Este pequeño motor eléctrico lo hemos utilizado muy sobrecargado y solamente ha podido resistir unos cinco minutos, funcionando a 4,5 voltios y 0,55 amperios. Una de las escobillas se le ha desgastado y no hace contacto.
Desdoblando unas pequeñas pestañas de la carcasa de chapa, se puede extraer el rotor, separando la tapa de plástico que sujeta las escobillas.
El rotor dispone de tres polos bobinados sobre un núcleo de chapas de hierro y no ha sufrido desperfectos.
Únicamente se aprecian las marcas de los dos bordes de las escobillas.
El eje del rotor, sobre el que se monta el piñón de la reductora, tiene un diámetro de 2 mm.
Tapa de plástico, en donde van sujetas las dos escobillas.
Aquí se puede ver, en detalle, como una de las dos escobillas está prácticamente destruida.
El casquillo de latón se encuentra en el fondo del estator. Esta pieza ha de tener algún material magnético, ya que es atraído por el imán.
Los dos imanes están sujetos por un clip de alambre de acero.
La carcasa del motor se puede fijar mediante tornillos, utilizando estos dos agujeros.
Retirando el clip de alambre de acero se pueden sacar los dos imanes de media luna. Con un punzón también se puede extraer el casquillo de latón.
En el interior del estator se pueden ver las pestañas en donde se encajan los extremos de los dos imanes de media luna.
El rotor, una vez montado, tiene colocados los imanes de esta manera.
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