Situaciones como esta:
Requieren primero de un desescombro, trocear los grandes restos, separar los trozos de hierro del hormigón, ventanas, puertas, estructuras, los posibles cables, elementos de instalaciones recuperables. Todos estos materiales se deben dirigir a algún lugar de almacenamiento para su posterior uso o a un vertedero definitivo para los restos de hormigón y cascotes.
En un nivel superior de inversión podríamos encontrar:
La construcción será algo más cara y requiere de materiales y herramientas adecuados.
Los elementos metálicos se han de poder trabajar para realizar estructuras y carpintería.
También se ha de poder trabajar la madera para construir muebles, estructuras, puertas y ventanas.
La instalación de tuberías requiere de herramienta especializada, pero no especialmente costosa.
En la medida de lo posible es deseable el establecimiento de pequeñas fábricas de cemento y fundiciones para producir acero corrugado para el hormigón armado y perfiles estructurales.
La recuperación de la múltiple chatarra civil y militar puede ser un trabajo de limpieza y, a la vez, una actividad lucrativa.
Lo primero es desactivar todos los proyectiles que puedan albergar los vehículos y recuperar sus valiosos metales. De los vehículos calcinados se han de intentar recuperar si se puede el vehículo completo y si está muy deteriorado sus motores y piezas de recambio para otros vehículos. El resto troceado para recuperar el metal, mediante sopletes y prensas.
Si se dispone de tiempo se pueden recuperar motores, aunque estén calcinados, se han de desmontar totalmente y limpiar a fondo, cambiando juntas y retenes y las piezas plásticas que se hayan destruido.
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