martes, 15 de octubre de 2024

Las guerras Carlista en la montaña leonesa

Primera Guerra Carlista

La Expedición de 1836

Comúnmente llamada Expedición Gómez. Bruno Villarreal, comandante supremo del ejército carlista en el país vasco-navarro, organizó una expedición para que marchase a Asturias y Galicia para fijando allí la guerra, llamase la atención del enemigo por aquella parte y desahogase al ejército de estas provincias,​ entregando el mando a Miguel Gómez Damas. Su objetivo principal era dominar Asturias ya que se tenía noticias, aunque no eran ciertas, de que allí existía una importante base para poder realizar un alzamiento carlista y que debería marchar a Galicia tanto si había logrado realizar el objetivo asturiano como si habiendo fracasado en ello, se refugiase allí, intentando realizar de nuevo un alzamiento. Fracasando en ambas regiones, en vez de retirarse al país vasco-navarro, emprendió un sorprendente recorrido.

 

Comenzó en junio de 1836, su tropa estaba compuesta por los batallones 2.º, 4.º, 5.º y 6.º de Castilla, un pelotón de granaderos de la Guardia Real pasados del bando isabelino y dos escuadrones, en total, unos 2.700 infantes y 180 jinetes. Partió en dirección a Asturias y Galicia. Salió de Amurrio y tomó Riaño, Oviedo, Lugo, La Coruña y Santiago de Compostela. Desde aquí, decidió hacer una incursión que le llevaría hasta Andalucía. De forma efímera conquistó León, Palencia, Valladolid, Sigüenza, Utiel, Albacete, Villarrobledo, Baeza, Córdoba, Pozoblanco, Almadén, Cáceres, Alcántara, Écija, Osuna, Ronda, Arcos de la Frontera, Pedro Muñoz y El Burgo de Osma. Acabó la expedición en diciembre de 1836. 

Al frente de 3.500 hombres, parte desde Amurrio hacia Asturias y Galicia para alentar los focos carlistas que supone allí establecidos, pero a pesar de que consigue entrar sin lucha en Oviedo y Santiago de Compostela, no logra controlar estos territorios ya que no encuentra interés suficiente por la causa carlista en la población y es sometido a persecución por tropas isabelinas que llegan desde Navarra y Castilla la Vieja. 

Por propia iniciativa, en contra de las órdenes recibidas, se dirige en agosto hacia Andalucía y durante la marcha entra en León, Palencia y Albacete. 

En Andalucía toma Córdoba y Almadén de la Plata, hecho este último que causa una inesperada bajada en la Bolsa londinense. Llega a San Roque ya que tiene intención de adquirir calzado en Gibraltar pero desde el Peñón le impiden con cañonazos acercarse aunque son muchos los ingleses, incluso con sus mujeres, los que salen del recinto británico para ver de cerca a los carlistas ya que su correría por la geografía hispánica es tema muy aireado por la prensa europea. Batido una y otra vez, aunque sin ser excesivamente dañado por las columnas isabelinas que le persiguen, en diciembre de 1836 consigue regresar a Vizcaya.

El Mundo (Madrid), 6 de agosto de 1836, página 2

Partes recibidos en la secretaria de Estado y del Despacho de la Guerra.

El comandante general de Asturias en 30 de julio dice que la facción que penetró en Galicia había contramarchado dirigiéndose por aquel principado; de lo que había dado oportunos avisos al capitan general de Castilla la Vieja. Ha fortificado un edificio de

Oviedo con el doble objeto de defender la ciudad, y auxiliar a cualquiera columna de nuestras tropas que se aproximase a ella, habiéndose ejecutado en cuatro días las obras que se han creido necesarias al efecto.

Según las últimas noticias el enemigo cambió de dirección desde la Pola de Allande y sus inmediaciones, dirigiendose a Cangas de Tineo con la intención de tomar el camino de Leitariegos.

El general Espartero había dormido en Navia la noche del 28; por lo que se calcula que el enemigo lleve una jornada de ventaja. Todos los avisos son contestes; y aseguran que la faccion va en el mayor desaliento, y que lleva muchos carros de enfermos y cansados.

El espíritu público del principado ha mejorado en términos que los pueblos se han negado a suministrar raciones a los rebeldes, habiéndose distinguido entre los demas los de Cangas y Tineo.

El teniente general de Lacy Ewans en comunicación de 30 del anterior dice: “que noticioso de que la facción de Gómez retrocedía por Oviedo, había determinado que dos regimientos de la legión de su mando, con una compañía del batallón de voluntarios de Guipúzcoa, pasasen en aquel día s reforzar al brigadier Iriarte.

Ejército de operaciones y reserva. — Secretaría de campaña. — Excmo. Sr.: Anoche llegó a esta, de donde continuo para Reinosa con una brigada y 300 caballos, mandando al brigadier Iriarte, comandante general de Santander, que situando dos Regimiento ingleses, que había enviado la previsión del general Ewans a aquella plaza en los puntos de paso por donde puediera contramarchar Gómez, y que por su escabrosa naturaleza son defensibles con corto número; utilicé los cuatro batallones españoles que he pedido al mismo general Ewans para una columna de persecución que obrará sobre el flanco del enemigo, mientras que el general Espartero sigue su persecución, y yo le salgo al frente o me corro paralelamente a la dirección que tome, si sabiendo mi situación aquel rebelde cabecilla, variase su rumbo hacia la cordillera de León y provincia de Palencia.

Yo me lisonjeo de que siendo efectivamente cierta su contramarcha, hemos de dar fin con aquella expedición; pero puedo de todos modos asegurar a V. IL. que al efecto no he omitido diligencia, fatiga ni precaución alguna. Dios guarde  V. E. muchos años. Villarcayo 19 de agosto de 1836. —Excmo. Sr. — Luis Fernandez de Córdoba. — Excmo. Sr. Secretario del Despacho de la Guerra. 

El Eco del comercio, 7 de agosto de 1836, página 2

El comandante general de la provincia de León, con fecha 2 del actual desde Valencia de don Juan da parte de haber evacuado la capital con todas las autoridades de resultas de haberse presentado la vanguardia de la facción vizcaina en el puente de san Marcos; que ha tomado esta dirección por no haberse atrevido a llegar a Oviedo, donde se hallaba el comandante general de Asturias decidido a defenderse; que opina que el enemigo no podrá permanecer en León sino aquel día, en atención a asegurarse que el general Espartero le sigue muy de cerca, que interin con la Guardia nacional que ha podido reunir le hostilizará en lo posible, evitando que sus partidas sueltas recorran los pueblos de los cercanías. 

El Español (Madrid), 11 de agosto de 1836, página 3

Nuestra correspondencia del ejército manifiesta la situación apurada de la columna de Gómez, que huye despavorida ante la incansable espada del valiente Espartero. 

Una sola marcha llevaban los carlistas de ventaja a la llegada de nuestras tropas a Leon; y según pinta nuestro inteligente corresponsal, hallándose distante solo nueve leguas el general Córdova que se ha colocado en situación de cortar el paso al enemigo, y subiendo de Valladolid el general Manso con dos brigadas para oponerse a los progresos de la facción en Castilla, todas las probabilidades estan porque en el momento en que escribimos habrá habido un encuentro decisivo entre nuestras tropas y la columna fugitiva. 

El hecho indicado por nuestro corresponsal de haber abandonado les autoridades de León 200 arrobas de pólvora a la facción de Gómez, es de una criminalidad sin ejemplo, y sobre él llamamos hoy particularmente la atención del gobierno para que haga pesar una severa responsabilidad sobre los delincuentes. 

El Castellano, 14 de agosto de 1836

El comandante general de León fecha 10, al incluir por duplicado el parte que ganando horas mandó del general Espartero relativo a la completa derrota de la facción de Gómez, aprovecha la ocasión para manifestar que D. Isidoro Álvarez Acevedo, comandante de la Guardia Nacional de aquella ciudad el día anterior desde Cofiñal dice:

Observación de la línea de la izquierda de Valdeburón; recibo el oficio de V. S. en este momento que son las once de la mañana a mi regreso de Tarna, donde pernocté con el comandante de la Guardia movilizada del partido de Riaño y Vega Cervera que con 100 hombres de Nacionales me acompañó.

Las noticias que he adquirido del comandante del regimiento de Almansa acantonado en Tarna, son las siguientes: 

Que corroboradas por el carabinero D. Felipe Baeza y 4 pasados que obran en mi poder, que él ha podido seducir, son: la vanguardia de Espartero al subir la cuesta de Picones se encontró con los dos regimientos facciosos de la guardia que iban a tomar posesión de aquel punto, y arrojados por ésta, se empezó con denuedo la acción victoriosa en la villa de Boca de Huérgano, y tomando la caballería un infante cada uno a la grupa, les dieron alcance antes de Pedrosa, y desmontándose estos haciendo una descarga a la caballería que sostenía la retirada, entró la confusión y el desorden; y cargando ésta, fue espantosa la carnicería en ellos, no bajando el cálculo de 800 a 1.000 hombres, sin poder calcularse los prisioneros, pues además de los hechos aquel día, los hay en Lois y demás pueblos de la circunferencia.

Los salvaguardias de Zamora y demás caballería se han cubierto de gloria. Villalobos con 80 caballos bajó a Tarna, a cuyo punto habían adelantado su convoy con nuestros prisioneros, y a su llegada cargaron en las caballerías que llevaban y las del pueblo algunos artículos de boca y guerra, dejando en Tarna los restantes, y entre ellos varios cajones de pólvora, perdigones, postas y algunas balas, que diseminado todo por la calle, recogió esta Guardia Nacional para su uso.

Villalobos tomó la dirección al puerto de Ventaniella con las oficinas de contabilidad, los 80 caballos, y la columna que custodiaba el convoy; mas hallándose en aquel punto y venta o casa de Ventaniella el brigadier Alaiz con la división de su mando, debió cortarles el paso, agregándose a esto que a mi regreso la infantería de esta Guardia Nacional ha oído varias descargas hacia aquel punto, que no hemos podido tomar por la abundante lluvia y trochas montuosas, pero sí cubriremos esto, que no deja de ser interesante por los dispersos.

El comandante de Almansa no tenia ningún conocimiento ni orden para su movimiento, y pensaba bajar al Infiesto, y cubrir la izquierda de la facción, a no ser que el fuego de que llevo hecho mérito, le haya hecho variar de dirección. En Tarna dejaron 200 fusiles hechos pedazos. Se cree entre los muertos lo sean muchos de León, y entre ellos el famoso Benayas y el presbítero Marchito, a quien dicen cogieron 58 reales con inclusión de Pantaleón el de la Flora, y el Rojo de Trobajo, que va prisionero y herido del brazo izquierdo. 

El Español, 15 de septiembre de 1836

ESTRACTO DE LOS PERIÓDICOS FRANCESES DE LA FRONTERA. 

(Del Centinela de los Pirineos del 10.) 

La expedición del general carlista Sanz, compuesta del 6.° batallón navarro, del 4.° de Castilla, del 6.º de Vizcaya, del 2.° de Álava y de un escuadrón de caballería que dicen deben pasar a Castilla, estaba todavía el 4 en Piedramillera a cuatro leguas de Estella. 

El 2 del corriente fue sorprendido cerca de Saygos situado en la línea del valle de Estiriban un puesto de las tropas de la REINA compuesto de 40 hombres y 2 oficiales. Temiéndose que no les dieran cuartel, quisieron defenderse; tuvieron 7 hombres muertos, y habiendo caído prisioneros los restantes, fueron conducidos al depósito de Azcona, y los oficiales al de Guerabe. 

350 hombres procedentes todos de desertores de la legión de Argel han sido reunidos en un batallón y puestos a las órdenes de García, bajo el nombre de Cazadores del Rey y de guías del general. 

El 1.º del actual sorprendieron los carlistas en frente del puente de Hernani a cinco soldados de la REINA y un sargento; este último fue fusilado inmediatamente porque tenia una cinta verde con un letrero que decía: Constitución o muerte.

El Español, 5 de octubre de 1836

Burgos 1º de octubre. 

La facción de Sanz entró al 29 en Llanes, es decir que campean en Asturias sin que nadie haya detenido su marcha, sin embargo de tanta barca y puente como ha tenido que pasar. En igual día se hallaba según dicen el brigadier Peón en Reinosa, y a ser cierto no se habrán fatigado mucho sus tropas en la marcha. 

El 30 desembarcó en Santander una brigada de infantería procedente de San Sebastián, y transportada en cuatro vapores. Aseguran que. saldría a reforzar al ejército de reserva, aunque también podría tener otro entretenimiento porque escriben de Santander que Castor andaba por las inmediaciones. También se asegura que Basilio se disponía a invadir nuevamente las Castillas. Si tal acontece, y no hay mas actividad en los movimientos de nuestras tropas, acabarán de arruinarse los pueblos, caerán en desaliento, y no habrá quien los mueva para nada. De San Sebastián escriben como un hecho positivo la llegada de cuatro regimientos franceses a Bayona, además de los que antes tenían en aquella ciudad. 

El Eco del comercio. 6 de octubre de 1836

En Burgos se aseguraba que la facción expedicionaria de Sanz salió el 28 con dirección a Calombres pasando las barcas que inutilizaron después; las tropas constitucionales se dirigían el mismo 28 a Torre la Vega con admiración de algunos, pues parecía que esto era alejarlas de la facción. 

Que la intención de Sanz, según allí se colegía, era internarse en Castilla, pero que había retrocedido al saber la derrota de Gómez con quien sin duda pensó unirse, lo cual es ya harto difícil. Decíase también que la facción se compone de cuatro batallones de 500 plazas; dos castellanos y dos navarros y uno de ellos provisional que llaman, con cuatro compañías vestidos todos de paño pardo. Además dos compañías de caballería navarra que manda Sanz para ponerse en cobro cuando haya peligro. 

De Santander escriben la salida de la facción de Sanz para Asturias y que nada pueden asegurar de los movimientos de la columna del general Peón que el 27 estaba en Reinosa; que la del coronel Castañeda sigue la vuelta de los facciosos. Castor con dos batallones parece que ha ocupado el partido de Entrambasaguas hasta muy cerca de Santander.

El 28 desembarcó allí la división al mando del general Evans que se disponía a salir en persecución de facciosos. La provincia de Palencia esta libre enteramente de facciosos, y se toman con actividad medidas de fortificación.

Revista Nacional, 20 de octubre de 1836

A ULTIMA HORA.

De León con fecha 17 del corriente nos dicen que a las 7 de aquella mañana se tocó llamada para salir la división del general Peon, pero la tropa disgustada no obedeció a sus jefes, diciendo que no saldrían hasta que se les diese calzado y se la pagase lo que se la debía. Se reunieron en la plaza las compañías y quisieron impedir que los tambores siguiesen tocando.

En ese estado se presentó el general D. Federico Castañón y el Barón Das-Antas; proclamó la tropa al primero de estos por su general, y dio algunos mueras a Peón; aquel admitió el mando, y el Barón Das-Antas los arengó, y fue tal el entusiasmo que produjo que empezaron a dar vivas a las Reinas, Constitución y Libertad retirándose cada compañía a su alojamiento. Mucho se temió al principio un funesto resultado, pero afortunadamente no le hubo. El general Peon no se sabe donde se escondió. Castañón les ofreció darles calzado y sus socorros, y les preguntó sí le seguirían. A lo que contestaron que todos irían hasta perder sus vidas por la Reina Isabel y la libertad; que ellos deseaban batirse, pero no ser engañados como hasta aquí. Se aseguraba saldrían al día siguiente por la mañana a las siete. Se ignoraba donde estuviese la facción de Sanz.

El Castellano, (Madrid). 20 de octubre de 1836

CORRESPONDENCIA DE EL CASTELLANO.

FUERTE DE SAN ISIDRO DE LEÓN 13 de Octubre,

A cuatro leguas de esta se halla la facción de Sanz compuesta de 3.000 hombres; estamos decididos a todo trance. Está con nosotros el capitán general, y mañana esperamos la división portuguesa que había salido para Galicia a impedir la entrada de los facciosos en aquella provincia.

El Castellano, (Madrid). 21 de octubre de 1836

CORRESPONDENCIA DE EL CASTELLANO.

BURGOS 17 de Octubre.

Esta noche pasada se ha advertido una viva comunicación, pues han pasado hasta 5 correos y partes, cuyo contenido se ignora.

La facción de Sanz, según noticias, durmió anoche en Cervera del rio Pisuerga, en retirada de su expedición. Su intento parece ser retroceder al punto de salida, pero acaso no lo llegue a conseguir en vista de la situación de nuestras tropas.

Ocupada Reinosa y con una brigada en Cubillo, no veo que puedan conseguir su objeto, mucho menos cuando el general Peon les picó la retaguardia y les causó algunos muertos y prisioneros en uno de los puertos entre Leitariegos y Omañas. Además anoche u hoy debió llegar a Palencia la división Narvaez, y en este caso quedan destruidas las intenciones de la facción, dado caso que se hubiese propuesto seguir la huella a la de Gómez.

En vista, pues, de las posiciones de nuestras tropas y de la facción, debemos esperar con fundamento un día de gloria para la patria con la completa derrota de la canalla. Temeroso Villarreal de el desastre funesto que amenaza a la facción de Sanz, parece que trataba de intentar otra expedición, pero con mucha oportunidad el general Espartero ha reforzado el ejército de la izquierda, único punto descubierto, y quo a la vez llena dos objetos.

Los Milicianos movilizados fueron revistados ayer por el señor comandante general y una comisión de la junta de armamento y defensa, con el objeto de elegir entre ellos los útiles para llevar las armas, mandando a sus casas los demás que causaban el mismo gasto sin utilidad. Aplaudimos esta disposición en descargo do la hacienda nacional, de paso que también aplaudimos el buen estado de instrucción en que se hallan.

El Eco del comercio. 21 de octubre de 1836

Sabemos que el gobierno poco satisfecho de la conducta del general Peon por la manera lenta con que perseguía a la facción de Sanz, mandó con fecha 17 de este mes que dicho general pasase de cuartel a Valladolid, a responder a los cargos que se le hicieran, encargándose provisionalmente del mando de la división de aquel el capitán general de Castilla la Vieja don Antonio María Álvarez, cuya decisión y actividad lo presentaba como digno de toda confianza.

En El Eco del Comercio del domingo 23 de octubre de 1836 se puede leer este relato.

BURGOS 19 de octubre. 

El general Espartero ha venido a situarse a Pancorbo con varios batallones, y se cree sea con el objeto de estar mas inmediato a operar contra Sanz, de resultas del movimiento retrógrado que hizo este perseguido por Peon.

Por las últimas noticias sabemos que la brigada portuguesa se hallaba en Astorga, y que la facción de Sanz se había dirigido hacia la Pola. Sí hay buena combinación debe ser batida.

Castañeda salió de Santander a la cabeza de 1.000 hombres, y esperamos de su intrepidez que hará desaparecer y vuelva a sus antiguas guaridas de Vizcaya el cabecilla Castor.

El capitán general de Castilla la Vieja, desde Otero de Curueño en 18 del actual, manifiesta que aquella mañana había salido la brigada auxiliar portuguesa de Boñar con dirección a León, y su columna hacía su marcha desde Mata de la Riva a la misma ciudad, quedándose aquella en el intermedio del camino a dos y media leguas de Ambas-aguas.

VALLADOLID 16 de octubre. 

El Excmo. Sr. capitán general con fecha de ayer a las once de la noche desde León dice a S. E. el 2.° cabo que los rebeldes de Sanz habían llegado entre dos y tres de aquella tarde a la Robla, recogiendo todos los paisanos con picos y palas, cuyo objeto se ignoraba; que pidieron 140 raciones a todos los pueblos inmediatos, aparentando así tener mayor fuerza. Parece que su maniobra es dirigirse a Boñar para obrar desde allí, según aquella situación les ofrece el poder penetrar hacia la parte de Cervera para volver a sus guaridas.

El general en jefe del ejercito auxiliar portugués había entrado, en aquella ciudad al mediodía con parte de su infantería y caballería y una batería, esperándose al día siguiente el grueso mayor de dicho ejército procedente de Astorga.

S.E. pensaba salir con 600 hombres del ejército nacional, y llevando los cazadores y lanceros portugueses para atacar al enemigo, si es que no retrocede hacia Asturias, y aun pensaba hacerlo en aquellos momentos si el general en jefe portugués se conformaba, por si lograba sorprender a los rebeldes al amanecer, aunque de todas maneras tenia intención de emprender su movimiento con las cortísimas fuerzas que tenia, ejecutándolo en cuanto las circunstancias lo permitiesen.

VALLADOLID 16 de octubre. 

A estas horas, que son las diez y media, no se ha recibido noticia alguna del Excmo. Sr. capitán general, y es muy verosímil que habiendo salido S. E. de León, como manifestaba en su último oficio, se retarde la llegada de sus avisos por la mayor dificultad en las comunicaciones.

De las provincias no se sabe cosa alguna de importancia, y solo el comandante general de Santander, en fecha 13 del corriente, dice al Excmo. Sr. segundo cabo lo siguiente:

Uno de los asuntos que ocupan incesantemente a la junta de armamento y defensa y autoridades de esta provincia, es la movilización y organización de la Milicia nacional; pero ocupado este distrito en su parte oriental por el cabecilla Castor, y la suma falta de recursos pecuniarios, han paralizado tan esencial requisito; ayer salió de esta plaza una columna al mando del señor coronel Castañeda, comandante general, a destruir aquella primer causa, y con respecto a la segunda se están dando por la citada corporación las disposiciones oportunas para establecer arbitrios; no dudo se obtendrán ambos objetivos para llevar a efecto el que nos proponemos, para cuya realización puedo asegurar a V. E. nada omitiré por mi parte, así como para defender esta capital hasta, sepultarme entre sus ruinas, en todo caso que los facciosos intenten atacarla, de lo cual, la juzgo muy distante.

VALLADOLID 17 de octubre. 

El Excmo. Sr. segundo cabo de esta capitanía general acaba de recibir del comandante general de Palencia el oficio que con fecha de ayer dice lo siguiente:

Por un parte que acabo de recibir del juez de primera instancia de Saldaña sé que la facción de Sanz en número de 2.600 hombres pernoctó el 14 en Boñar; y por otro del subdelegado de policía de Carrion se avisa que habían pedido raciones desde Riaño a Guardo en el mismo día 14.

Lo participo a V.E. para su conocimiento, habiendo despachado estraordinario al general en jefe del ejército del norte. 

VALLADOLID 18 de octubre. 

El Excmo. Sr. segundo cabo ha recibido comunicación del comandante general de León, fecha 16 del corriente, en que participa que el Excmo. Sr. capitán general había llegado el 16 al anochecer a Lugan, al mismo tiempo que la facción de Sanz lo hacía a Boñar, distante dos leguas. 

S. E. pensaba atacarla con 700 hombres que llevaba a sus inmediatas órdenes, en la mañana de dicho día 16, apoyado en una brigada portuguesa, compuesta de dos batallones, cíen lanceros y una pieza rodada, al mando del Excmo. Sr. barón del Valle; cuyos resultados esperaba saber dicho comandante general de León en todo aquel día de su fecha.

VALLADOLID 19 de octubre. 

El Excmo. Sr. segundo cabo ha recibido hasta ahora, que son las siete de la mañana, comunicación de S.E. el capitán general, en que dice que habiéndose puesto en marcha desde la posición que ocupaba el 16 a batir al enemigo en Boñar, al aproximarse a las once del día supo su fuga, en cuyo caso ordenó a los cincuenta caballos del escuadrón 2.º ,Voluntarios de Castilla, al mando de su acreditado comandante don Blas Moran, se precipitara al pueblo, según lo ejecutó, y continuó contra una gruesa observación de su retaguardia, dándole varias cargas, retirándose el enemigo precipitadamente, en términos de no haber podido ser alcanzado por un escuadrón de lanceros portugueses, que al mando de su bravo comandante Mascareñas rompió al escape en sostén de Morán hasta Vegamian, a cuyo punto llegó S.E. con la infantería fatigada y sobre agua. 

Los rebeldes tenían dispuesto racionarse allí, más no creyéndose seguros, se retiraron aceleradamente hacia Lillo. El resultado de estas cargas y persecución ha sido cogerles ocho hombres entre prisioneros y presentados, matarles uno, quedando, en nuestro poder ocho fusiles y siete lanzas, sin pérdida alguna de nuestra parte.

La facción se ha dirigido por el Puerto de S. Isidro a entrar otra vez en Asturias, según los últimos avisos de confidentes que había recibido S. E. el 17 a las nueve de la mañana, a cuyo comandante general ha dado los avisos oportunos para que procure contenerlos.

El Eco del comercio. 25 de octubre de 1836

VALLADOLID 20 de octubre. 

S. E. el segundo cabo de esta capitanía general acaba de recibir a las once del día de hoy comunicación del Excmo. Sr. capitán general desde Otero de Curueño en fecha del 18, a donde había pasado para conferenciar con el teniente general D. Federico Castañón, que se había encargado del mando de la división del general Peon, por voto general de la misma y se dirigía a buscar por puntos cuya rectificación deseaba dar S. E. para que la persecución fuese productiva de buenos resultados.

Se habían presentado al señor capitán general cuatro individuos procedentes de la facción, separados el día que aquella había sido perseguida por S. E. , y declaraban que iba con muchas bajas, respecto de las fuerzas con que había salido de Vizcaya; y con bastante desaliento; pero que aunque su dirección era por el puerto de S. Isidro hacia Asturias, el objeto de sus maniobras se reducía a vagar por donde le fuese posible hasta verificar su reunión con la facción de Gómez en Castilla, para fomentar y sostener la revolución en este país.

Las tropas portuguesas que habían salido a proteger el movimiento de los setecientos hombres que llevaba el capitán general, se han situado en León; y los movimientos de las fuerzas que lleva a sus órdenes el general Castañón, después de la conferencia con S. E. , serán activos y eficaces, según los deseos que el expresado señor capitán general manifiesta al Excmo. señor segundo cabo.

Un parte recibido del comandante general de Palencia dice que la facción había pedido a Guardo 10 D. raciones; pero que el día l7 todavía no se había presentado allí ningún rebelde.

Por el correo de Burgos no se ha recibido noticia alguna de la menor novedad de las provincias limítrofes al teatro de la guerra. De las demás provincias tampoco hay ocurrencia alguna en el orden y pública tranquilidad que se disfruta.

VALLADOLID 21 de octubre. 

El Excmo. capitán general con fecha 19 desde Otero de Curueño, dice a S.E. el segundo cabo que a media mañana de aquel día había llegado allí el general Castañón con tropas de las de su mando, el cual había salido el día antes desde León para dirigirse en busca del enemigo. S. E. el capitán general habló a cada uno de los cuerpos en particular formados en masa, y ha sido correspondido con vivas del mayor entusiasmo y resolución que los anima de batirse y destruid a los rebeldes en cualquiera parte donde pudieren ser hallados.

La división dividida en dos brigadas, ha marchado la primera a las órdenes del general Castañón por los puertos de Tarna y S. Isidro, a seguir detrás del enemigo, que el 18 había salido de Felechosa en dirección del Infiesto. La segunda a las órdenes del coronel Mir se dirigía desde la Pola de Gordón sobre la carretera real de Oviedo hacia el puerto de Pajares, y a la cual S. E. pensaba reunirse en todo el día 20, siendo el objeto de esta brigada ganar la capital de Asturias lo mas pronto posible, por si el enemigo intentaba apoderarse de ella, o correrse según la dirección que llevase.

Gobierno político de la provincia de Oviedo

Excmo. Sr.: A las cuatro de la mañana del día de ayer tuve el honor de despachar a V. E. por caminos extraviados un extraordinario por conducto del jefe político de León, que supongo haya llegado a manos de V. E. , según las noticias que acabo de recibir por los espías que tengo apostados en diferentes direcciones, y que aseguran haber pasado aquel sin novedad el puerto de Pajares : En él manifesté a V. E. la entrada de la facción de Sanz en la provincia y su dirección a la capital, adonde llegó antes de ayer a medio día.

La valiente guarnición, compuesta del batallón de Pontevedra, de la Milicia nacional, carabineros y algunos soldados de las divisiones de Espartero y Peon, que quedaron rezagados o enfermos, cuyo número total apenas compondría una tercera parte del de la facción, se cubrió segunda vez de gloria, haciendo una resistencia vigorosa, disputándoles palmo a palmo las calles de la ciudad, y sosteniendo con tesón las casas fuertes de la misma.

Los enemigos se retiraron a las siete de la noche hacía la Pola de Siero, dejando las calles de Oviedo cubiertas de cadáveres: su pérdida excede de 200 hombres; la nuestra es sensible, y aunque mucho menor, digna de llorarse por las familias que quedaron en la orfandad, de que haré a V. E. una enumeración cuando esté mas tranquilo.

La facción del país que dije a V. E. ocupaba este punto; cuyo número ascendía ya a 40 hombres, fue abatida y dispersada en la tarde de ayer por 11 milicianos nacionales de Mieres, al mando de su digno comandante don Juan Valdés, que la acometieron denodadamente en la carretera, matando dos facciosos, hiriendo varios, y ahuyentando a los demás con su cabecilla a guarecerse en los montes.

En la noche de anteayer esta facción se había corrido hasta mas allá del puerto de Pajares; y aunque el correo general viviente, según la orden dada por el administrador principal de correos, que me acompaña, se había retirado a un lado de dicho puerto a cubierto en lo posible de los rebeldes, dieron con los conductores y se llevaron las valijas y caballos que hasta ahora no pudieron recuperarse a pesar de la persecución y de las diligencias que practicó el mismo administrador en persona, sí bien confío que todavía se rescatarán por el resultado de las disposiciones que he tomado.

Hallándome anoche en el punto desde el cual dirigí a V. E. el anterior extraordinario, recibí aviso de qué una columna de las tropas de S. M. se aproximaba por la carretera y en el momento dispuse que se le preparasen raciones y todos los recursos posibles en este pueblo. Acabo de llegar a el a las ocho de la mañana, y tengo la satisfacción de decir a V. E, que están prevenidas ya las raciones, y recolectados todos los zapatos y alpargatas que se pudieron hallar, de manera que las tropas podrán continuar su marcha sin detención a la capital.

Este será un refuerzo muy a propósito; pues según noticias, aunque no oficiales ni seguras, la facción retrocedía en el día de ayer hacia Oviedo, movimiento que podrá costarles caro, atendiendo a que, y según otras noticias que recibo, el general don Federico Castañón con otra columna estaba ayer en el Concejo de Aller, desde donde puede correrse directamente por Laviana y Langreo a la misma Pola de Siero, y colocarse a retaguardia de aquella.

Dios guarde a V. E. muchos años. Pola de Lena 21 de octubre de 1836. Excmo. Sr. = Ramon Casariego.

P. D. En este momento, que son las once de la mañana, llega la columna de que va hecho mérito, compuesta de 100 infantes y 125 caballos. Se está racionando y sigue al momento a Oviedo; la manda el coronel del regimiento de Castilla 16 de línea, don Miguel Mir. —Caríego.—.Sr. secretario de estado y del despacho de la gobernación de la península.

Asturianos: 

La facción enemiga, comandada por Sanz, tan osada como impotente, halló ayer por segunda vez su exterminio a las puertas de esta capital. La generosa, como valiente y decidida guarnición, cuya fuerza numérica es una tercera parte de la del enemigo, hizo multiplicados prodigios de valor, y nada me ha dejado que desear. No puedo ocultaros que vertí lágrimas de placer al contemplar su arrojo y decisión. A los pechos de los bravos no arredra esa canalla, que solo intimida al indiferente espectador de las glorias de la patria. El malvado huyó precipitadamente de la vista de apuestos guerreros, de quienes recibió por premio de su obstinación la muerte y un fatal desengaño. Vuelvan una y mil veces a preparar el robo e incendio de nuestros hogares, que otras tantas sabrán expelerlos los verdaderos hijos de la libertad. De hechos tan heroicos toman ejemplo todos los buenos, y el enemigo perecerá.

Oviedo 20 de octubre de 1836. 

El brigadier comandante general —Alonso Luís de Sierra. (Gaceta extraordinaria.)

Revista nacional
27 de octubre de 1836

Comandancia general del Principado de Asturias

Excmo. Sr.: Habiendo llegado en la mañana de ayer a esta capital los Excmos. señores capitán general del distrito y teniente general D. Federico Castañón con las tropas de su digno mando, y después de un corto descanso, emprendieron su marcha al puerto de Gijón, en el que la facción rebelde había pernoctado la noche anterior: a las dos leguas de esta tuvieron noticia de que los rebeldes habían salido con dirección a la villa de Avilés, por lo que nuestra división torció su ruta hacia dicha villa. A estas horas, que son las doce, acabo de saber por algunos pasados y paisanos confidentes que los enemigos habían dormido muy tranquilos en la expresada villa; mis vigías no han cesado de darme avisos del fuego vivo que habían sentido hacia aquella parte, y espero de un momento a otro tener la satisfacción de poder anunciar a V. E. que la facción de Sanz no existe: el fuego ya no se percibe.

Lo que tengo la honra de participar a V. E. para su satisfacción. Dios guarde a V. E. muchos años. Oviedo 25 de octubre de l836. = Excmo. Sr. = Alonso Luis de Sierra. = Excmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho de la Guerra.

Charles Lewis Gruneisen escribió una crónica sobre la guerra, el 15 de agosto de 1837 en el diario británico The Morning Post

Tres de mis hijos han sido asesinados. Mi hija fue violada por diez cristinos y luego asesinada; mi mujer ha muerto con el corazón roto. Yo estoy solo en el mundo, y mi última esperanza de subsistencia, mi cosecha, ha sido consumida por las tropas amigas y enemigas.

La España (Madrid), 13 de agosto de 1838, página 2

VEGACERVERA 4 de agosto. 

— A las siete de la mañana del 1.º del corriente entraron en le villa de Boñar de 25 a 30 facciosos montados y armados en ocasión que el vecindario se hallaba ocupado en la siega, y se apoderaron de la administración de rentas nacionales; robaron los caudales y al administrador; no encontrando absolutamente quien se les opusiera por ser el pueblo de tan corto vecindario que no llegan a 20 vecinos. 

Saquearon igualmente las casas del juez de primera instancia y del promotor fiscal, llevándose ropas, dinero y otros objetos; pero al amanecer del día 2 fue sorprendida dicha facción en las eras del pueblo de San Bartolomé por la columna de operaciones de Palencia al mando del valiente coronel D. Manuel Carande, habiendo muerto en la accion a un alférez faccioso y su asistente, y causándoles ademas la pérdida de varios heridos, tres prisioneros, siete caballos, los fusiles que se habían llevado de los nacionales de dicha villa, los caudales que robaron de la administración y otros efectos. 

Gaceta de Madrid, num 1428, 1 de septiembre de 1838. Boletín Ordinario

Palencia 29 de Agosto. 

El 26 a las 12 de su mañana entraron en esta ciudad los siete prisioneros de la partida de Saturio García, que, según dije a V.V., había sido batida el 25 sobre el pueblo de Hermedes por la columna del valiente comandante de carabineros de la hacienda pública D. Manuel Carande. 

Los robos y recientes asesinatos que aquellos foragidos habían cometido en varios pueblos del partido de Baltanas, tenían irritados hasta tal punto los ánimos de estos habitantes y de algunos emigrados de los pueblos en que ejercieron su ferocidad, que su presencia bastó para exacerbar s los mas pacíficos, en términos que agolpado un numeroso pueblo de todas clases a la puerta del cuartel, donde fueron depositados, clamaban un pronto y ejemplar castigo.

Habiéndose dispuesto la reunión de un consejo de guerra que juzgase a aquellos foragidos por asesinatos, robos y otros delitos comunes, fue aprobada por el Sr. capitán general del distrito esta determinación, mandando que inmediatamente se llevase a efecto el fallo que el consejo diese. Aquel mismo día recayó la sentencia de muerte contra el cabecilla Saturio García y sus dos compañeros Tiburcio Delgado y Juan Ruiz, que fue ejecutada a las once de la mañana del 27 en medio del mayor orden y tranquilidad; la alegría y satisfacción qne se veía rebosar en los semblantes de todo el vecindario dió bien a conocer la justa calificación que mereció la pena impuesta. Los cuatro reos restantes han sido condenados a 10 años de presidio.

El Eco del Comercio, 26 de septiembre de 1838

Nos escriben de Valladolid el 23: 

La sorpresa que Villoldo hizo al valiente comandante de carabineros de Palencia don Manuel Carande en la noche del 17 y villa de Sahagun, ha sido un golpe terrible para aquella provincia, por haberla privado de un jefe valiente, decidido y patriota, a 20 caballos y de 70 a 80 francos a quienes llevó prisioneros, permitiendo fuese montado en una jaca dicho Carande, a quien parece dió las gracias por la prision del infame Gago, que por ser desertor de sus filas mandó fusilar Villoldo.

Gaceta de Madrid, num 1428, 14 de octubre de 1838. Boletín Ordinario

CORRESPONDENCIA DE LA GACETA

Palencia 7 de Octubre. 

Casi toda esta provincia disfruta dia de sosiego, por no haber partida alguna de faccioso que altere la tranquilidad de sus pueblos, excepto los pequeños restos que dejó Villoldo en la montaña a las órdenes del cabecilla Murguía con objeto de sacar los mozos, que son perseguidos sin descanso por la columna de este Sr. comandante general.

El cabecilla Castor sufrió una derrota de consideración el 26 del mes último en el partido de Entrambasaguas, cerca de Santander, acometido por las tropas leales de la brigada de la Cabada.

El Pretendiente, Infante D. Sebastian y demás comitiva permanecían el 28 del pasado en Balmaseda, sin haber pronunciado su movimiento, asegurándose no se realizará la grande expedición que tenían proyectada; pero que Villoldo y Balmaseda con una fuerza de 30 a 40 hombres entrarán muy en breve a hostilizar las Castillas.

El cange general de prisioneros se va a verificar muy pronto, en el cual se espera serán comprendidos el comandante de carabineros de la Hacienda pública D. Manuel Carande y demas compañeros sorprendidos en Sahagun por el cabecilla Villoldo, según nueva contestación que se ha recibido por otro de los comisionados enviados al efecto. 

El Guardia nacional, (Barcelona). 14 de abril de 1839

León 24 de marzo. 

Los 12 soldados y un Sargento del escuadrón franco de Castilla que fueron hechos prisioneros por la facción del cabecilla Rey, llegaron el mismo día en libertad a Guardo, pero sin caballos ni armas, y muchos sin las prendas del vestuario, y el 22 a Villamorisca. 

El Piloto (Madrid), 17 de abril de 1839, página 3

León 11 de abril.

Don Romualdo Calvo, comandante del destacamento de Vegacervera, con fecha 8 dice a la comandancia general: 
 
Ayer tarde se presentó en esta villa el cabecilla Murapisa con su facción compuesta de 9 caballos, el que despues de un rato de fuego se retiró, y traté inmediatamente de que pagase bien su osadía, pues calculando donde iría a pernoctar, dispuse que el subteniente don Manuel Pulina saliese a sorprenderle, quien con el mayor sigilo y valor lo logró a las tres de esta mañana, siendo el resultado haber muerto a un sargento primero, hechos prisioneros a los famosos Estrella, Canibe y otro mas; asi como el haber dejado en nuestro poder todos los caballos, armas y monturas de que se componia aquella partida enemiga.

El nuevo comandante general D. Francisco Osorio a los pocos dias de su llegada, se encargó de su destino, y una noche en parabien de
su nombramiento, le dieron música varios jóvenes aficiodados del pueblo, El domingo se dió
un baile en el testro a beneficio de la Guardia Nacional, que estuvo regularmente concurrido.  
 
Parece que el señor de Osorio piensa darla algún impulso, de lo que nos alegrariámos infinito, siendo su organizacion tan útil y necesaria a los pueblos.

El Correo nacional (Madrid). 21 de febrero de 1840

En 1833 el comandante general de Guipúzcoa D. Federico Castañón y Lorenzana, no tenia bajo sus órdenes mas que una parte del regimiento de San Fernando y muy pocas, o ningunas municiones de guerra; Solá, que mandaba en Navarra apenas podía disponer de algunos soldados y la Vizcaya no poseía ningunas tropas; ¡ qué diferencia tan inmensa de entonces a hoy! Ahora desde Vitoria a Irún, desde Valcarlos a Logroño, y desde Santander a Bilbao, están los pueblos y las aldeas ocupadas por las tropas de la Reina y por todas partes se alzan fuertes murallas y toda especie de fortificaciones.

Si a los que viven en el mundo se les debe el respeto y la consideración, a los que están en la tumba, se les debe la verdad. Bajo este principio diré, que el general Castañón no tenia ni el talento militar ni la firmeza de carácter que necesitaba para desempeñar debidamente la grande misión que se le había encomendado, y además las disensiones que estallaron entre él y Solá, virrey de Navarra, imposibilitaron la unidad de las operaciones, la energía, y la actividad que eran tan necesarias para suplir la falta de tropas que debían combatir contra los insurreccionados. A esto añadiremos la habilidad que desplegaron en aquella época algunos jefes carlistas que tuvieron por objeto engañar a los habitantes; y entre los numerosos ardides de que entonces se valieron, me limitaré a decir que hicieron correr la voz de que el general Saarsfield seguía una correspondencia con D. Carlos, y que si había aceptado el mando de las tropas de la Reina, era con el objeto de asegurar el triunfo del pretendiente. Estas mentiras que con tanta habilidad supieron esparcir, unieron al ejército carlista, un gran número de combatientes.

Gaceta de Madrid, núm. 2581, 3 de noviembre de 1841

Habitantes de la provincia de León:

El brigadier Orive, coronel del regimiento Reina Gobernadora, hoy Cazadores de Isabel II, después de haber protestado en Salamanca en unión de las demás autoridades su fidelidad y adhesión a S. A. el Regente del Reino y su Gobierno, faltó pérfida y traidoramente a sus deberes, y saliendo furtivamente de dicha ciudad, fue a encontrarse en el pueblo de Morales de Toro con dos compañías de su regimiento, a las cuales sedujo, y constituyéndose en abierta rebelión trata de secundar la alevosa sublevación militar que ha tenido lugar en algunos puntos de las provincias del Norte, buscando abrigo entre sus pérfidos compañeros.

Este suceso excitó, como es natural, la vigilancia de las autoridades de esta capital, que reunidas a impulso de un mismo sentimiento, acordaron constituir una junta de armamento y defensa que atienda a la conservación del orden, protección de las personas e intereses de la provincia y persecución incesante de aquellos traidores.

En consecuencia, y además de las medidas que ha tomado incontinenti para la seguridad de la capital y hostilización de las pocas fuerzas que el traidor Orive ha podido reunir, acuerda las disposiciones siguientes:

Articulo 1.ª La Milicia nacional de la provincia hostilizará en todas direcciones al ex-coronel Orive y fuerza rebelde que acaudilla, ya en masa o en detalle, según la fuerza que en cada punto puedan reunir sus jefes, poniéndose de acuerdo éstos y las autoridades de quienes dependan, cortándoles todas las comunicaciones, privándoles de las subsistencias, apoderándose de los rezagados, y no omitiendo cuantos medios y recursos de persecución les sugiera su celo y patriotismo.

2.ª Al efecto la junta declara movilizada toda la Milicia nacional de la provincia, abonándose el haber diario marcado por ordenanza a sus individuos desde el momento en qué salgan de los pueblos de su domicilio en persecución de los rebeldes.

3.ª La de esta capital queda movilizada desde esta fecha por el servicio eminente y extraordinario que está prestando a la causa de la libertad.

4.ª Los alcaldes constitucionales y pedáneos vigilarán escrupulosamente y bajo la mas estrecha responsabilidad respecto de cualesquiera persona sospechosa que transite por los distritos de su respectivo mando, protegiendo y auxiliando a los que hayan abandonado las filas de los rebeldes y persiguiendo, deteniendo y arrestando a estos.

5.ª Los mismos alcaldes y pedáneos darán parte a esta junta de la aproximación de cualesquiera fuerza militar, informándose de su procedencia y dirección, valiéndose para ello de propios a la ligera, que no deberán tardar mas que una hora por legua. Al que fuere omiso en este interesante particular se le impondrá la pena severa proporcionada a las circunstancias de la falta.

6.ª Todo aquel que directa o indirectamente, de palabra o de hecho, o de cualquiera modo que sea, propale especies, coopere o auxilie los movimientos del rebelde Orive o a la execrable causa que los motiva, será inmediatamente arrestado por los mismos alcaldes o cualesquiera otra persona en caso de infraganti y conducida ante esta junta para ser sin demora entregada al tribunal competente.

7.ª Los alcaldes constitucionales en el momento que reciban esta circular la comunicarán a los pedáneos, publicándola estos en concejo pleno, y fijándola en los parages de costumbre, dando los primeros cuenta a esta junta de haberlo verificado.

Leoneses:

En el seno de la paz, y cuando se abrían todas las esperanzas a los goces de la prosperidad y ventura, unos cuantos trastornadores sin prestigio y sin fuerza han alzado una bandera que solo recuerda días de opresión y de envilecimiento. Pero la rebelión está vencida , su maquiavelismo descubierto, y sus principales caudillos entregados ya a la acción de las leyes. Agitándose apenas en los sacudimientos de la agonía en puntos miserables y aislados, la desesperación conduce errante al coronel Orive. Si arrastrado por ella intentase hollar con su inmunda planta el suelo de esta pacífica provincia, nunca manchada con la traición ni con la rebeldía, en él hallará su último exterminio, porque la junta creada solo con el fin de centralizar la fuerza pública en justa defensa de sus administrados, vela por vuestro reposo, leoneses, y ha tomado las medidas mas enérgicas, para que no se turbe un solo instante, y pronto la rebelión deshecha como el humo y mas pronto, la ráfaga imperceptible del rebelde Oribe desaparecerá para siempre, renaciendo la paz y bienandanza , consecuencia precisa del triunfo de las instituciones liberales, simbolizadas en toda su pureza en la Constitución de 1837, el trono de Isabel II y la Regencia del invicto Duque de la Victoria.

León 17 de Octubre de 1841. = José Pérez, jefe político. = Juan Nepomuceno Montero, brigadier comandante general. = Joaquín H. Izquierdo, intendente. Pedro Miranda, director general do Caminos. = Juan de Mata Alvarado, juez de primera instancia. — Pedro María Hidalgo, diputado provincial. = Antonio María del Valle, diputado provincial. = Mauricio González, alcalde primero constitucional. = Agustín Pio Téllez, diputado provincial. = Nicasio Villapadierna, diputado provincial.=Pedro Canseco, teniente coronel, alcalde segundo constitucional. = Mariano Acebedo, diputado provincial. = Juan Selva, regidor del ilustre ayuntamiento. = Manuel Morán, coronel, comandante de la Milicia nacional de infantería. = Tomas Rodríguez, diputado provincial. = Carlos Aguado, regidor del ilustre ayuntamiento. = Juan Herrero, diputado provincial. = Esteban Manuel Morán, comandante de la Milicia nacional de caballería. = Patricio de Azcárate, secretario.

Tercera Guerra Carlista 

La Correspondencia de España. 28 de febrero de 1873

Hoy han llegado a Valladolid los 48 prisioneros carlistas que en la acción de Crémenes cogió el capitán Sr. Esteban Barriga.

La Nación, 28 de febrero de 1873

Ha sido batida la facción en Crémenes (Palencia). Los dispersos se han reunido, y en número de treinta, a caballo y sin infantes, capitaneados por el, titulado brigadier Rodríguez, han penetrado en Cervera, llevándose 591 pesetas de la administración. Han salido fuerzas en su persecución y se espera su inmediata derrota. 

La Esperanza, 1 de marzo de 1873

LEÓN 27 de Febrero de 1873. 

Sr. Director de LA ESPERANZA. 

Dadas las cinco y media de ayer tarde, miércoles, entraron en esta capital 49 presos carlistas, cogidos en el pueblo de Crémenes, no distante de Boñar (montaña de León) por el señor comandante de la Guardia civil, Barriga, entre ellos dos heridos, no de gravedad, que fueron conducidos con la mayor consideración hasta esta capital: en las pocas horas que permanecieron en ella, pues salieron en el tren misto de las doce de este día, los heridos, por encargo del caballeroso alcalde de esta antigua ciudad, D. Pablo de León y Brizuela, fueron curados con mucho esmero por el entendido facultativo Sr. D. Raimundo de las Vallinas. 

En el poco tiempo que tuvimos a tantos desgraciados en esta ciudad, se les facilitó un abundante rancho a la española, compuesto de buenas patatas, arroz exquisito, tocino, jamón y buena carne, vino lo regular, 12 hogazas de ocho libras, cajillas de pitos y de cerillas, dándoles además 216 rs. en dinero, 43 camisas, 19 pares de calzoncillos, tres pares de pantalones, tres chalecos, dos pares de calcetas, unos calcetines y tres boinas blancas con las iniciales de Dios, Patria y Rey. 

Dos eclesiásticos muy dignos, en medio de las privaciones por que están pasando, dieron 80 rs. uno y 40 otro, con más 20 rs. un comerciante; el resto hasta 216 que se les entregó, los dieron personas muy caritativas. 

Varias señoras se esmeraron en proporcionarles la parte de ropa expresada, y la hubo que hasta en su misma casa coció el rancho. Dios se lo premie. 

De V. atento y seguro servidor Q. B. S. M. —X.

La Esperanza, 3 de marzo de 1873

CAMPO DEL HONOR 27 de Febrero de 1873. 

Sr. Director de LA ESPERANZA. 

Muy señor mío y de mi mayor consideración: Acabo de ver en su apreciable periódico el parte que inserta la Gaceta referente a la acción de Crémenes; para que conste ante el público su descaro en faltar a la verdad, espero de V. inserte en su periódico la verdad pura de la acción. 

Las fuerzas que manda D. Manuel Rodríguez y Fernández, y de las que formo parte como comandante, se vieron acometidas por triplicadas fuerzas, y en un punto donde tenían cogidas las posiciones ventajosas de la bajada del puerto, por donde con precisión teníamos que caminar. 

A pesar de esto, de acometernos las tres columnas a un mismo tiempo con un fuego nutrido, a la voz del general que me dio la orden de salvar la caballería, y puesto en marcha, yendo yo a su frente, salvamos todos los obstáculos, de modo que al día siguiente, después de 15 leguas de marcha, entramos en Cervera con cinco jinetes más de los que antes tenia. 

Allí se sacaron caballerías y otros efectos con el poco dinero que tenia la administración de rentas. Así los copos de copar caballos que hace la Guardia civil se reducen a aumentar con nueve jinetes más la fuerza que tengo el honor de mandar. 

Estamos tan copados y dispersados, señor director, que ya verá V., por los partes, que recorremos toda la provincia y la de Burgos con toda calma y comodidad. Con respecto a muertos y heridos en la acción dicha, sólo hubo uno, esto es la verdad pura: cogieron sí bagajes, que no fue posible sacar de la nieve, por pasar de cuatro o cinco varas, donde se atollaron, y no hubo más remedio que abandonarlos, porque de otro modo se hubiera perdido más. 

Prisioneros, entre bagajeros, mozos y dos enfermos, creo no llegarán a 20, esto según noticias que tengo de los jefes que quedaron mandando la infantería, que también continúan sin novedad en sus operaciones. 

Queda de V. afectísimo, seguro servidor, dándole las gracias anticipadas por la inserción de estas líneas, su afectísimo amigo Q. B. S. M. — Andrés Rodríguez y Penagos.



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