a los temporales y las obras de los primeros diques alargan durante siglos. cuandolas antiguas murallas de la ciudad se derriban, El Puerto por fin puede crecer para adaptarse a una actividad comercial cada vez más intensa.


En 1869, hace 150 años, se constituye la Junta de Obras del Puerto de Barcelona, Una organización moderna que aporta la gestión y la financiación necesarios para desarrollar su proyecto de expansión y canalizar el potencial real del Puerto.


Es la época de la Revolución Industrial, del Plan Cerdà, De la Exposición Universal y de la energía de vapor. El mismo 1.869 terminan las obras en el canal de Suez y se reduce a la mitad el trayecto entre la Europa Occidental y el Lejano Oriente: el tráfico naval en el Mediterráneo ha cambiado para siempre.


Entre mayo de 1870 y junio de 1875 se extraen casi dos millones de metros cuadrados de sedimentos, Una operación que cuesta más de tres millones de pesetas. Por primera vez en la historia del Puerto, parece que los barceloneses ganan la partida al entorno.

A principios del siglo XX, cuando por fin se ha conseguido dragar el fondo del Puerto de manera eficiente, la Junta de Obras del Puerto aprueba la creación de más superficie terrestre para atender mejor la creciente cantidad de mercancías que transportan los nuevos barcos. La actividad en el Puerto es cada vez más frenética. El mundo avanza a velocidad de vértigo y Barcelona le sigue el ritmo.

Durante la primera mitad del siglo XX, el mundo atraviesa momentos convulsos. Las dos Grandes Guerras crean un clima de inestabilidad que afecta la actividad portuaria. A pesar de que durante los años de la Primera Guerra Mundial el Puerto continúa creciendo, la Guerra Civil deja el país en ruinas. A finales de los años 50 se potencia el Puerto de Barcelona como corazón de la importación y la exportación que pide una economía en recuperación.

En 1966 comienza la construcción de nuevas infraestructuras estratégicas, Como el muelle de la Energía, y se inicia la expansión hacia el sur. El Puerto crece con la ciudad mientras ve llegar una nueva herramienta que revolucionará el transporte de mercancías: el contenedor. En los años 80 el Puerto inicia un proceso para transformar sus muelles interiores y abrirse a la ciudad. El muelle de la Madera se convierte en el primer espacio para pasear y para disfrutar del Puerto.

La designación de la ciudad como sede olímpica supuso un incentivo para el puerto ciudadano -el Puerto Viejo-, si bien la mayoría de las nuevas infraestructuras (rambla de Mar, World Trade Center, Palau de Mar, Aquarium, IMAX, Maremagnum ...) inauguraron después de los Juegos, en 1995.




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