domingo, 10 de mayo de 2009

Vivir en el espacio (IV)

En la exposición del INTA "Vivir en el espacio", que tuvo lugar entre el 3 de abril y el 3 de mayo en el edificio Cubic de Viladecans (Barcelona), pudimos ver muchos objetos relacionados con los viajes espaciales. Aquí se pueden ver diversas muestras de comida espacial.

Comida china.

Para los tripulantes rusos y norteamericanos de la Estación Espacial Internacional , el momento de la comida es muy especial. Les ayuda a relajarse de las largas jornadas de trabajo. Entre los platos del menú de la NASA podemos encontrar chuletas, teriyaki de pollo, huevos revueltos y bife strogonoff con fideos, mientras que las raciones rusas incluyen pollo y arroz, pescado y omelettes de jamón y ciruelas. Ambos menús también presentan una variedad de frutas, vegetales y tentempiés.

Recipientes de cola para su uso en el espacio.

Cuando el quinto turista espacial, el estadounidense Charles Simonyi, llegó a la ISS, en abril del año 2007, llevaba una cesta de comida gourmet para animar la dieta de sus compañeros astronautas. Durante los ocho días que permaneció a bordo de la ISS, Simonyi consumió alimentos creados por el chef francés Alain Ducasse, por encargo de la Agencia Espacial Europea (ESA). Los platos, desarrollados en el Centro Nacional Francés de Estudios Espaciales, incluían codornices asadas, pechugas de pato rellenas con alcaparras, pollo al queso con retoños de apio y puré de patatas con nueces. En el postre se ofrecía arroz con leche, frutas cristalizadas, agua y jugos, porque en la ISS rige una severa ley seca.

El maestro de cocina francés Alain Ducasse está orgulloso de preparar platos únicos para las tripulaciones de la ISS. Recibió el encargo de elaborar comidas para ocasiones especiales, como la Nochevieja, los cumpleaños o la llegada de nuevas tripulaciones. Ha preparado 13 recetas distintas que incluyen 3 primeros platos, 6 segundos platos (carne o pescado) y 4 postres. En la ISS se han de calentar los recipientes en el horno microondas de la Estación.

Otra opción es el Menú Barcelona, realizado por tres chefs españoles: Carles Abellán, Carles Gaig y Enric Rovira. Se trata de una propuesta de nueve platos, que incluyen: escalivada de berenjena y pimientos envasado al vacío, guisantes con zanahoria y panceta, plato termoestabilizado a 115º, arroz con calamares como plato principal y, de postre, "bombones planetarios", creados por Enric Rovira.

Sobre de arroz con pollo.

Aunque se ha avanzado mucho en la mejora de las condiciones de vida en el espacio, comer en órbita supone algún inconveniente. Tan pronto como los tripulantes se encuentran en microgravedad, experimentan cambios en sus fluidos corporales. Algunos de los que normalmente se encuentran en la parte baja del cuerpo se trasladan a la parte superior, dejando a los tripulantes con una ligera sensación de congestión en la cabeza y la nariz tapada. Esto afecta a la forma en la que se perciben los sabores, algo similar a lo que sucede cuando uno se resfría. Es por esto que se usan bastante las salsas picantes y el ketchup para realzar el sabor.

Otro inconveniente relacionado con la microgravedad es el hecho de que la comida y la bebida floten por toda la nave, lo mismo que los cubiertos. Migajas y líquidos pueden dañar el equipo o ser inhalados accidentalmente por los astronautas. Por eso, las bebidas y sopas van envasadas en bolsas de plástico cerradas al vacío, con tubos de plástico que facilitan su consumo. Para los cubiertos se han diseñado soportes magnéticos que los fijan a las paredes de la nave.

El menú debe ser de aproximadamente 2.800 calorías por día. Debido a la microgravedad los huesos se vuelven más frágiles por lo que la dieta debe ser rica en calcio y vitaminas.

Vivir en el espacio (1), Vivir en el espacio (2), Vivir en el espacio (3), Vivir en el espacio (5), Vivir en el espacio (6).

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