La fábrica situada cerca de las minas romanas de oro de la Leitosa se construyó entre 1805 y 1808, llegando a producir hierro de muy buena calidad. Pero sobrevino la invasión napoleónica y el 4 de enero de 1809 irrumpieron los franceses en Villafranca del Bierzo, saqueando la fábrica, que quedó inutilizada.
Muy cerca de las minas romanas de La Leitosa, que muestran sus barrancas rubias al Burbia, quince siglos después de la fiebre del oro vivió la abrupta Somoza su aventura siderúrgica frustrada. El país superaba el sofoco de su conflicto con la Francia posrevolucionaria, entre 1793 y 1795, y tenía destruidas y en abandono las fábricas de proyectiles y armas próximas a la frontera francesa. Incluso los altos hornos de Liérnagues y la Cavada tuvieron que parar su actividad por falta de combustible. La católica y monárquica España vivía entonces con pánico la vecindad revolucionaria de Francia, cuyos ecos cruentos llegaban a la gente convenientemente distorsionados.
En aquel trance, el gobierno de su católica y atemorizada majestad determinó el traslado de los ingenios bélicos al noroeste peninsular, aprovechando el reducto montañoso de Asturias, León y Galicia. En el caso de esta comarca remota del Bierzo, hizo la pesquisa indagatoria a lo largo de 1796 el teniente coronel Datoli, siguiendo las indicaciones elaboradas por el presbítero Vicente de la Granja sobre recursos mineros y tradición en el trabajo del hierro. El dictamen del militar fue desfavorable al emplazamiento de una fábrica de cañones y fusiles, pero aconsejaba la construcción de una fabrica de hierro para surtir a las de armas establecidas en Asturias.
Para establecer los ingenios fabriles sobre el terreno, se desplazó al Bierzo el artillero Munárriz, especialista formado en la Casa de la Química de Segovia con el francés Proust. A sus saberes como químico, unía los geográficos y los relativos a metalurgia y minerales. Después de recorrer la comarca con detalle, propuso la instalación de una fábrica de pólvora en Quilós y otra de hierro en el ensanche del valle del Burbia por Ribón, entre Paradaseca y Paradiña. La fábrica se construyó entre 1805 y 1808, llegando a producir hierro de muy buena calidad. Pero sobrevino la invasión napoleónica y el 4 de enero de 1809 irrumpieron los franceses en Villafranca del Bierzo, saqueando la fábrica, que quedó inutilizada.
Estado militar de España (Ed. en 16º), 1808, página 78
Fundiciones.
De piezas de Artillería de bronce en Sevilla.
De municiones de hierro colado en Sargadelos, Trubia y Orbayceta.
Fábricas.
De pólvora en Murcia, Lima y en Filipinas.
De armas blancas en Toledo.
De fusiles en Oviedo y Placencia de Guípúzcoa.
De hierro tirado en Villafranca del Vierzo.
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