La España, 23 de agosto de 1856
Ya no hacen falta rails.
En el concurso agrícola de Chelmsford, de Inglaterra, se ha presentado una máquina de vapor locomóvil en la más pura acepción de esta palabra: es una locomotora que lleva consigo un ferro-carril, He aquí la concisa noticia que nos da de ella un diario extranjero:
«Se coloca la máquina a la entrada de un campo labrado, de un prado, de un terreno cualquiera; tan pronto como el maquinista hace obrar al vapor, la maravillosa máquina echa delante de sus ruedas las barras—carriles sobre que camina; después de haberlas pasado, las levanta para presentarlas otra vez, cual si fuera un tapiz de hierro, a los magestuosos pasos de esta reina triunfante; la locomotora va, viene, da tornos y vueltas con una facilidad sorprendente sobre un terreno en que su propio peso debiera encerrarla hasta los cubos de las ruedas.»
La América, 24 de septiembre de 1857
El vapor aplicado al cultivo.
—No es solamente en Francia y en Inglaterra donde se piensa utilizar el vapor para el cultivo de la tierra y para poner en movimiento en las granjas las máquinas de trillar y demas herramientas; nuestros celosos hermanos de Cuba que poseen ingenios en aquella perla de las Antillas, han acudido a los ingenieros norte-mericanos, especialmente en Boston, para que les construyan máquinas a proposito para el laboreo de sus extensas fincas y para arrastrar a mucha distancia los carros cargados de cañas.
Hace pocos dias que M. Tuxford hizo justamente ensayar en Boston una máquina locomovil de vapor, destinada precisamente para la Habana. Dicha máquina lleva con ella un rail sin fin; pero combinado de un modo particular que le permite volver sobre si, adelantar y atrasar con igual facilidad. Se paseó durante una hora por todas las calles del expresado pueblo, haciendo, un trayecto que se calcula en 7 kilómetros, con grata sorpresa de sus habitantes.
La Corona, 17 de mayo de 1858
Leemos en el Avisador de Zaragoza del 15 del corriente:
Ayer tarde tuvimos el gusto de asistir a la tercera prueba que se hizo en el canal, recorriendo la distancia que media entre Torrero y Casa Blanca en el barco transporte S. Antonio, al cual se ha aplicado una locomóvil que habia en los talleres de fundicion de los señores Goybet; las malas condiciones que reúne el barco, que cuenta ya treinta años de antigüedad, y al propio tiempo la idea que ha presidido al hacer estos ensayos, que es gravar en la menor cantidad posible el presupuesto, hace que los resultados no sean los que serán, cuando todo reuna las necesarias condiciones, y que los ahora obtenidos solo se puedan apreciar de un modo relativo; sin embargo, los 3.200 metros que hay de embarcadero a embarcadero, se recorrieron la segunda vez en 27 minutos a la subida y 22 a la bajada, o sean respectivamente a 1,981 y 2,424 por segundo; la cuestion de utilidad está resuelta desde luego, sin mas que apreciar la economía; y en cuento a la de velocidad, si bien podrá llegar a recibir una tercera parte mas, no por eso debe creerse que no se ha conseguido nada, porque es necesario que tengan todos presente, que no hay igualdad en la navegación al vapor por agua y la qué se alcance en los Ferro-Carriles.
En la herboristería de la Rambla de San José número 5, han llegado una gran partida con una salud inmejorable, y puestas en los acreditados viveros que tenemos podremos asurtir todo el año de muy buenas como podemos asegurar, por haberlas remitido don Mauricio Torras que está en el punto de más recolección de Africa y ser muy inteligente en estos anélidos, y se pueden dar baratísimas, a los precios siguientes:
Verdes de marca a 26 reales el ciento.
Verdes pequeñas a 16 reales el ciento.
Tambien se avisa a los señores capitanes de buques que hacen la carrera de América que los que quieran dedicarse a este negocio pueden avistarse en dicho establecimiento, que se les darán a precios cómodos y las instrucciones necesarias para su conservacion.
La Época, 6 de octubre de 1858
—D. Ecequiel María Ortiz Orense ha traído de París y montado en Burgos unas máquinas para la elaboración de pan que están funcionando con un éxito brillante, cuya amasadera mecánica puede amasar pesadas de 40.000 líbras de pan en veinte y cuatro horas, con una perfección admirable, sin que la mano del hombre toque a la masa para otra cosa que para hacer el pan, pues hasta para desocuparla, tiene a sa frente una artesa mecánica que sobre dos rails marcha en sus ruedas a recibirla de la amasadera y esta por medio de un manubrio se va entoraando hasta depositarlo en aquella, haciéndolo con tal perfección que las mismas aspas de la amasadera la dejan tan limpia cual la mano más hábil podría verificarlo, después de cuya operación vuelve la artesa por los mismos rails a ocupar su puesto, y todos los útiles de dicha fábrica son movidos por una hermosa locomóvil de vapor, y cuyas máquinas han sido acogidas con entusiasmo por el pueblo y autoridades de Burgos.
La España, 20 de octubre de 1858
Adelanto para la agricultura
Acaba de resolverse en Inglaterra el gran problema de la labranza al vapor, y si bien no puede considerarse aun esta cuestión como pasada al dominio de la práctica, no cabe duda de su posibilidad en lo sucesivo y de las ventajas que ofrece desde luego a los agricultores.
La Sociedad Real Agrícola de Inglaterra había propuesto un premio de 30.000 resles para es cultivador de vapor que obrara con mas eficacia sobre el suelo y pudiera con ventaja sustituirse al arado y al azadón. Este premio debía concederse en el último concurso de Chester y ha sido obtenido por Mr. J. Fowler, hijo de Corghil, quien, según el dictámen de la comisión calificadora, lo ha plenamente merecido.
El cultivador de este ingeniero es una locomóvil con seis ruedas, povista de dos poleas horizontales colocadas en la parte anterior de la máquina, y en las cuales corre un cable sin fin que se arrolla en otras dos poleas montadas sobre ruedas dentadas en punta, que se adhieren con fuerza a la tierra, a cierta distancia de la locomóvil; pero lo mas notable es que las dos ruedas antedichas poseen un movimiento automático, y recorren el terreno más extenso, sin exigir cambio alguno en los aparatos.
Los gastos de laboreo con la máquina Fowler son:
En tierras ligeras, 22 francos y 12 céntimos por hectárea.
En tierras fuertes, 28 francos y 32 idem.
El mismo laboreo con bueyes o caballos hubiera costado:
En tierras ligeras 24 francos y 14 cóntimos por hectárea.
En id. fuertes 36 francos y 50 idem.
MANUEL RODRIGUEZ.
El País, 21 de marzo de 1894
ORTIZ ORENSE
Acaba de fallecer en Valladolid, a la edad de sesenta y siete años, el consecuente republicano y querido amigo nuestro D. Ecequiel María Ortiz Orense, sobrino del célebre marqués de Albaida.
Perteneció el finado al partido que acaudilla nuestro ilustre Jefe D. Manuel Ruiz Zorrilla, y fue Presidente del Comité progresista en la capital castellana, tomando siempre una parte activa y principal en la propaganda de nuestros ideales.
Lamentamos de todas veras tan irreparable pérdida, y de corazón nos asociamos al dolor de sus desconsolados hijos, a quienes enviamos nuestro más sentido pésame.
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