Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, poco antes de la invasión de Francia, los alemanes instalaron potentes emisores de radio en Colonia, Stuttgart y Leipzig desde los que se emitían boletines diarios dirigidos a la población francesa. Esos boletines en francés estaban elaborados por locutores alemanes que hablaban perfectamente el idioma galo, simulando ser una emisora llamada Radio Humanité relacionada con el periódico del partido comunista francés.
Estás emisiones difundían bulos sobre espías alemanes que se infiltraban entre la población vestidos de monjas, paracaidistas alemanes que utilizaban uniformes de color azul cielo que los hacían mimetizarse de tal forma que eran invisibles durante el descenso y así muchos otros.
Estos mensajes inquietaron a todos y además hicieron pensar que existía una legión espías infiltrados entre los franceses. Una vez creada la alarma social y sintiéndose amenazados, millones de franceses abandonaron sus hogares en busca de un lugar seguro.
El siguiente paso era guiar a este rebaño sin pastor. Los boletines comenzaron a indicar zonas seguras a través de caminos concretos que se encontraban libres de tropas alemanas. Realmente, estos caminos eran los empleados por las tropas francesas para dirigirse al frente, enviar suministros y armas, y por las que los heridos franceses eran trasladados a los centros médicos. Guiando aquel éxodo civil los alemanes consiguieron colapsar las rutas del ejército francés y, además, evitar el uso de las vías que los tanques alemanes necesitaban para avanzar rápidamente hacia París.
La emisora clandestina inició sus transmisiones el 16 de diciembre de 1939. A partir de enero aparecieron artículos en la prensa nacional (entonces sujeta a censura) denunciándola.
"Una emisora clandestina llamada 'Radio-Humanité' y que opera en ondas largas de 1.176 metros y 250 kilociclos, está realizando actualmente una odiosa propaganda anti-francesa",
escribió Le Matin el 17 de enero.
Inspirándose en las doctrinas de la Tercera Internacional sobre argumentos en los que se siente la vil glorificación tanto del régimen nazi como del comunismo, está emisora inicia una campaña antinacional que sería bueno poner fin cuanto antes. posible."
Desde el 10 de mayo de 1940, los alemanes desataron una formidable ofensiva de radio acompañando la ofensiva de la Wehrmacht. No solo Stuttgart proporcionaba información casi cada hora, sino que todos los transmisores disponibles en el lado alemán habían entrado en acción: las estaciones de los territorios ocupados —Hilversum, Bruselas, Luxemburgo, también Lille— luego los transmisores más potentes de la red alemana: Deutschlandsender, Colonia, Leipzig.
Finalmente, a partir del 3 de junio, todas las estaciones del Reich aseguraron el relevo para hacer inoperante la interferencia francesa y se asignaron frecuencias adicionales a las dos estaciones pseudo-clandestinas Radio-Humanité y Réveil de la France — La Voix de la paix.
Los franceses escuchaban estas emisoras y tambien la radio de la Suiza francófona y los pocos cuartos de hora de información de la BBC. Radio Moscú, audible en la noche desde el 20 de mayo gracias a la puesta en marcha de una onda larga, denunciaba a los "belicistas franceses", que se negaban a seguir el ejemplo de los pueblos de Noruega, Dinamarca, Holanda y Bélgica” (26 de mayo).
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