El Pozo Bárbara fue la primera perforación vertical en Barruelo de Santullán. Los trabajos comenzaron en 1873, tres décadas después de que en la cuenca del Rubagón se iniciase la explotación del carbón con minas de montaña, motivados por la escasez de las reservas en superficie.
En un primer momento se empleó para labores de reconocimiento del yacimiento, por lo que solo contaba con un pequeño castillete de madera y cajas de dos válvulas para desaguar. Pero poco después, Ferrocarriles del Norte, empresa concesionaria de las minas barruelanas, hizo una inversión astronómica para modernizar la maquinaria, y en 1883 lo reformó y amplió, habilitándolo para la extracción del carbón.Dentro de esa inversión se incluyó la adquisición de un nuevo castillete metálico en Bélgica, de 28 metros y más de 44 toneladas de peso, que es considerado uno de los más bonitos que se instalaron en la Provincia de Palencia. Se dividía en dos niveles, uno a la altura del brocal por el que salía el carbón, y otro a 12 metros por el que salía el escombro. El coste total, una vez montado, fue de 32.632 pesetas.
Pero a medida que la explotación crecía en importancia, este sistema empezó a no dar abasto a sacar agua y la extracción de carbón se quedó a la mitad de sus posibilidades. Por tanto, se instaló una bomba alemana de 60 caballos que funcionaba con vapor y que, aunque consumía 180 kilos de hulla, permitía el desagüe de unos 80 metros cúbicos de agua por hora.
De esta forma la capacidad de extracción del pozo Bárbara aumento hasta las 60.000 toneladas de carbón al año. Además, se redujeron costes y se aumentó el beneficio de la empresa.
Los mineros accedían a través de una escalera excavada en la roca, por la que tenían que descender 278 escalones, mientras que el carbón salía en vagones de madera que podían cargar 700 kilos cada uno y que ascendían en jaulas tiradas por un motor de 25 caballos de vapor.
Pese a todo ello, apenas 15 años después de su puesta en marcha, diversas causas abocaron al Pozo Bárbara al cierre. Entre ellas, destacan las continuas filtraciones de agua del río Rubagón, un fallo en la ejecución de la perforación del pozo, que hizo que la caña no estuviera bien aplomada y perdiera sección a medida que se iba profundizando; y la competencia con las minas del valle de Aller en Asturias.
Aunque si observamos el paisaje de Barruelo de Santullán, todavía hoy en día vemos la transformación que supuso para el pueblo: la parte alta del parque es la escombrera que se formó durante el laboreo de su primer pozo vertical.
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