miércoles, 6 de noviembre de 2024

La corriente de chorro polar

Una de las mayores incógnitas sobre la dana es si lo que ha sufrido Valencia se debe a lo que pasa a más de 5.000 kilómetros de distancia, cerca del Polo Norte. Es una posibilidad cierta. Desde hace años se están observando cambios en la corriente de chorro polar, el régimen de vientos de oeste a este que sopla en latitudes altas del hemisferio norte y que es responsable de que los vuelos transoceánicos tarden unos 40 minutos menos en ir de Nueva York a Madrid que viceversa.

Esta corriente es fundamental para regular el clima del hemisferio norte. Funciona como una frontera entre el frío polar y las corrientes de aire cálido que suben desde el Ecuador. Esa frontera no es recta, sino que tiene ondulaciones que dejan pasar aire cálido llegado del sur o gélido del norte. En los últimos años, esas ondulaciones parecen haberse hecho mucho más pronunciadas, de forma que las bolsas de aire polar se descuelgan como meandros de un río hasta latitudes mucho más bajas y con más frecuencia. Al llegar al sur de Europa, las bolsas de aire frío en altura se encuentran con el calor y la humedad que ascienden desde las aguas del Mediterráneo, más cálidas de lo normal, y generan tormentas de lluvia mucho más intensas y largas, pues se recargan una y otra vez.


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