Adolfo Sarabia López nació en La Robla en 1901. Su padre era médico en La Robla y su madre pertenecía a una familia de buena posición de Villamanín.
En julio de 1918 Adolfo Sarabia, que estudiaba en el Colegio de Padres Agustinos, obtuvo en el Instituto General y Técnico la calificación de notable en dos asignaturas cuando realizaba su quinto curso.
El 1 de septiembre de 1926 se daba cuenta de una vacante por separación del que la desempeñaba, de la plaza de Médico Titular del Ayuntamiento, dotada con el sueldo anual de 1.600 pesetas más 150 como Inspector Municipal de Sanidad, cuyas cantidades se percibirían de los fondos municipales por trimestres vencidos. Se anunciaba para su provisión en propiedad por concurso. Tendría el Titular la obligación de asistir gratis a 40 familias pobres de la lista de la Beneficencia, a la fuerza de la Guardia Civil del puesto y el reconocimiento de quintos, pudiendo el Ayuntamiento ampliar aquellas a sesenta familias. La residencia habría de fijarla en el lugar más céntrico del municipio, designando cómo tal el barrio de la Estación. El acta lo firmó Juan Barrón.
Posiblemente la vacante de que se hablaba en el acta anterior fue cubierta por Adolfo Sarabia López, nacido en la Robla y con familia materna en Villamanín.
El 16 de diciembre de 1927, el diputado provincial de León, Adolfo L. Cañón, pidió la mano de la señorita Amparo Fernández G. Fierro, hija del ex-concejal Benito Fernández Fierro, para su sobrino Adolfo Sarabia López.
LOS QUE SE CASAN (La Voz de Asturias, Miércoles 28 de diciembre de 1927)
El domingo último se leyeron las proclamas siguientes:
Don Adolfo Sarabia López, vecino de Matallana (León), con la señorita Amparo Fernández García, vecina de la parroquia de San Isidoro el Real.
El 18 de enero de 1928, en la iglesia parroquial de San Isidoro el Real de Oviedo, tuvo lugar el enlace matrimonial de la joven Amparo Fernández López, hija del propietario y ex-concejal del Ayuntamiento de Oviedo, don Benito F. Fierro, con el prestigioso médico de Matallana don Adolfo Saravia. Actuaron como padrinos la bella señorita Obdulia F. López, hermana de la novia, y don Adolfo López Carrión, tío del novio y diputado provincial de León. Representó al Juzgado don Domingo García Leal, tío de la novia, y firmaron el acta como testigos don Francisco López Carrión, don Carlos Cordero Díez, don Ricardo Tascón, don Nicanor Díez, don Luis Suárez, don Zoilo Zarza y don Juan Benito Besga. Bendijo la unión el culto ecónomo de Matallana don Eladio Tejedor Alcántara, que pronunció una notable oración sagrada sobre el Sacramento del Matrimonio, muy elogiada por cuantos la escucharon, tanto por los conceptos como por su brillante forma. La novia entró en el templo dando el brazo al padrino y vestía rico y valioso traje blanco en el que resaltaba más su belleza, y como paje recogiéndole la cola, iba el precioso niño Zoilo Papay Saravia; y el novio de rigurosa etiqueta, daba el brazo a la madrina. El órgano, pulsado por el presbitero y distinguido artista don Braulio Álvarez, ejecutó escogidas marchas nupciales y delicadas partituras musicales durante la misa de velaciones. Estaba el templo ornamentado delicadamente. Los invitados fueron obsequiados después de la ceremonia con un espléndido banquete en el Restaurante Campoamor, que fue servido con gran esmero. En el tren correo salieron los novios a recorrer las principales poblaciones de España y del extranjero.
Establecieron su domicilio en la casa de Lola, en el Barrio Estación. En aquella época la cochera para su vehículo la tenía debajo de la vivienda. Con los años tuvieron cuatro hijos, Adolfo, Carmen, José Luis y Amparo.
El 10 de septiembre de 1929 llegaba a Palencia el médico de Matallana, Adolfo Sarabia. El 13 de noviembre de 1929 Adolfo Sarabia se encontraba en Palencia. El 22 de noviembre de 1929 se encontraba en Palencia, Adolfo Sarabia diputado provincial de La Robla. El 10 de febrero de 1930 se encontraban en Palencia, Adolfo Sarabia y Senén Ríos de Matallana. El 26 de febrero de 1930 se encontraba en Palencia, Adolfo Sarabia, médico de Matallana. El 2 de abril de 1930 se encontraba en Palencia, Adolfo Sarabia, médico de Matallana.
El 16 de agosto de 1930 los vecinos del Barrio de La Estación de Robles manifestaron su deseo de diferenciarse del núcleo matriz celebrando la misa del día de fiesta en la ermita de San Roque de Orzonaga, junto al molino de La Peña. De aquella misa surgió esta copla.
San Roque en La Estación (1930)
¡Ave María Purísima!
Dicen los de La Estación.
¡Hay que comprar un San Roque!
Pa celebrar la función.
Todos a misa, todos allí,
a echar responsos a San Roquín.
El dieciséis de Agosto
madrugan por la mañana.
Se avisan unos a otros
por la falta de campana.
Primero sale Fernando, (1)
que hace señas a Barrón. (2)
Luego salió Teodoro, (3)
cuando Muñiz se acercó.
Moro y el carnicero, (4)
y el otro Nicanor. (5)
Uno faltaba a la lista
y era el vecino "Trampón".
El guardaagujas dice al jefe:
Déjese Usted de tarjetas.
Hay que marchar para misa
y hay que cambiar la chaqueta.
Ya están en la carretera,
todos iban de sombrero.
Enseguida se acercan
Calleja y los compañeros. (6)
Iban por la carretera
mujeres, niños y hombres,
de predicador llevaban
al "practicante" de Robles. (7)
Ya toman el desayuno
por si acaso se desmayan
y al cuidado llevaban
al señorito Sarabia. (8)
Cuando pasan por el puente
dicen los de Orzonaga:
¡Son los de La Estación!
¿Sabes si alguno se casa?
Contesta una mujer:
¡Cállate tu!
"Papirote"
que van a ver a San Roque.
El molinero de La Peña
éste, todo lo miraba,
y ve que los de La Estación
ninguno se santiguaba.
Cuando están en la misa,
en la mayor devoción,
"Baila" echó una carcajada (9)
contra el perro de "Trampón". (10)
Ya se termina la misa,
las mujeres dicen así:
Hay que ir a responsear
al glorioso San Roquín.
Todos a misa, todos allí,
a echar responsos a San Roquín.
1.- (Conocido como "Zapatos") 2.- (Mi abuelo, Juan Barrón Llorente) 3.- (Padre de Octavio y dueño de la Fonda) 4.- (Moro era el padre de la boticaria de entonces, que también había tenido minas y murió posteriormente el tristemente famoso 18 de julio) 5.- (El carnicero se llamaba Nicanor y era el padre de "Chilo" el tendero; el otro Nicanor era el padre de Antonio que también tenía tienda) 6.- (Calleja era el sargento de la Guardia Civil y los compañeros el resto de guardias civiles) 7.- (El llamado "practicante" era un minero de Robles sin conocimientos de medicina que frecuentaba más los bares que los dispensarios) 8.- (El médico del lugar) 9.- (El llamado "Baila" era un carnicero de la zona) 10.- (Era un perro famoso por su mal carácter, al que los chavales hacían todo tipo de travesuras)
En octubre de 1930, en la carretera de León a Collanzo, el automóvil LE 1.365 conducido por su dueño, D. Adolfo Sarabia, médico de Matallana, atropelló a Ramona González, de 64 años, vecina de este pueblo, matándola. Al parecer se trataba de una mujer sorda, que se atravesó en el momento de pasar el vehículo.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 17 de noviembre de 1931:
Licencias de uso de armas en el mes de octubre.
Adolfo Sarabia López, 30 años, Robles
En el Boletín oficial de la provincia de León del 15 de agosto de 1933:
Adolfo Sarabia, de Villamanín, (Quizás un familiar) le compró el automóvil de matrícula 1.757 a Miguel González el 14 de julio de 1933.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 9 de marzo de 1934:
El 23 de enero de 1934 Adolfo Sarabia vende a Ricardo Pacheco de Villablino el automóvil de matrícula 1.365.
MIÉRCOLES, 11 DE JULIO DE 1934 (BOPL Miércoles 11 de julio de 1934)
RELACIÓN de las licencias de caza expedidas por este Gobierno durante el mes de Abril, que se publica en cumplimiento de lo prevenido en el articulo 29 del Reglamento sobre fabricación, uso y tenencia de armas de fecha 13 de Febrero de 1934 (Gaceta del 16 del mismo mes).
Licencias de uso de armas expedidas en igual mes.
...
Adolfo Sarabia López de 33 años de Robles (6.ª Arma corta)
Nicanor Diez Rodríguez de 49 años de Matallana (6.ª Arma corta)
...
En total 103 armas cortas y una larga de cañón estriado.
El 20 de octubre de 1934 D. Adolfo Sarabia, de Matallana de Torío, obtuvo un permiso de circulación de 2ª categoría para servicio particular, de la Jefatura de Obras Publicas de León, para un automóvil Fiat de 4 plazas, con motor de 4 cilindros 043.041 y matrícula LE - 2787. (BOPL 17 de noviembre de 1934)
En octubre de 1934 Adolfo Sarabia de León vendió un automóvil Morgan de matrícula 1.249 a Antonio Fernández de Boñar, y un Wippeet de matrícula 1.757 a Auto-Motor de León.
Relación de las Patentes Nacionales pendientes de cobro en el primer semestre del año actual, que se comunican a la Administración de Rentas Públicas en virtud de Orden circular de 31 de Marzo último. (BOPL 5 de mayo de 1937)
A LE , 2.787, D. Adolfo Sarabia, de Matallana.
C LE , 2.444, D. Ricardo Tascón , de Matallana.
C LE , 2.610, D. Alfonso Reyero, de Matallana.
G LE , 2.812, D. David González, de Matallana.
G LE , 3.070, D. Epigmenio Miranda de Matallana.
G LE , 2.212, D. Baldomero Flórez, de Matallana.
Y de conformidad con lo dispuesto por el artículo 34 del Reglamento de Patente Nacional de Automóviles, Real decreto de 6 de Diciembre de 1927, Circular de la Dirección General de Rentas Públicas de 10 de Abril de 1935, Decreto número 154 del Gobierno del Estado de 16 de Enero del año actual y Orden-Circular de la Presidencia de la Junta Técnica del Estado de 31 de Marzo próximo pasado, los Agentes de la Policía Urbana dentro de las poblaciones y los peones camineros. Guardia civil. Carabineros, Vigilantes de carreteras y demás funcionarios acreditados para ello, detendrán todos y cada uno de los vehículos detallados que no lleven en sitio visible la patente reglamentaria o baja de requisa cuando proceda, detención que la llevaran a cabo, dentro de las poblaciones y en las carreteras y de la cual darán cuenta inmediatamente a esta Administración de Rentas Públicas para proceder a lo que haya lugar. León , 22 de Abril de 1937.—El Administrador de Rentas Públicas, Manuel Osett.
El 28 de julio de 1937 se colocó una placa en el Barrio Estación para dedicar la calle principal, la carretera León-Collanzo, a José Antonio Primo de Rivera. Celebró la misa de campaña en medio de frondosos árboles y en las márgenes de las perfumadas riberas del Torio, el capellán de las fuerzas que guarnecían este frente. Camisas Azules, Infantería, Artillería y Guardia Civil formaban frente al altar. En el centro, el comandante de Pardavé, Elías Gallegos, acompañado del capitán-comandante de la plaza, Rafael Álvarez Crespo, capitán de Artillería, oficiales del Ejército, brigada de la Guardia Civil y Jefes de la Falange, de la Paz y Outomuro. El Ayuntamiento se hallaba representado por su alcalde Juan Barrón, tenientes de alcalde, concejales y secretario. Entre el público estaba el médico Adolfo Sarabía, el consejero de la antigua Anglo-Hispana, Luciano del Valle, y una nutrida representación de la Juventud Católica Femenina de Robles y y del Barrio de la Estación. A continuación desfilaron las fuerzas ante las autoridades y en el cuartel de la Centuria se disolvió la manifestación, donde fueron obsequiadas las fuerzas y autoridades por los camaradas de la Falange.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 19 de mayo de 1938:
Administración de justicia
Juzgado de Primera Instancia de La Vecilla
Don Emiliano Sierra García, Juez municipal, en funciones del de Primera Instancia de La Vecilla y su partido.
Hago saber: Que en este Juzgado se tramita expediente sobre declaración de herederos abintestato de don Adolfo López Cañón, vecino que fué de Villamanín, instado por su sobrino D. Adolfo Sarabia López, y a tenor de lo dispuesto en el art. 984 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, por medio del presente, se cita, llama y emplaza a los que se crean con derecho a la herencia intestada del D. Adolfo, y a cuantos puedan tener interés en este asunto, para que comparezcan ante este Juzgado, a usar de su derecho, en el término de treinta días.
Se hace constar que la declaración se pide a nombre de la viuda, doña Engracia Rodriguez Alonso, y los hermanos del causante, de doble vinculo, D.ª Julia, D.ª Justa y D. Francisco López Cañón, más sus cinco sobrinos carnales, D.ª Elisa, D. Andrés, D. Antonio, D. Tomás y D. Adolfo Sarabia López, hijos legítimos D.ª Andrea López Cañón, hija del causante, y fallecida.
Dado en La Vecilla, 2 de Mayo de 1938.—II Año Triunfal.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 7 de octubre de 1943:
En julio de 1943 Adolfo Sarabia López vendió el automóvil Fiat de matricula LE 2.787 a César Contreras Dueñas de León.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 21 de diciembre de 1944:
Adolfo Sarabia López de Matallana de Torío compró a Alejandro Aguirrezabal el automóvil Morris de matrícula BI 12.789 en noviembre de 1944.
En el diario Libertad del 5 de febrero de 1953 se da cuenta de un accidente.
TRES HERIDOS GRAVES EN ACCIDENTES DE MINAS
Leon, 4. —En el pozo “Ibarra”, de las minas de Santa Lucia, grupo Ciñera. se registró una explosión de dinamita que hirió gravisimamente al obrero picador Manuel Barrioluengo Arias y grave a Onesimo Gutierrez González.
También en la mina Bardaya, de Matallana de Torio, a consecuencia de un desprendimiento de tierra, resultó gravemente herido el Obrero Carlos González Fernández. Fue trasladado a una clínica de León, donde se le practicó una intervención en la cabeza, después de la cual parece se encuentra en estado satisfactorio. — Cifra.
En El adelantado del 14 de febrero de 1953 aparece la siguiente crónica:
CONVALECE fuera de peligro el minero que se atravesó la cabeza
Durante cuatro horas tuvo clavada la pica
Ampliando la información que publicábamos ayer sobre el accidente ocurrido al minero de 18 años Carlos González Fernández, quien se atravesó la cabeza con un pico en la mina «La Bardaya», en Matallana (León), publicamos hoy la siguiente nota informativa:
Una vez ocurrido el accidente, los compañeros, sobreponiéndose a la terrible impresión, trataron de sacar la pica al compañero, fracasando en su intento, sin duda por proceder con extremadas precauciones. Carlos conservaba una sangre fría absoluta y se mantenía de pie. Acudió al vigilante y dispuso fuera sacado inmediatamente a la galería para, a través de ella, salir al exterior de la mina. Existian algunos obstáculos en el acceso a la galería, en la termmación del pozo, y hubo que limpiar totalmente la desembocadura para facilitar la salida del accidentado. Ya en la galería, un compañero se echó sobre la vagoneta, y sobre sus espaldas, en posición horizontal, fue sacado hasta el exterior.
A las dos y media de la tarde arribaba el accidentado a la clínica de la Empresa. El médico doctor Adolfo Sarabia, trató en prime en primer término de quitarle la pica, que le salía unos cuatro centímetros por el otro lóbulo.
Utilizó un martillo de los llamados de «reflejos», inútilmente.
Entonces decidió trasladarle a la estación de Matallana, distante dos kilómetros, para proceder allí, con más elementos quirúrgicos, a extraerle la pica. Carlos conservaba plenamente su conocimiento y su entereza. Entre tanto había llegado a la clínica su padre, Carlos Gómez González, a quien el muchacho reconoció. El doctor Sarabia, tras de proceder a la anestesia general mediante cloroformo, utilizó un martillo de mayor potencia, y logró, al fin liberar de la pica al paciente, quien la había tenido traspasando su cráneo durante más de cuatro horas.
Después de la intervención llegaron a la clínica la madre Celsa Fernández Huerta, y tres hermanos. El, pasados los efectos de la anestesia, los reconoció y les pidió que no lloraran porque se encontraba perfectamente.
DICTAMEN FACULTATIVO
Después de esta cura se decidió el traslado del herido a León, lo que se llevó a cabo en una ambulancia, e ingresó en el sanatorio del doctor Hurtado, quien emitió el dictamen facultativo siguiente:
«Presenta herida contusa por instrumento romo en cráneo, región frontal bipolar, penetrante, con lesión de meninges y proyección de masa ecefálica a través de ambos orificios. Coma tranquilo, Bradicardia 50 de 50. Respiración perezosa, Dilatación pupilar.»
El doctor, dado el estado del herido, no se decidió a intervenir hasta casi transcurridas cuarenta y ocho horas de su ingreso, cuando presentaba síntomas de compresión cerebral y hemorragia. En esta intervención, que realizó previa anestesia local regional, apreció el doctor Hurtado ampliación de ambos orificios de penetración craneal por trepanación, meninges desgarradas y contundidas, esquirlas proyectadas en el foco y en zona de destrucción cerebral, coágulos intercerebrales, lesión en el lóbulo frontal y en el izquierdo del paracentral.
Como tratamiento operatorio, hemostasia, esquirlectomía, desinfección, drenaje y cierre en un solo plano. Aplica penicilina y tónicos.
El doctor Hurtado calificó después de excelente el curso postoperatorio, por estimar una mejoría notable a las cuarenta y ocho horas de intervenido del cuadro clínico de coma y asimismo de los síntomas de compresión cerebral. Hoy, transcurridos doce días de producido este singular accidente, su estado es francamente satisfactorio y no presenta ningún signo de inquietud ni alarma cerebral.
En el diario Pueblo del 24 de febrero de 1953.
Madrid, martes 24 de febrero de 1953
INFORMACIÓN GENERAL
CUATRO HORAS CON UNA PICA CLAVADA EN LA CABEZA
El extraordinario caso de Carlos González Fernández, el minero de Matallana de Torio (León)
Nuestro querido colega "Arriba" publicó recientemente este suceso original. Nuestra curiosidad por el desarrollo del asunto nos ha llevado a inquirir nuevas Noticias, que ofrecemos hoy a nuestros lectores, recogidas en el lugar del hecho por Florencia María Ortiz
En el sanatorio Hurtado, donde convalece de una terríble herida en la cabeza, producida mientras trabajaba en la mina Bardalla, sita en Matallana de Torío, donde prestaba sus servicios, como minero (picador). Visito a Carlos González Fernández. Me recibe con una cordial sonrisa y me asegura que no le molesta hablar.
— ¿Qué edad tienes? — empiezo preguntándole.
— Tengo dieciocho años, y soy el único varón de la familia.
— ¿Tu padre también es minero?
— Lo fue de más joven
— ¿Te gustaba ir a la mina?
— No me molestaba
Carlos González Fernández, bajo la mirada cariñosa y vigilante de su madre, reposa tranquilo en un lecho del sanatorio después del terrible accidente sufrido.
— ¿Qué tiempo hacía que trabajas en ella?
— En ésta, quince meses. Antes estuve en otra, pero como no me dejaban trabajar abajo, me marché. Soy minero desde los catorce años.
— ¿Eres del mismo Matallana?
— No señorita. Soy de Valle de Vegacervera.
— Pero ¿tú vivías en Matallana?
— No, iba todos los días. Total, son siete kilómetros de Valle a Matallana.
EL ACCIDENTE
— ¿Puedes decirme cómo ocurrió el accidente?
— De una manera concreta, no. Lo recuerdo todo confusamente.
— ¿Qué hora era?
— Las diez de la mañana. Hacía una hora que estaba trabajando.
— ¿Hubo un derrumbamiento?
— Algo de carbón debió caer, pues me tiró la lámpara que tenía en el hombro.
— ¿Te diste cuenta de lo que te ocurría?
— Sí. Llamé a otro minero y le dije que me había clavado la pica en la cabeza.
Y Carlos González Fernández señala con la mano. La pica le entró por la sien izquierda y le salió por el alto de la cabeza, pero casi al otro lado.
— ¿Qué pasó después? — continúo preguntando.
— Vinieron por mí...
— ¿Te caiste al suelo?
— No. Anduve por mi propio pie un buen trecho, hasta una vagoneta, en la cual me sacaron al exterior.
— ¿No perdiste el conocimiento en ningún momento?
— No.
— Entonces, ¿no te dolía?
— No mucho. Después me llevaron al hospital. Me anestesiaron, y el doctor Sarabia me la sacó. Cuatro horas estuve con la pica metida en la cabeza.
— ¿Y después?
— Me trajeron a León. Mi madre y mis hermanas vinieron conmigo. Aquí volvieron a operarme.
— ¿Te duelen mucho las curas?
— No.
— ¿Volverás a la mina?
— No. Si Dios quiere. No es para volver.
— Y tu novia, ¿qué dice de todo esto?
— ¡ Pero si no la tengo.
Estrecho su mano y me despido:
— Hasta otro día, Carlos. Que te pongas pronto bueno.
— Yo me encuentro muy bien. Pero no me dejan levantarme.
Reímos todos. El doctor Hurtado, director del sanatorii del mismo nombre, me invita a pasar a su despacho, donde, atendiendo amablemente a mis ruegos, va a tratar de darme una versión científica sobre este extraordinario caso.
HABLA EL DOCTOR HURTADO LLAMAS
— ¿Qué clase de operación ha sido la realizada en este obrero?
— Empiezo preguntándole.
— Nuestra intervención ha sido la de ampliar los orificios de penetración de la pica mediante trepanación. Limpieza de coágulos, esquirlectomia, taponamiento y desinfección.
— ¿Ha tenido muchos trastornos?
— Para la importancia de la lesión, no.
— ¿Quiere hacernos un relato clínico de cómo era ésta?
— El herido tenía lesionada la parte anterior de ambos lóbulos frontales, con desgarro de meninges y lesión de masa cerebral, que hacía proyección a través de ambos orificios frontales de entrada y salida de la pica. Ha tenido una pérdida muy considerable de sustancia cerebral, y hay que suponer que por la intensidad del traumatismo sufrido el cerebro haya tenido zonas a distancia que hayan sufrido los efectos de la contusión.
— Me decía anteriormente, doctor, que los trastornos en el paciente no habían sido grandes.
— Efectivamente. El no ha sufrido los grandes trastornos psíquicos que se observan, por regla general, en esta clase de traumatismos frontales bipolares, pues solamente ha existido en este lesionado el coma primero, con los síntomas de compresión cerebral y de hemorragia, y más tarde, pasados cinco días, los que acompañan al edema cerebral ligero: falta de iniciativa y espontaneidad, que desembocaron más tarde en una euforia tranquila y, finalmente, inquietud psicomotora, deficiencias de inhibición e inversión del ritmo sueño-vigilia, que han ido desapareciendo con el tratamiento terapéutico adecuado.
— ¿Y cómo puede explicarse esto, dada la calegoría de la lesión?
— Todo hace suponer que la lessión no ha afectado traumáticamente zonas vitales del cerebro, por lo cual el herido ha podido llegar al estado de franca curación en que hoy se encuentra. Cosa verdaderamente milagrosa, dada la clase de traumatismo sufrido.
Y nos despedimos del doctor Hurtado Llamas, agradeciéndole sus atenciones.
Florencia M.ª ORTIZ
El 16 de Marzo, Carlos fue dado de alta.
En El adelantado del 17 de marzo de 1953:
El minero que se atravesó la cabeza con un pico abandona el Sanatorio
León, 17.—Después de veintitantos días de su ingreso en el sanatorio del doctor Hurtado, donde se hallaba hospitalizado, ha sido dado de alta y ha abandonado dicha casa de salud, el joven minero Carlos González, que en la mina «Bardalla», del grupo de Matallana, de la empresa hullera Vasco-Leonesa», fue víctima de un accidente de trabajo al desprenderse un bloque de la galería en que se hallaba y clavársele el pico en la cabeza, atravesándosela de parte a parte a la altura de la sien. Este accidente, como se recordará, llamó poderosamente la atención en el momento de producirse por la singularidad del caso.
El joven minero, cuva presencia en las calles de León suscitó la curiosidad y la simpatía del público, dedicó su primera visita al abandonar el sanatorio, a la iglesia de los padres agustinos, en la cual oyó misa en acción de gracias y recibió la sagrada comunión en unión de sus padres y del secretario de la Escuela de Facultativos de Minas, señor Fernández Peláez. —Cifra.
Carlos González Fernández, de Valle de Vegacervera, obtuvo el permiso de conducción de automóviles de 3ª clase y también de 1ª en agosto de 1958.
En el Boletín Oficial del Estado del 21 de octubre de 1954
ORDEN de 11 de octubre de 1954 por la que se resuelve, con carácter provisional, concurso de antigüedad para provisión de plazas de Médicos titulares.
En cumplimiento de lo dispuesto en Orden ministerial de 22 de marzo del corriente año, ha sido convocado por esa Dirección General, con fecha 5 de junio último (BOLETIN OFICIAL DEL ESTADO del 22), un concurso de antigüedad o de prelación en el Escalafón del Cuerpo de Médicos titulares para proveer en propiedad las plazas de la plantilla del mismo.
3.838 Julio Adolfo Sarabia López, La Robla, distrito único, León, 2ª
En La Robla tuvo una amante conocida por la que abandonó a su primera esposa. Ya en Matallana se le suponía el padre de un joven de la localidad, fruto de su relación con una vecina.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 19 de diciembre de 1957:
Administración de justicia
AUDIENCIA TERRITORIAL DE VALLADOLID
Don Luis Delgado Orbaneja, Abogado y Oficial de Sala de esta Audiencia Territorial.
Certifico: Que el tenor literal del encabezamiento y parte dispositiva de la Sentencia dictada por esta Sala en los autos de que se hará mérito, correspondiente al rollo núm. 75 de 1957 de la Secretaría del Sr. Humanes es como sigue:
Encabezamiento: En la ciudad de Valladolid, a veintiocho de Noviembre de mil novecientos cincuenta y siete; en los autos de juicio especial de la Ley de arrendamientos Urbanos, procedentes del Juzgado de primera instancia de La Vecilla seguidos entre partes de la una, como demandante por don Adolfo Sarabia López, mayor de edad casado, médico y vecino de La Robla, representado por el Procurador don José María Ballesteros Blázquez y defendido por el Letrado don Fortunato Crespo Cedrún y de la otra como demandado por don Marcelino Ordóñez Gavela, mayor de edad, casado, industrial y de la misma vecindad que no ha comparecido ante esta superioridad, por lo que en cuanto al mismo se han entendido las actuaciones con los Estrados del Tribunal sobre efectividad al derecho de tanteo y resolución de contrato de arrendamiento de local de negocio, cuyos autos penden ante este Tribunal Superior en virtud del recurso de apelación interpuesto por el demandante contra la sentencia que con fecha doce de Abril de mil novecientos cincuenta y siete, dictó el expresado Juzgado.
- Parte dispositiva.—Fallamos: Que con revocación de la sentencia dictada por el Sr. Juez de Primera Instancia de La Vecilla en los autos a que este rollo se contrae, en doce de Abril del año actual, debemos estimar y estimamos la demanda propuesta por don Adolfo Sarabia López contra don Marcelino Ordóñez García y declarar como declaramos la efectividad del derecho de tanteo ejercitado por aquel respecto del local de negocio a que dicha demanda se refiere y consecuentemente extinguido el contrato de arrendamiento que entre los litigantes existía sobre dicho local, y condenar como condenamos a referido demandado a que sin dilación lo desaloje y deje a la disposición del actor en la forma que previene el extinguído contrato, pudiendo por su parte recoger las dos mil pesetas en que fijó el precio de traspaso, consignadas al efecto por el actor.
Con imposición al demandado de las costas causadas en primera instancia y sin expresa imposición de las causadas en esta segunda.
Así por esta nuestra sentencia, cuyo encabezamiento y parte dispositiva se publicarán en el BOLETIN OFICIAL de la provincia de León. por la incomparecencia ante esta Superioridad del demandado y apelado don Marcelino Ordóñez Gavela, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
Antonio Manuel del Fraile.—Leopoldo Duque.— César Aparicio y de Santiago —Isaac González.— Rubricados.
Esta sentencia fué publicada en el mismo día y leída en el siguiente a las partes personadas y en los Estrados del Tribunal.
Y para que tenga efecto lo acordado, expido el presente en Valladolid, a tres de Diciembre de mil novecientos cincuenta y siete —Luis Delgado Orbaneja.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 23 de diciembre de 1958:
Adolfo Sarabia López, de La Robla, obtuvo el permiso de circulación de 1ª durante el mes de noviembre.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 23 de abril de 1959:
Adolfo Sarabia López, de La Robla, obtuvo el permiso de circulación de 2ª durante el mes de marzo.
En el diario La Rioja del 26 de septiembre de 1959 se da cuenta de otro accidente minero.
VÍCTIMA DE LA MINA
LEON, 25. — Otro accidente minero, mortal ocurrió en el pozo Bardaya, del que fué víctima Francisco Suárez González, de 18 años, vecino de La Valcueva, que, cuando enganchaba dos vagonetas, quedó aprisionado entre ellas. Falleció instantes más tarde.
En el El adelantado del 10 de febrero de 1960 se da noticia de otro accidente en la mina Bardaya.
Gravemente herido al estrellarse la jaula de una mina
León, 9.—En la mina de Bardaya, en Matallana de Torío, el obrero Antonio Bandara Cacho, de 41 años, resultó gravemente herido al fallar los frenos de la jaula en la que bajaba al pozo, estrellándose contra el suelo.
En el Boletín Oficial de la Provincia de León se da cuenta de un recurso:
Visto el recurso formulado ante el Ayuntamiento de La Robla por el Médico que fue de A. P. D., D. Adolfo Sarabia López, porque en el expediente de jubilación por imposibilidad física tramitado por dicha entidad, no se habían tenido en cuenta los años de carrera, a los efectos de dicha pensión de jubilación, que fue aprobada por mi Autoridad con fecha 30 de Marzo pasado.
Teniendo en cuenta el informe emitido al efecto por la Jefatura de la Sección Provincial de Administración Local, con esta fecha he acordado la revisión de la repetida pensión de jubilación a favor del Sarabia López, que habrá de quedar constituida de la forma siguiente:
Ayuntamiento de La Robla, abonará anualmente 6.510,94 pesetas, correspondiendo al mes 542,58 ptas.
Ayuntamiento de Los Barrios de Luna, anual 27,19 Pesetas y mensual 2,26 Pesetas.
Ayuntamiento de Matallana de Torío, anual 14.928,52 Pesetas, y mensual 1.244,05 Pesetas.
Lo que hace un total de pensión anual de 21.466.65 Pesetas, y mensual de 1.788,89 Pesetas.
Lo que se hace público para general conocimiento y efectos.
León, 7 de Junio de 1960. EI Gobernador Civil, Antonio Álvarez de Rementería.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 29 de mayo de 1961:
En abril, Adolfo Sarabia López, de La Robla, le vendió un turismo Seat de matrícula 11.374 a César Prieto Cabero, de León, Ramro II, 8.
En junio de 1961 estaba a la venta en España el libro Medicina Popular, de Jarvis D. C., traducido por Adolfo Sarabia y editado por la Editorial Bruguera en Barcelona. 250 páginas.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 14 de octubre de 1961:
El mes de agosto, Adolfo Sarabia López, de La Robla, obtuvo el permiso de circulación de 2ª con un turismo Seat.
En el diario Pueblo del 1 de septiembre de 1966:
León: Mineros sepultados
LEON, 31. — Tres mineros quedaron sepultados dentro de la mina Bardalla, en las inmediaciones de Matallana de Torío (León), a consecuencia de un corrimiento de tierra. Dos de ellos, Nicolás Castañón Díaz, de treinta y siete años, casado, capataz, y Pedro Vega Calero, de treinta y nueve años, vagonero, fueron rescatados a las pocas horas y no tienen más que heridas leves. Continúa la búsqueda del tercer minero, Onofre Martín García, de treinta y cinco años, hasta el momento sin resultados satisfactorios, aunque se trabaja con todo empeño. (Cifra).
En el Boletín oficial de la provincia de León del 19 de junii de 1967:
Ayuntamiento de La Robla
Por D. Felipe Diez Alonso, vecino de La Robla, se interesa de este Ayuntamiento licencia para el ejercicio de la actividad de «carpintería metálica y cerrajería», en edificio propiedad de D. Adolfo Sarabia López, situado en la calle Real.
Lo que en cumplimiento de lo establecido en el articulo 30 del Reglamento de 30 de noviembre de 1961, de Actividades Molestas, Insalubres. Nocivas y Peligrosas, se hace público, para que los que pudieran resultar afectados de algún modo por la mencionada actividad que se pretende instalar, pueda formular las observaciones pertinentes en el plazo de diez dias a contar desde la inserción del presente edicto en el tablón de anuncios de este Ayuntamiento.
La Robla, 9 de junio de 1967.—El Alcalde, Benito Díez.
En el Boletín oficial de la provincia de León del 16 de marzo de 1970:
Se da cuenta de que Adolfo Sarabia Fernández, de La Robla, debía el impuesto de Tráfico de Empresas del año 1969 con un importe de 5.000 pesetas. Lo mismo se puede entrar para 1971 y 1972.
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