En El porvenir de León del 18 de febrero de 1914:
Progresos de la industria Leonesa
Nuevo salto de agua
Tomamos de nuestro colega «La Democracia» el artículo siguiente, por tratarse de una obra que honra á la provincia de León, á los técnicos que la hicieron y á la importante Sociedad que ha empleado en aquella, una suma tan considerable.
«Se han efectuado con excelente éxito las pruebas definitivas del salto de agua de Vegacervera, que empezará á funcionar en breve; y consecuentes en nuestro propósito de dedicar preferente atención al desarrollo y progreso de las industrias locales, que constituyen la principal fuente de riqueza para los pueblos, vamos á ocuparnos hoy de esa importantísima obra llevada á feliz término por la Sociedad Electricista Leonesa, antigua entidad industrial constituida con capitales leoneses para dotar de alumbrado eléctrico á esta ciudad en una época en que la mayor parte de las poblaciones de España se alumbraban con la clásica candileja de aceite ó de petróleo.
Es indudable que los saltos de agua son en la hora presente la preocupación de la industria en todo el mundo y se consideran unánimemente como los grandes negocios del porvenir, por estar próximo el día en que sean acaso la única forma de producción de fuerza para aplicaciones industriales. Los continuos y cada vez mas graves conflictos del carbón y la incesante elevación de sus precios, contribuyen á aumentar la importancia de aquéllos en tales términos, que ya la industria moderna busca preferentemente su salvación en la fuerza hidráulica con grandes ventajas económicas y mayores seguridades de estabilidad.
La hulla blanca sustituye á la hulla negra, como la electricidad sustituye al vapor, porque una ineludible y fatal ley económica nos obliga al aprovechamiento de las fuerzas naturales, hasta ahora explotadas en pequeña escala. Entendiéndolo así la Eléctrica Leonesa, ha construido también su salto de agua, admirable otra de ingeniería, en la que se ha invertido un respetable capital, con objeto de ampliar y mejorar el servicio de alumbrado eléctrico en esta ciudad y suministrar energía á otras industrias, Y si una empresa de tal magnitud es en todo momento digna de aplauso, aún lo es más en la ocasión presente, pudiendo afirmarse que esa Sociedad ha dado pruebas de un valor extraordinario empleando su capital en obra tan importante en un país que suele mirar con la mayor indiferencia sus progresos industriales, á los que presta muy escaso apoyo, y cuando una injusta, insidiosa campaña se ha emprendido para soliviantar al público contra las Eléctricas en términos tales dé encono, que no parece sino que los intereses que esas Sociedades representan no son dignos de respeto ni de consideración de ninguna clase.
Callando estoicamente ante ataques verdaderamente inexplicables, la Eléctrica Leonesa ha proseguido su obra serenamente, dedicando la actividad y el dinero de que disponía á la construcción del salto y á mejorar su instalación con arreglo á los últimos adelantos de la industria eléctrica atenta siempre al progreso industrial de esta ciudad y al mejor servicio del público, hasta llegar al fin que se proponía, como ahora lo consigue viendo coronados por el más feliz éxito sus trabajos y sus sacrificios.
Por ello merece la Sociedad Electricísta Leonesa el aplauso de la opinión y nosotros le tributamos también el nuestro muy sincero.
La presa ó toma de agua se halla emplazada en uno de los sitios mas pintorescos y agrestes de nuestra montaña, en las Hoces de Vegacervera, junto al desagúe del Pozo del Infierno, cuarenta metros aguas arriba del puente de los Verdugos, en la carretera de León á Collanzo. Estribada en las laderas de aquella estrecha garganta caliza, afecta su planta la forma rectilínea terminada por una pequeña curva normal á la ladera derecha del río, y tiene el vertedero una longitud útil de veinte metros.
Su cimentación, que ha sido dificilísima y costosa, alcanza una profundidad de 4'70 metros bajo el lecho del río, con una anchura de 8, elevándose el cuerpo de la presa sobre el nivel del agua
cuatro metros y medio con uno y medio de anchura en su coronación.
A cuantos conocen aquellos parajes y han visitado, antes de empezarse las obras, el angosto desfiladero por donde se despeña á grandes saltos el Torio, les parecería imposible que la mano del hombre fuera capaz de desviar en tal punto el río de su cauce natural para conducirlo á capricho por entre los enormes acantilados y cortes inaccesibles que le aprisionan... Y sin embargo, el milagro se hizo; y aunque á costa de trabajos verdaderamente formidables, todos los obstáculos han sido vencidos y hoy el agua que corría infecunda y bravía por entre aquellos peñascales, se desliza suave y serena por el canal para ser convertida en fuente fecunda de energía.
En el extremo izquierdo de la presa se hallan situadas las compuertas de desagüe y de entrada al canal, cuyos macizos forman con aquella un monolito de mas de mil metros cúbicos de hormigón de cemento de Portland, dato que refleja elocuentemente la importancia de la obra realizada.
La longitud del canal es de 3.600 metros, con una pendiente uniforme de medio por mil y una sección constante de 1'90 metros de ancho por 1'30 de altura. A los pocos metros de su origen pasa por debajo de la carretera en subterráneo de 31 metros de largo y después de cruzar por un túnel de 48 metros, aparece tallada la cubeta en el escarpe casi vertical de las Hoces en una longitud de 148 metros, hasta que vuelve á ocultarse en otro túnel de 67 metros, después del cual sigue ya á cielo abierto hasta su terminación en término de Villafeide, á 40 metros de altura sobre el río.
Todo el canal es de mampostería hidráulica con solera de hormigón y la cubeta va revestida en su totalidad con un enlucido de cemento. Está cubierto en algunos tramos, especialmente en el trayecto de la peña del Fraile y cuesta de Vegacervera y tiene varias tageas para el paso de las arroyadas y un pontón de 5 metros de luz para el arroyo de San Juan y camino de Bardaya. —
Aquí es preciso consignar un dato interesante; por falta de arena natural en aquella comarca, ha sido preciso producirla artificialmente para toda la obra por trituración de las rocas areniscas del Fraile.
Termina el canal con un aliviadero de superficie y el depósito que sirve de tránsito para la sección circular de la tubería de carga, formada por 80 metros de tubo de acero de un 1,15 de diámetro interior. El desnivel entre el depósito y el desagüe, ó sea el salto propiamente dicho, es de 40 metros en números redondos, con el cual puede obtenerse una potencia total de mil caballos efectivos.
Completa la obra un hermoso y sólido edificio destinado á casa de máquinas y Central hidráulica, de tres pisos y 302 metros cuadrados de superficie, que entre otras dependencias, tiene una amplia nave de 11,70 metros de ancha, por 13,10 de larga y 8,60 de altura, en la cual se hallan instalados los generadores.
La falta de espacio nos impide hacer, como su importancia merece, una descripción detenida de la maquinaria montada en la Central de Vegacervera y en la Sub-central de León. Sólo diremos que las turbinas son de espiral regulable y eje horizontal, de 500 caballos cada una y 500 á 600 revoluciones por minuto y se hallan dispuestas para acoplamiento directo con sus correspondientes alternadores trifásicos de 350 K. V. A. La corriente producida por los alternadores con una tensión de 2.100 voltios pasa á dos transformadores que la elevan á 23.500 para ser transportada á la Sub-central de León por medio de una linea trifilar de cobre de 33 kilómetros de longitud. Aquí se han instalado otros dos transformadores para reducir la tensión y enviarla á la red de distribución. En ambas Centrales se han dispuesto completísimos cuadros de distribución con sus aparatos de medida, interruptores. automáticos de máxima, sincronizadores, etc., y dos series de descargadores de antenas, bobinas de reacción y resistencias liquidas como protección contra descargas atmosféricas.
Toda la instalación, que es completísima y constituye un verdadero modelo entre las de su clase, ha sido montada por la casa A. E. G. Thomson-Houston Ibérica.
La construcción de esta importante y atrevida obra hidráulica, que merece ser visitada por los amantes del progreso industrial de nuestro pueblo, empezó el dia 24 de Mayo de 1910 y ha sido hábilmente dirigida por el ilustrado ingeniero de Caminos don Rafael Zumárraga y el competente ayudante señor Negrete, siendo ejecutada por el contratista don Valentín Gutiérrez, eficazmente secundado por el concienzudo y laborioso maestro-capataz don Eliffo Martinez,
Terminada la construcción del salto de agua de Vegacervera, quedará normalizada la vida de la Sociedad Electricista y en disposición de proceder, de acuerdo con León Industrial, á modificar en beneficio del público las tarifas del alumbrado en esta ciudad. Á este efecto, tenemos entendido que en breve se reducirán los precios á un mínimun que hará imposible toda competencia, y dada la gran cantidad de fluido de que disponen ambas sociedades, creemos que lo suministrarán también á precios muy reducidos para motores, industrias y calefacción exclusivamente á sus abonados de luz.
Con todo lo cual será León una de las poblaciones de España que disponga de mayor abundancia de fluido eléctrico y en que este se venda más barato.
A.
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