El buque encalló junto a la pequeña isla de Giglio, situada en aguas italianas de la Toscana, con 4.229 personas a bordo. Todo comenzó en la madrugada del viernes 13 de enero al sábado 14, cuando el barco encalló y comenzó a escorarse. El crucero pasó demasiado cerca de la costa, a unos 150 metros. Parece que la razón era cumplir el rito del saludo, una maniobra de aproximación al puerto para hacer sonar la sirena, un divertimento para los pasajeros.
El crucero encalló poco después de las 21:30. E$n los salones del barco los pasajeros oyeron un gran estruendo. En menos de 20 minutos la sala de máquinas estaba invadida por el agua. A las 22:10, la tripulación comunicó al capitán del puerto que tenía un problema con el generador (Falló la alimentación eléctrica por la inundación de la sala de máquinas.), pero al parecer no habló nada del choque con las rocas.
Según el fiscal que lleva el caso, la alerta fue lanzada por el navío en torno a las 22:42, mientras que el impacto tuvo lugar una hora antes. No enviaron una señal de socorro, el barco contactó con las autoridades costeras de Livorno cuando la evacuación ya estaba en marcha. El impacto contra las rocas abrió una enorme grieta, en la que ha quedado encajada una enorme roca. El resultado final fue que el barco quedó escorado a estribor unos 80 grados y encallado en un banco de arena de 30 metros de profundidad.
En total se cuentan once víctimas mortales y alrededor de 40 heridos, mientras que aún continúan desaparecidas 29 personas según fuentes oficiales. Durante la madrugada del domingo los servicios de rescate lograron recuperar con vida a dos pasajeros asiáticos que se habían quedado atrapados en su camarote, y posteriormente, en la tarde de ayer, se logró rescatar también al comisario de a bordo, de 57 años, que ayudó a mucha gente a saltar a los botes salvavidas. Después volvió a hacer una ronda por el barco, pero resbaló, se rompió la pierna y quedó bloqueado en el restaurante del tercer puente.
La actividad de los 1.100 miembros de la tripulación, socorristas, bomberos, helicópteros y buzos no se detuvo desde que se produjo el siniestro, hasta que fue evacuado el barco. El capitán intentó llevar el barco cerca de la orilla, junto al puerto, pero el crucero comenzó a inclinarse cuando se encontraba a 200 metros de puerto.
Este lunes las tareas de rescate de los equipos submarinos se suspendieron al producirse un deslizamiento del barco.
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