Entre las conclusiones de una encuesta realizada por Ipsos en colaboración con Cevipof y Le Monde se estimaba que uno de cada cinco docentes votaría a Agrupación Nacional en la primera vuelta de las elecciones legislativas del 30 de junio de 2024. Según el politólogo Luc Rouban, esto no resulta tan sorprendente.
¿Qué votan los trabajadores de los servicios públicos?
Como en cada elección importante, Luc Rouban, director de investigación de Cevipof (CNRS-Sciences Po), analizó los resultados de una encuesta realizada por Ipsos en colaboración con Cevipof y Le Monde entre 11.820 personas, entre ellas 2.500 funcionarios. Entre las cifras más llamativas, la del voto de los docentes (maestros de escuela, profesores e investigadores. Casi uno de cada cinco tenia la intención de introducir en la urna un voto de extrema en la primera vuelta de las elecciones legislativas, el domingo 30 de julio. ¡Tanto como en 2022, pero seis veces más que en 2012 , cuando la votación alcanzó un máximo del 3%!
Se trata de una evolución "no sorprendente", si analizamos las diversas crisis que han provocado el debilitamiento de la educación nacional en los últimos diez años.
¿Siguen siendo los docentes un “bastión de la izquierda”?
Sí, si tenemos en cuenta que casi la mitad (47%) de los profesores que entrevisté tienen la intención de introducir un voto de izquierda en las urnas el domingo. Pero este bastión se está desmoronando hasta el punto de que eran más del 65% en 2007. Sobre todo, se confirma el voto de extrema derecha: un docente de cada cinco (20%) hoy tiene la intención de votar por el RN, ¡Reconquista! o LR compatibles. Se trata exactamente del mismo porcentaje que en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2022. En 2012, en cambio, la Agrupación Nacional todavía se llamaba Frente Nacional y sólo atrajo el 3% de las intenciones de voto entre los profesores.
¿Qué pasó en 2012 y 2020 para empujar a los docentes a este punto?
Es un deslizamiento largo más que un cambio repentino. En los últimos años se han producido una serie de acontecimientos que han contribuido a debilitar la institución educativa: Covid, repetidas reformas, falta de personal, ataques contra Samuel Paty, contra Dominique Bernard, amenazas contra los profesores, ataques, protestas contra la autoridad, desafíos al Principio de laicidad en la escuela, falta de apoyo de la jerarquía, sentimiento de abandono, degradación...
Todos estos problemas no existían en estas proporciones hace diez años. Contribuyeron a alimentar un fuerte sentimiento de abandono, desprecio y degradación entre los docentes. Sin embargo, como sabemos, todos estos factores influyen en la votación de la Asamblea Nacional. Este giro de los docentes hacia la extrema derecha es sintomático de la crisis que afecta a la Educación Nacional.
La sociología de los docentes también ha cambiado mucho…
En efecto. ¡Y esto a pesar de que a los profesores se les pidió tener un nivel bac + 5! Excepto que, al mismo tiempo, para hacer frente a la escasez de candidatos, la Educación Nacional ha contratado y luego retenido a un gran número de trabajadores subcontratados, cuyo nivel de educación es inferior al exigido a los profesores titulares. En 5 años, su porcentaje aumentó del 14,5% al 22%. La consecuencia son salarios más bajos, mayor precariedad y una sociología más cercana a la de los votantes tradicionales de RN.
¿El programa educativo de RN, muy centrado en el retorno a la autoridad, ha contribuido a cambiar el voto de los docentes?
El programa de Jordan Bardella no es preciso, es difícil saber qué personalidad pondría en cada puesto. Pero es obvio que les llama la atención su deseo de aumentar los salarios de los docentes, restablecer el orden en las escuelas, reducir la burocracia o incluso dar más libertades y recursos a los docentes. Su deseo de poner fin a la escuela secundaria única, reorientando también a los estudiantes más débiles y difíciles hacia la vía profesional.
La Educación Nacional representa 1,2 millones de votantes de 48,8 millones. ¿Puede este electorado influir en una elección?
No, porque la abstención se encuentra entre los docentes en las mismas proporciones que en el resto de la población, es decir alrededor del 50%. Pero esta evolución del voto de los docentes me parece muy simbólica, porque muestra que una parte de la elite, consciente, educada, informada, está dispuesta a unirse en torno a la RN. Ya no es cierto decir que los votantes RN no están calificados.
¿Han evolucionado también los docentes que siguen votando a la izquierda?
No son más numerosos que en 2022, e incluso han disminuido ligeramente desde que pasaron del 49% al 47% en 2024. Lo que ha cambiado, sin embargo, es su radicalismo en determinados temas. A la pregunta “¿crees que Francia debería pasar a un modelo de democracia multicultural?”, el 42% de los encuestados respondió que sí. Principalmente votantes de izquierda. ¡Esto me parece aterrador, porque para mí un proyecto así no es compatible con el modelo republicano francés!
2024: Jean-Philippe Tanguy (RN) muy cerca de ser elegido en la 1.ª vuelta en el Somme
“Con Marine Le Pen y Jordan Bardella , llevaremos la esperanza de millones de franceses en todos los temas, en primer lugar el poder adquisitivo, la seguridad, el control de nuestras fronteras, el restablecimiento de las cuentas de la Nación, la defensa. de la Escuela Republicana y Sanidad. »
“Restaurar las escuelas públicas a sus estándares” y establecer “una gran explosión de autoridad en la escuela desde el inicio del año escolar en septiembre de 2024”: estos son los ejes principales del programa del Rally Nacional para las Escuelas, fijado por Jordan Bardella el 24 de junio de 2024, de cara a las elecciones legislativas del 30 de junio y 7 de julio. El presidente de la RN también quiere “hacer hincapié en los conocimientos fundamentales en la escuela primaria” y establecer “ una escuela secundaria modular”. Finalmente, el partido quiere “restaurar la autoridad de los docentes” y “reducir la burocracia” para “devolverles libertades y recursos”.
LA ESCUELA (PROJECT POUR LA FRANCE DE MARINE LE PEN)
Para los franceses, la escuela es vital: consideran que debe ser el lugar de adquisición de conocimientos, de preparación para la vida adulta y para la vida profesional. Muchos padres le confían sus esperanzas de progreso social para sus hijos.
Sin embargo, durante décadas, los sucesivos gobiernos han permitido que se lleve a cabo la deconstrucción de las escuelas, cuando no la han alentado abiertamente. Ellos son responsables del constante descenso del nivel de nuestro sistema escolar, del colapso de las escuelas de la República, que ahora son sólo una sombra de sí mismas. La dedicación de los docentes, víctimas de una burocracia invasiva y a menudo cobarde ante los ataques de los que son víctimas, no es suficiente para garantizar la transmisión de valores y conocimientos, ahora parcialmente y de manera desigual. El mérito y el nivel académico han dado paso a una nivelación a la baja. La demagogia, la laxitud y el relativismo privan a nuestros hijos de parámetros y valores esenciales para la cohesión social y nacional.
1. La calidad del sistema educativo es decisiva para el futuro de Francia.
La Educación Nacional, más que un servicio público, es una institución encargada de transmitir los valores de la democracia, la República y el conocimiento a nuestros hijos.
La escuela es el conservatorio vivo del patrimonio de conocimientos acumulados durante siglos, que constituyen el tesoro intelectual, moral, cultural, científico y técnico de la civilización francesa y del mundo occidental. Esta misión de transmisión tiene varios objetivos: la futura integración de los estudiantes en el tejido económico y social, por supuesto; pero también la asimilación de estudiantes extranjeros o inmigrantes. Finalmente, la escuela es también el principal vector de ascensión social y de renovación de las élites, a través del trabajo y el mérito académico.
Pero la escuela ya no puede cumplir su misión, debido a la aberración de las políticas educativas públicas llevadas a cabo durante cincuenta años.
2. El sistema educativo ha sufrido un deterioro continuo durante varias décadas.
El rendimiento del sistema educativo francés, que durante mucho tiempo ha sido uno de los mejores del mundo, ha estado en constante deterioro durante décadas. Detrás del aumento del nivel medio de educación de la población en los últimos cincuenta años, a medida que los títulos han ido perdiendo su valor con el paso de los años, se están ampliando las diferencias entre las categorías sociales. La promesa de la meritocracia republicana, especialmente para los niños de entornos modestos y de clase media, ya no está garantizada.
El desplome del nivel de los estudiantes franceses está atestiguado por multitud de rankings internacionales.
Así, durante la última clasificación del programa internacional de investigación en lectura escolar (PIRLS, 2016), los estudiantes franceses obtuvieron 511 puntos, es decir, 11 puntos menos que en 2001 y 30 puntos menos que la media de los países de la Unión Europea. Lo que es aún más preocupante es que dos años antes de entrar en la escuela secundaria, el 6% de los estudiantes franceses no tienen el nivel más básico definido por el programa PIRLS.
El programa internacional de evaluación de estudiantes (PISA) también es claro sobre el nivel de nuestro país: en 2019, los jóvenes franceses ocupaban entre el puesto 20 y el 26 del mundo en las áreas de comprensión lectora, matemáticas y ciencias. El ranking PISA también pone de relieve la existencia de una brecha social, que crece año tras año, entre los estudiantes que aprueban las pruebas y los que las suspenden. La igualdad de oportunidades, a pesar de las afirmaciones de los sucesivos gobiernos, no es más que una ilusión.
Asimismo, la encuesta internacional sobre los logros educativos (TIMSS) también muestra una disminución continua de los estudiantes franceses entre 1995 y 2019, registrada -sin que esto vaya seguido del más mínimo efecto sobre las políticas aplicadas- por los informes del Ministerio de Educación. Educación Nacional. En matemáticas, por ejemplo, los alumnos franceses de cuarto grado ocupan el penúltimo lugar en Europa: síntoma de nuestra degradación, sólo Albania obtiene peores resultados.
Por último, las pruebas de lectura organizadas con motivo de las “Jornadas de Defensa y Ciudadanía” en 2020, entre cerca de 450.000 jóvenes, pusieron de relieve que el 12% de los estudiantes eran lectores mediocres y casi el 10% casi analfabetos. En términos generales, según estas mismas pruebas, cerca del 50% de los estudiantes que salen de la escuela secundaria tienen graves dificultades lectoras.
A este cuadro hay que sumar los 90.000 jóvenes que cada año abandonan el sistema educativo sin título, o con un simple título universitario. Y las dificultades también afectan a los graduados de la escuela secundaria: una vez en la universidad, fracasan masivamente al final del primer año, y sólo la mitad pasa al segundo año, una cuarta parte repite y una cuarta parte tiene que abandonar o reorientarse.
Como resultado, la tasa de desempleo para los menores de 25 años es del 20% en Francia, mientras que en Alemania es sólo del 6%, gracias a un sistema educativo eficiente y a políticas proactivas a favor de la formación de aprendices.
Todas estas cifras, procedentes de encuestas internacionales o de comparaciones con nuestros vecinos, son abrumadoras para una nación muy desarrollada como Francia: nuestro sistema de educación y formación es ineficaz. Esta situación pone en peligro nuestro futuro, porque el poder de la economía de un país y su influencia internacional dependen directamente del nivel de calificación de sus habitantes.
Muy poco queda de la promesa republicana de integración a través de la escuela y avance social a través del mérito académico.
3. La política educativa quinquenal de Emmanuel Macron se contentó con medidas a medias y no hizo ningún esfuerzo de recuperación.
En materia presupuestaria, la prioridad otorgada por el Gobierno a la educación primaria no se tradujo en un fuerte aumento de los créditos, ya que solo aumentaron un 2,3% entre 2017 y 2020. Problema importante y no abordado, Francia sigue siendo uno de los países de la OCDE que menos dedica recursos a la educación primaria. Francia sólo gasta 6.690 euros al año en cada alumno de primaria, frente a 8.780 euros por alumno del primer ciclo de secundaria y 11.090 euros por alumno del segundo ciclo de secundaria.
La reforma del bachillerato, por su parte, ha desacreditado completamente un examen cuyos resultados ya ni siquiera son tenidos en cuenta por la plataforma Parcoursup para la asignación de estudiantes de último año a cursos de educación superior. Peor aún, ha ratificado las diferencias de nivel entre establecimientos haciendo de la evaluación continua, cuyos requisitos varían mucho en función de la composición de las clases y de los departamentos, un elemento determinante en la calificación.
La Ley Blanquer del 26 de julio de 2019 para una escuela de confianza es un comodín, que prevé tanto la colocación de la bandera nacional como la bandera europea al frente de las escuelas, así como la creación de establecimientos públicos de educación internacional o incluso hacer que la escuela sea obligatoria a partir de los 3 años, mientras que más del 95% de los niños de 3 años ya están matriculados en el jardín de infancia.
La mayor parte del esfuerzo presupuestario realizado en los últimos años ha permitido duplicar las clases preparatorias y CE1 en las clases denominadas "red de educación prioritaria", y la de las grandes secciones de guardería está en marcha. Sin embargo, según estudios realizados por el Ministerio de Educación Nacional, los resultados educativos de esta duplicación siguen siendo frágiles: sólo serían eficaces si van acompañados de una revisión de los métodos de enseñanza, así como de un refuerzo de los horarios en francés. Al mismo tiempo, estas duplicaciones deberían ir acompañadas de un potente esfuerzo educativo, actualmente inexistente, para reforzar en las familias el vínculo con la educación pública y la cultura francesa. En rigor, no existe una política de asimilación a través de la escuela en estos barrios. La brecha cultural sigue abierta entre, por un lado, las familias que rechazan los códigos culturales y sociales franceses y no dudan en ejercer presiones político-religiosas sobre los profesores, y, por otro, las familias que se han apropiado de los principios republicanos, como la igualdad de género.
Además, el Marco de Prioridades Educativas del Ministerio de Educación Nacional ni siquiera menciona la educación para el secularismo entre las seis prioridades establecidas para estas áreas. En consecuencia, dada la debilidad de las políticas implementadas, el retraso de los estudiantes que allí se educan no se está resolviendo.
4. La restauración de nuestro sistema educativo es vital para el futuro de nuestro país y nuestra civilización.
Una vez más en su historia, Francia se encuentra en una encrucijada: decadencia o recuperación, decadencia o grandeza. Deben renacer el impulso y la fe que animaron la escuela de los “húsares negros de la República” y la ambición que inspiró el programa educativo del Consejo Nacional de la Resistencia. El programa nacional de restauración de la Escuela de Francia se basa en tres principios esenciales:
- Restaurar la eficacia del sistema educativo, organizando una revisión de los métodos y de los contenidos de la enseñanza y recuperando la escuela como vector de transmisión de la Historia de Francia y de su patrimonio.
- Restaurar la autoridad del docente y de la institución educativa, aumentando los salarios de los docentes y brindándoles una protección inquebrantable contra las presiones de las que son víctimas diariamente.
- Restaurar la serenidad de la escuela, poniendo fin a la doctrina de la escuela abierta y a la impunidad estructural de la que se benefician los alborotadores, amparados por la cobardía de la administración.
Cada uno de estos principios será implementado e implementado por el gobierno durante el período de cinco años.
MEDIDAS PROPUESTAS
1. Tomar el control de los contenidos y de los métodos de enseñanza y reforzar la orientación temprana de los estudiantes, para restablecer la excelencia educativa francesa.
- El Parlamento fijará, de forma concisa y restrictiva, lo que se espera de los estudiantes al final de cada ciclo.
La ley dispondrá que el programa de exámenes se determine a nivel nacional; Definirá los métodos concretos de enseñanza para limitar las rupturas de igualdad entre los establecimientos. El detalle de los programas y las etiquetas que validan los libros de texto escolares serán responsabilidad del Ministro de Educación Nacional.
- Se aumentará significativamente el número de horas lectivas para los alumnos de primaria. Una de las causas de las dificultades que encuentran demasiados estudiantes para adquirir conocimientos fundamentales de lectura, escritura y aritmética se debe a que el número de horas de clase en la escuela primaria ha seguido disminuyendo (casi un 20% desde 1966).
- La educación primaria dará prioridad absoluta al francés, las matemáticas y la historia francesa. Lo que se aprende en la escuela primaria, particularmente en los primeros años, es fundamental, no sólo para el resto de la carrera educativa de los estudiantes, sino para su vida profesional y adulta. Por tanto, es fundamental dedicar suficiente tiempo de enseñanza a las materias fundamentales.
- Duplicación programada de clases de la sección principal y del curso preparatorio: el número máximo de estudiantes no debe exceder los 20 estudiantes por clase. En educación secundaria también se fijará un tope de treinta alumnos.
- El collège único es una máquina de fracaso. No permite paliar las dificultades de los estudiantes que abandonan y, peor aún, mantiene una dinámica en la que la formación impartida desde el bachillerato en adelante no se ajusta a las necesidades de la economía.
Al final de la cadena, Francia se enfrenta a una paradoja incomprensible y costosa: la persistencia de una alta tasa de desempleo estructural y empresas que tienen dificultades para contratar.
Para que la universidad ocupe un lugar central en el éxito de los estudiantes, el diploma nacional de patentes se convertirá en un examen de orientación posterior al tercer año: en función de los resultados del estudiante y de sus calificaciones escolares, se orientará hacia la educación general y tecnológica, hacia la formación profesional educación o hacia la enseñanza de oficios a través del aprendizaje.
Y, como ocurre en los países con mejores resultados educativos, como Suiza, se crearán itinerarios específicos que permitan el reingreso al sector general para los estudiantes que hayan demostrado sus capacidades durante su formación profesional.
- Queda derogada la reforma Blanquer del bachillerato. Este examen, que es el primer diploma de educación superior, recuperará su condición de examen terminal nacional, se elevará su nivel y su reglamento estará libre de cualquier demagogia. Así, el bachillerato volverá a ser una cualificación reconocida y gratificante: el objetivo ya no será, en cualquier caso, obtener una tasa de éxito definida de antemano por los burócratas parisinos en detrimento del valor del diploma.
- Diseño e implementación de programas de refuerzo en francés e historia en Redes de Educación Prioritaria (REP).
- Plan de emergencia educativa para los Territorios de Ultramar, en particular para Guyana y Mayotte.
- Eliminación de la enseñanza de la lengua y la cultura en el hogar (ELCO), que perjudica la asimilación de los estudiantes, en particular porque son enseñados por profesores extranjeros.
- Usar uniforme en la escuela primaria y secundaria.
- Como parte de la reforma constitucional, cualquier forma de “discriminación positiva” vigente en la educación secundaria y superiores serán eliminados.
2. Proteger los establecimientos educativos y poner fin a la doctrina laxa en materia disciplinaria.
- Sanción por inasistencia y conducta antiescolar: retorno a los principios de la ley Ciotti (2010), que prevé la suspensión de los subsidios familiares y de las becas escolares en caso de ausentismo comprobado y de disturbios graves y repetidos dentro de los establecimientos educativos.
- Establecimiento de sanciones mínimas que deberán aplicarse durante los consejos disciplinarios bajo pena de sanciones contra la dirección de los establecimientos. Esto pondrá fin a la laxitud académica y a la cultura de ocultar las dificultades disciplinarias por parte de la dirección escolar. Al final de la cadena, amenazados, inseguros y a veces maltratados, son los docentes los que sufren estas deficiencias. Su protección será una prioridad absoluta, en total oposición a la doctrina de la “no ola”.
- Utilización sistemática por parte de la institución educativa del artículo 433-5 del Código Penal relativo a las injurias contra una persona encargada de una misión de servicio público. Este artículo del Código Penal prevé, cuando los actos en cuestión se cometan dentro o cerca de una escuela, una pena de seis meses de prisión y una multa de 7.500 euros. Los informes y quejas deberán ser presentados por el titular del establecimiento o la autoridad académica.
- Retorno al laicismo en los establecimientos actualmente sujetos a actividades islamistas. Denuncia sistemática al fiscal y represión automática de las actividades islamistas en los establecimientos y sus alrededores e inicio sistemático de procedimientos contra sus autores, bajo pena de sanciones disciplinarias disuasorias.
En este contexto, se reforzarán las disposiciones del artículo L 141-5-2 del Código de Educación. De hecho, este artículo prevé castigar únicamente una conducta multa destinada a ejercer presión religiosa en los establecimientos educativos. Estos hechos serán en adelante delitos cuyos autores se enfrentarán a penas de prisión y fuertes multas.
- Generalización de la videoprotección en todos los establecimientos de secundaria, priorizando las redes educativas prioritarias. Ningún acto de violencia, ya sea cometido contra otros estudiantes o contra miembros del cuerpo educativo, debe quedar impune por falta de pruebas.
- Prohibición por ley del uso del velo islámico para quienes acompañan las salidas escolares, incluyendo en los textos la condición de “colaborador ocasional del servicio público”, sujeto al principio de laicidad, de las acompañantes.
- Reforzar la exigencia de absoluta neutralidad de los miembros del profesorado en cuestiones políticas, ideológicas y religiosas frente a los estudiantes que les son confiados. Mayor poder de control de los órganos de inspección en este ámbito y obligación de informar de los casos problemáticos bajo pena de sanciones a los supervisores.
3. Revalorizar la profesión docente desde la contratación hasta el final de la carrera.
- El nivel salarial de los profesores franceses es anormalmente bajo desde hace décadas: esto reduce el atractivo de la profesión, provoca dificultades de contratación y un deterioro del nivel de los candidatos. En consecuencia, y para devolver a Francia a la media de la OCDE, los salarios de los profesores desde la escuela primaria hasta la secundaria se incrementarán un 3% anual durante cinco años, un aumento de más del 15% en el quinquenio. El coste de esta medida se cubrirá en gran medida mediante una reducción de los gastos administrativos dentro del ministerio.
- Revisión de la contratación de docentes. Supresión de los Institutos Superiores Nacionales de Enseñanza y Educación creados en 2019, los cuales son ineficaces y contribuyen a difundir una ideología nociva en la institución educativa.
Los futuros profesores, titulares de un Máster 2, realizarán los exámenes CAPES y de agregación. Una vez admitidos, serán formados directamente por compañeros experimentados, debidamente remunerados, en el seno de los establecimientos educativos. Su mandato se realizará tras una doble inspección educativa.
- Refundación de los principios de gestión del profesorado. A finales de 2017 se introdujo para todos los funcionarios el desarrollo del “trayectoria profesional y remuneración profesional” con el fin de aumentar el número de reuniones e inspecciones profesionales. Revalorización del mérito en el desarrollo de carrera.
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