CELSA

Francisco Rubiralta Vilaseca, nacido en Manresa en 1939, fundó en 1967, junto a su hermano José María, en la localidad barcelonesa de Sant Andreu de la Barca (Castellbisbal) la Compañía Española de Laminación (Celsa), una pequeña relaminadora de redondo corrugado, con un capital de 10 millones de pesetas. Rubiralta acababa de llegar entonces de Pittsburg (EE UU)con un posgrado de la prestigiosa universidad Carnegie Mellon, adonde había acudido tras sus estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Con el tiempo complementó sus estudios en Iese, Harvard y Stanford, y fue promotor del Instituto de la Empresa Familiar y de cátedras en la UPC, Iese y Esade, entre otras.


En 2006 Francisco Rubiralta se quedó con el negocio del acero (Celsa) y su hermano José María con la compañía de material hospitalario Werfen, empresas que hasta entonces compartían al 50%. Tras el fallecimiento de Francisco Rubiralta Vilaseca en 2010, su hijo mayor, Francesc Rubiralta Rubió, le relevó como presidente y consejero delegado. Francisco Rubiralta fue un admirador del grupo norteamericano Nucor Steel y, siguiendo su ejemplo, Celsa fue controlando diversas empresas a lo largo de sus 45 años de historia. Adquirió Torras Herrería y Construcciones, Altos Hornos de Cataluña, Nueva Montaña Quijano, Nervacero, Industrias del Besòs, etc.


En 1990 Celsa adquirió la compañía gijonesa Moreda, con 120 años de historia y uno de los mayores fabricantes europeos de acero suave para cerramientos (Trefilería). A final de siglo se hizo con TYCSA (Trenzas y cables de acero - Barberà del Vallès) y Riviere (Trefilería - Cerdanyola del Vallès). En el 2010 Celsa era un gran conglomerado multinacional con filiales en varios países de Europa, Norteamérica y Asia. Una multinacional con más de 8.000 trabajadores, unos 5.000 millones de facturación, fábricas en España, Francia, Reino Unido, Polonia, Noruega, Suecia y Finlandia, y filiales comerciales en Alemania, Suiza, Estados Unidos, China, Rusia, Oriente Medio e India.



La crisis financiera, que vive el sector industrial también afecta a esta empresa con una producción muy ligada a la costrucción. En mayo pasado los trabajadores de Laminaciones Arregui, que cuenta con dos fábricas en Vitoria, que ocupan a 349 trabajadores (CELSA-ATLANTIC) iniciaron una huelga ante la propuesta de la empresa de recortar el 30% de la plantilla y el 20% de los salarios de los trabajadores que queden. El pasado junio el grupo Celsa, que cuenta en Santander con la empresa siderúrgica Global Steel Wire, inició en sus plantas españolas un plan de ajuste que en las de Bilbao (Nervacero) y Barcelona (Castellbisbal) supone cientos de despidos y que en aquel momento no implicaba ajustes de plantilla en Cantabria, donde trabajaban 550 personas.



El grupo Celsa ha puesto en marcha un plan de viabilidad para hacer frente, entre otras cosas, a la elevada deuda que soporta, cifrada en 3.000 millones de euros, lo que supone el pago de 108 millones de euros de intereses al año.



CELSA-BARCERLONA tiene capacidad para producir más de 2,4 millones de toneladas anuales de acero, diversificadas en la producción de redondo corrugado y liso, alambrón, pletinas, cuadrados, angulares y perfiles estructurales. Para ello la empresa cuenta con dos hornos eléctricos de 140 toneladas de capacidad cada uno, y dos coladas continuas, una de sección cuadrada y la segunda de sección en forma de "hueso de perro" (beam blank). La laminación en caliente de las palanquillas se realiza en tres trenes de diversas características: un tren de redondo corrugado en barra y rollo y alamhrón (Danieli), un tren de pletinas y cuadrados (marca Besós), redondo liso, angulares y perfiles ligeros (Pomini) y un tren de perfiles estructurales gruesos (SMS).



Con el tiempo Celsa consolidó el grupo llamado CELSA-ATLANTIC. En 2002 se pone en marcha en Laracha (La Coruña) el primer tren de laminación de la planta, construido por Danieli Morgardshammar, con una capacidad de producción de 500.000 toneladas anuales de redondo corrugado en barra.



En 2004 Celsa adquiere L'Aciérie de l'Atlantique, situada en Bayona, que pasará a denominarse Celsa France. Esta acerería, con una capacidad de producción de más de un millón de toneladas de palanquilla al año, no solo garantizará la autosuficiencia en el suministro de palanquilla del tren ya existente en Laracha sino que permitirá acometer la construcción de un segundo tren de laminación.



En 2006 se pone en marcha el segundo tren de laminación, construido por Morgan, con una capacidad de producción de 500.000toneladas anuales en redondo corrugado en rollo y alambrón, posteriormente se modificará para permitir también la laminación de corrugado en barra. En 2007 el Grupo Celsa adquiere las instalaciones de Laracha.