El Tren del olvido es un proyecto de documental, un trabajo con guión de Isabel Medarde, Déborah Fernández y Manuel Urueña. Está producido por Bambara, que dirige María Oliden. Fue rodado el pasado mes de abril gracias a las ayudas al cine de la Junta de Castilla y León, y para su posproducción ha buscado la financiación a través de una campaña de crowdfunding, para conseguir los 12.000 euros necesarios.
El corto presenta un formato documental, mezclando realidad y ficción, y busca dar a conocer el llamado Tren de La Robla que va camino de los 130 años de vida y que fue en su día la línea de ancho métrico más larga de Europa Occidental, a través de los recuerdos, vivencias y sentimientos de sus propios viajeros. La pasada primavera se cumplió el centenario de la inauguración de una de sus estaciones míticas, la de Matallana en la capital leonesa, que lleva 13 años sin recibir tren alguno.
El documental da voz a los usuarios del tren, que exponen su visión acerca de la historia y la actual situación de la vía estrecha. El rodaje duró cinco días y congregó a unas treinta personas entre equipo técnico, artístico, actores, entrevistados y figurantes.
A su paso por las distintas paradas a lo largo del recorrido del tren de FEVE, que pasa por cinco provincias hasta llegar a la estación de la Concordia en Bilbao, el cortometraje muestra el punto de vista de sus usuarios, intercalando sus testimonios con el seguimiento a dos viajeros reales, Manuel y Natalia, en su traslado del pueblo a la ciudad para sus quehaceres diarios. Complementan el metraje las declaraciones de expertos sobre la situación actual de este servicio público.
La idea original de llevar a cabo este documental fue concebida por Manuel Urueña, ingeniero industrial, antiguo profesor de la Universidad de León y viajero habitual de la FEVE, que propuso a la productora de cine Bambara Zinema la realización del proyecto. Urueña ha escrito en los últimos años diferentes artículos de periódico que denuncian la situación que el tren vive desde hace más de una década.
Así, a través de un trabajo conjunto con la productora, el cortometraje pone de manifiesto la situación que viven los viajeros del tren como consecuencia de unas obras paralizadas que impiden que el tren llegue, como lo hacía antes, hasta el centro de la capital leonesa. A pesar de que se haya llevado a cabo una importante inversión en la obra de integración de las vías del tren con el Tren-Tram, dicho servicio no ha llegado a inaugurarse, obligando a los viajeros desde hace doce años a realizar un trasbordo y completar en autobús el resto del trayecto de 2 kilómetros de distancia para llegar a León.
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