Melchor Martínez, el Ceremonias, miembro de la ilustre saga que ha dejado a la ciudad algunos de los edificios más emblemáticos del siglo XX.
En esta imagen firmada por Gracia, posa con sus oficiales, el día que recibió como premio una medalla de bronce en la Exposición Regional Leonesa en 1892. En sus manos se encuentra la romana que presentó en la exposición.
Casa Ceremonias
En abril del año 1947, Ramón Cañas y del Río proyectó esta soberbia Casa Ceremonias, promovida por Eduardo Martínez Balbuena, en un chaflán entre las entonces Avda. de José Antonio y calle Fernández de Castro (hoy Gran Vía de San Marcos, 20), cuyas obras dirigió con Melchor Martínez Balbuena como aparejador. Había concebido locales comerciales en planta baja y oficinas en la primera bajo un gran cuerpo en voladizo sobre ménsulas fingidas, con cinco niveles de viviendas de lujo, grandes vanos y tres órdenes apilastrados, rematado por balaustres entre pedestales y jarrones. Completó el edificio con un ático retranqueado que lleva a fachada dos torrecillas en los extremos y en sus redondeadas esquinas otras mayores coronadas por grandes frentes ornamentales con más jarrones en hornacinas entre pilastras que parecen sostener un frontón partido. Todo en un lenguaje formal entre neoclasicista y art-decó. Y no os perdáis el suntuoso portal marmóreo de orden jónico y su bóveda de cañón encasetonada, tras esa espléndida puerta barroca con sus hojas de forja y latón… ¡Memorable!
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