En un estudio realizado en el oeste y centro de Texas en 2012, en donde se pasó de 111 en aerogeneradores en 2003 a 2.325 seis años después, se utilizaron datos proporcionados por los satélites Aqua y Terra de la Nasa para medir la temperatura a nivel del suelo en esa zona antes y después de la instalación de tantos aerogeneradores. El aumento promedio se estimó en 0,72 grados centígrados en una década.
Durante la noche, el aire en las capas superiores tiende a ser mas cálido que el que circula a nivel del suelo. Se cree que el movimiento de las palas de los aerogeneradores mezclan los dos tipos de aire impulsando el más cálido hacia abajo. Las temperaturas diurnas no parecen resultar afectadas. Un fenómeno similar consiguen los agricultores que sobrevuelan sus cultivos con helicópteros para combatir las heladas de madrugada en sus plantaciones de árboles frutales.
El desarrollo de parques eólicos en Europa modifica el clima del continente de manera extremadamente débil, según un estudio realizado por centros de investigación franceses e italianos que publicó en 2014 la revista Nature Communications. Según apunta el análisis, como máximo, se detectaron diferencias de 0,3 grados centígrados de temperatura y una suave bajada en las precipitaciones, únicamente significativas en invierno, en algunas regiones.
Un estudio realizado por dos investigadores de la Universidad de Harvard en 2018 demostró que aumentar mucho la producción de energía eólica podría impulsar el calentamiento a nivel regional durante las próximas décadas. El trabajo, publicado en la revista Joule, afirmaba que si la energía eólica abasteciera todas las demandas de electricidad de EE. UU., la temperatura de superficie continental del país aumentaría en 0,24 °C. Ese aumento podría ser mayor que la reducción de temperatura que el país esperaba conseguir con la descarbonización del sector eléctrico dentro de un siglo, que se estimaba en cerca de 0,1 °C.
La energía eólica avanza a buen ritmo en China. La potencia instalada superó los 300 millones de kilovatios en 2021 y lleva 12 años consecutivos ocupando el primer puesto mundial, casi el doble que en toda la Unión Europea y casi tres que la de Estados Unidos. En agosto de 2024 Mingyang Smart Energy instaló en el país una turbina eólica marina de 20 MW. Con sus aspas de 128 metros y 242 metros de altura, puede producir suficiente electricidad cada año para abastecer a 96.000 hogares. El 28 de agosto de este año también entró en funcionamiento un aerogenerador de 16 MW en la provincia de Hainan, en el Mar de China Meridional (China). Los estudios han demostrado que las turbinas de este tamaño modifican el microclima inmediato y los patrones de viento locales, lo que da lugar a cambios en las velocidades del viento y las distribuciones de temperatura alrededor de la instalación.
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