domingo, 27 de noviembre de 2022

Sobre palabras, insultos y comentarios

El pasado miércoles 23 en la sesión parlamentaria en la que se continuaba el debate del dictamen del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2023. Entre otros ministros la ministra de Igualdad, Irene Montero, explica las cuentas de su Ministerio. En el turno de réplica de la oposición, la diputada de Vox, Carla Toscano, realizó una crítica visceral y mordaz, con palabras muy gruesas, de la labor del ministerio y del presupuesto previsto. En un momento dado en referencia a la crítica de la ministra hacia los jueces días antes, a los que había calificado de machistas, añadió: Hay que tenerla de cemento armado para insultar a profesionales que se han pasado años estudiando derecho cuando el único mérito que tiene usted es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias.

Parece ser que fueron esas palabras las que más ofendieron a los  miembros de los partidos que sustentan al Gobierno y que en estos momentos apoyan los presupuestos. En su intervención Carla Toscano habló de esta manera: Señora Montero es Usted lo peor que le ha pasado a España en los últimos años; la infame ideología de género, esta ideología como todos los totalitarismos se disfraza de igualdad, libertad...; acompañado de un feminismo desquiciado y acomplejado...; ¿Cuál es el fin? destruir la naturaleza humana...; se trata de fabricar un ser humano alienado sin vínculos de familia...; para abandonar a los niños agredidos abusados y secuestrados cuando la delincuente es una mujer...; Señora Ministra libertadora de violadores...; dada su alergia a tener a los asesinos fuera de prisión...  

Visto en conjunto, y aunque asumo que es un lenguaje en el que sus señorías de distinto signo incurren con bastante frecuencia, encuentro mucho más insultante el conjunto de la intervención que no la parte que más ha ofendido, relativa a la supuesta ignorancia de la Ministra en lo relativo a temas legislativos y judiciales. De la misma frase se deduce que quizás el hecho de que haya llegado a ministra ha sido por el hecho de sus relación sentimental con el líder de Unidas podemos, pablo Iglesias. Estos temas siempre ofenden y se sacan a colación para ofender, pero no es menos cierto que el que se pica ajos come. No es un caso aislado existen otros ejemplos notables. Ana Botella fue alcaldesa de Madrid de 2011 a 2015 por ser la esposa del presidente José María Aznar, al que imaginamos que tendría estudiado en profundidad. Ernest Maragall fue conseller de educación de 2006 a 2010 a la sombra alargada de su hermano Pasqual Maragall, al cual no sabemos si tendría estudiado en profundidad.

La ministra contestó con rotundidad a las palabras de Carla Toscano: Quiero solicitar que se incorpore al diario de sesiones la violencias política que se está ejerciendo en este momento en la sede de la soberanía popular para que no se borren, para que después de mi no venga ninguna, para que todo el mundo pueda recordar la violencia política y a quienes la ejercen y también para que se pueda saber que las feministas y las demócratas somos más y los vamos a parar los pies a esta banda de fascistas con más derechos.

A pesar de que nos tienen acostumbrados sus señorías, en boca de una ministra: banda de fascistas en referencia a un grupo parlamentario también me parece un poco grueso.

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