En la web de Románico Digital se puede encontrar un estudio en PDF sobre las iglesias de Orzonaga.
Orzonaga
La localidad de Orzonaga se sitúa en la cuenca alta del Torío, sobre su margen derecha y en las inmediaciones de Matallana, a cuyo municipio pertenece. Desde la capital, de la que dista 38 km, se accede por la carretera que, paralela al Torío, conduce a Asturias por el puerto de Piedrafita, ruta que abandonamos pasada la estación de Matallana para seguir durante unos 3 km por un vallejo regado por el arroyo de la Mediana, afluente del Torío por su margen derecha.
La primera referencia a la población la encontramos en el documento de 21 de diciembre de 1002 del archivo catedralicio leonés, en el que el obispo Froilán II dona a la iglesia de León una serie de bienes propios y otros recuperados tras su usurpación a la sede. Entre los personales del prelado se cita quemadmodum illum possideo cum uillas et adiacentiis atque omnibus prestationibus suis et suo mandamento qui est sursum inter alpibus uocabulo Orzenaga secundum consuetudinem ad hunc locum.
La propiedad de la villa recayó en el monasterio de Santa Marina de León, del que pasó junto a éste, y según el privilegio de donación de 17 de enero de 1099 otorgado por Alfonso VI, a San Isidoro de León. Así, aparece entre las propiedades isidorianas confirmadas por el privilegio de Alejandro III de 1176 (Villam Orzonagam totam cum ecclesia et hereditatibus suis). Un privilegio rodado de Fernando II, datado en 1187 y conservado en su traslado de 1378 en el Archivo isidoriano, hace “carta de acotaçion y de firmedumbre a Dios y a la iglesia de Sancti Isidro de León” de “la vuestra villa que se llama de Orçonaga”, acotando sus términos. Otro documento de 1260 ratifica el pago de los derechos de la iglesia por su párroco. El señorío de San Isidoro sobre la zona aparece ratificado en su Códice LVII o “Libro Becerro”, en cuyo fol. XVIIIr y v se recogen los fueros otorgados por el abad isidoriano a sus habitantes, en los que ya aparece el lugar de Llaneces –Xaneces, sito en el antiguo camino que unía Orzonaga y Llombera– como despoblado. Orzonaga, como muchos otros lugares de la ribera del Torío, mantuvo una dependencia de San Isidoro hasta el siglo XIX.
Tres son los testimonios románicos que conserva el pueblo, aunque sólo la portada de su iglesia parroquial en su núcleo. Las otras dos iglesias, hoy lamentablemente arruinadas y de difícil acceso, corresponden al despoblado de Llaneces y al de Castro.