lunes, 22 de julio de 2024

Nave espacial Boeing Starliner

La Boeing Starliner, nave tripulada fabricada por Boeing para el Programa de Vuelos Comerciales de la NASA, consiguió despegar el 5 de junio de 2024, a las 16:52 hora española desde Cabo Cañaveral después de varios intentos previos cancelados por incidencias en la nave. La Boeing Starliner se dirigió hacia la Estación Espacial Internacional (ISS) donde los dos astronautas que transportaba, Butch Wilmore y Suni Williams, estaba previsto que habitarán durante una semana antes de su regreso a la Tierra.

EL 16 de julio los dos astronautas aun estaban varados en la Estación Espacial Internacional después de más problemas en la nave de Boeing. 

Las preocupaciones planteadas por Boeing y la NASA sobre los problemas con los propulsores y varias fugas de helio (el helio se utiliza en el sistema del motor de Starliner) impidieron que la nave realizase el viaje de regreso según lo programado. La NASA comunicó en ese momento que  los astronautas podrían tener que quedarse hasta el próximo cambio de tripulación programado para agosto, posiblemente en otra nave.

Boeing y la NASA están tratando de darle un giro positivo al retraso diciendo que están aprovechando para probar sistemas necesarios para misiones más largas de Starliner. Pero el proyecto ya ha sufrido varios retrasos, ya que originalmente estaba previsto que despegara por primera vez con tripulación en 2017. Esto, combinado con los últimos problemas, plantea interrogantes sobre todo el programa Starliner.

Se detectó una pequeña fuga de helio en la Starliner antes incluso de su lanzamiento. El helio es un gas inerte (como el neón o el xenón), lo que significa que no reacciona con otros materiales y, en ese sentido no representa un peligro. Esto lo hace ideal para entrar en contacto con combustible para cohetes y altas temperaturas, aunque producirlo es un proceso costoso. Se presuriza y se utiliza para  impulsar el combustible  hacia los motores a la velocidad correcta. Las fugas de helio pueden significar que no llegue suficiente combustible a un propulsor.

La fuga detectada mientras la Starliner se encontraba en la plataforma de lanzamiento se consideró insignificante y la nave espacial fue enviada a órbita de todos modos. Sin embargo, esto se convirtió en un problema mayor cuando se  identificaron fugas adicionales de helio  después del lanzamiento, lo que significó que varios de los pequeños propulsores de maniobra de la nave espacial no pudieron usarse.

Cuatro de los cinco propulsores han sido reparados mientras la Starliner ha estado acoplada a la ISS, pero preocupa que otros propulsores se apaguen durante el viaje de regreso a la Tierra . En el regreso de la Starliner, volver a entrar en la atmósfera terrestre requiere un "ángulo de ataque" muy específico para garantizar que no haya  demasiada fricción que caliente la nave.


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