En marzo de 2020 Toyota presentó el robot CUE 4, un humanoide de 2,08 metros que jugaba a baloncesto. CUE4 fue construido para lanzar tiros a canasta con la mayor precisión, usando los sensores en su torso para juzgar la distancia hasta la canasta y el ángulo perfecto. Una vez calculados, se posicionaba para encestar utilizando sus brazos y rodillas motorizados, ejecutando el tiro perfecto.
CUE 4 era la cuarta generación de robots deportistas y un digno heredero de sus predecesores, todos ellos con habilidades del más alto nivel. El CUE 3, consiguió un récord de 2.020 canastas encestadas sin fallar ni una el verano de 2019 y eso, siendo desarrollado por ingenieros de Toyota que no tenían ningún tipo de experiencia previa en el diseño de robots o tecnología de inteligencia artificial. Esto es parte de la dinámica de trabajo habitual de la empresa, que suele destinar a sus ingenieros tareas que les generen motivación en áreas en las que no tengan demasiado conocimiento y puedan superarse a sí mismos. Los japoneses llaman a esto ‘monozukuri’ (lilteralmente ‘la alegría de crear algo’) y aseguran que los trabajadores no solo desarrollan nuevas habilidades, sino que trabajan posteriormente de una manera más óptima en sus puestos. El CUE 3 fue un éxito y se convirtió en una estrella en el país nipón.
Como novedad, CUE 4 era capaz de correr de una posición a otra, lo cual mejoraba sobremanera su capacidad para ejecutar tiros con mayor precisión si cabe. Para conseguir esto, todos los elementos de CUE tuvieron que ser rediseñados, desde los sensores a sus algoritmos. Es más, incluso se reemplazaron sus cables de alimentación por un motor que dirige unas manos de aspecto humano que incluso son capaces de agarrar una pelota, sin necesidad de que un asistente lo haga por él.
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