lunes, 22 de febrero de 2021

Minería del cobre en León

La Minería en Castilla y León

Existen datos sobre la producción (vendible) de cobre en Castilla y León correspondientes a 96 años, comprendidos en el periodo entre 1861 y 1963, siendo la producción total durante esos años de 22.245 t, lo que suponía el 0,03% de la producción española. 

Hubo explotaciones en seis provincias: León (11.578 t), Palencia (9.174 t), Burgos (970 t), Ávila (440 t), Segovia (82 t) y Salamanca (0,1 t). La máxima producción se alcanzó en el año 1884 con 1.800 t, obtenidas a partes iguales entre León y Palencia, con 163 empleados. 

En el año económico 1887-88 la producción de León alcanzó 1.587 t. En la gráfica anterior se observa un pequeño hueco en la producción de la provincia de León entre los años 1888 y 1893. 

Este lapso es debido a que en estas fechas se producía en las minas Profunda, Divina Providencia y otras minas menores de su entorno, que eran los focos de explotación de esta provincia, un producto mixto de cobre-cobalto. 


En este periodo (1888-1893) la producción total (vendible) fue de 18.341 t. La máxima producción es del año 1890-91 con 5.285 t producidas y 137 trabajadores. También existen referencias estadísticas de una pequeña producción de cobrecobalto de 137 t en 1907 cuyo origen sería la mina Divina Providencia. En la provincia de León la producción se concentra esencialmente en el Distrito de Cármenes-Villamanín situado en la Zona Cantábrica al sur de la Falla de León. 

En este distrito existen numerosas minas siendo las más importantes las minas Profunda y Divina Providencia. Se trata de mineralizaciones complejas con Cu-CoNi como elementos mayoritarios, acompañados de U, Au, As, Se y elementos del grupo del platino. 

Son yacimientos epitermales de morfología irregular (relleno de cavidades cársticas, filoncillos y venas) que encajan mayoritariamente en la Caliza de Montaña. La mina Profunda fue descubierta en 1859, aunque hay vestigios de su explotación en la prehistoria, y se exploto de manera más o menos continuada entre 1860 y 1920, contando con una planta de tratamiento en Villamanín desde principios del s. XX. 

El proceso metalúrgico era muy poco eficiente no lográndose una buena separación de Cu, Co y Ni. No obstante se siguieron lavando las escombreras hasta 1933. 

En 1953 se descubrió la presencia de torbernita y otros minerales de uranio, lo que dio lugar a su investigación por la Junta de Energía Nuclear a principio de los años 60. 

También en esa época se relavaron las escombreras obteniéndose fácilmente el cobalto y el níquel con nuevos métodos de separación. 

La mineralización de la mina Profunda encaja en la Caliza de Montaña y tiene forma de chimenea de unos 20 por 25 m de base y 180 m de altura. En los trabajos de investigación realizados se han estimado sus leyes en 2,2% Cu, 1,5% Ni, 0,9% Co, y 0,1% Se. Hay leyes de oro muy altas, de hasta 100 gAu/t, aunque muy irregulares. 

Si se tienen en cuenta el volumen estimado del hueco explotado y las producciones obtenidas que aparecen recogidas en la EME, habría que deducir que las leyes explotadas debieron ser mayores que las mencionadas en el párrafo anterior. 

La mina Divina Providencia está situada 1 km al norte de la anterior y fue el único yacimiento encontrado a raíz de las intensas investigaciones a que dio lugar el descubrimiento de la mina Profunda. Fue explotada intensamente entre 1906 y 1914, aunque los trabajos se extendieron hasta 1926. El cuerpo mineralizado tiene también forma de chimenea con 100 m de desarrollo vertical y una fuerte inclinación al sur. Su ley se ha estimado en 1,6% Cu, 0,9% Ni y 0,7% Co. Al principio se extrajo la zona de oxidación, pero después tuvieron muchos problemas por el carácter refractario de la mena, quedando 10.000 t almacenadas en superficie a la espera de un tratamiento más eficaz. Se realizaron estudios mineralúrgicos en Londres y se construyó una planta de tratamiento que estuvo activa entre 1920 y 1936, pero debido a su compleja mineralogía las recuperaciones eran bajas, inferiores a las de la mina Profunda. Con nuevos estudios mineralúrgicos realizados en 1957 se alcanzaron ya recuperaciones del 70%, pero no dieron resultados positivos las labores de investigación llevadas a cabo en los años 1962-63.



Una mayor envergadura alcanzan los vestigios mineros de La Profunda, mina representativa de la explotación prehistórica de los indicios cupríferos del distrito de Cármenes-Villamanín y de otros, encajados también en calizas, dentro del borde castellano-leonés de la Cordillera Cantábrica. En ella se benefició una mineralización compleja de cobre-cobalto-níquel de carácter epitermal y morfología irregular, que fue explotada en la segunda mitad del siglo XIX. 

Su inicio se sitúa hacia los siglos XXII-XIX antes de nuestra Era, es decir en los últimos momentos del Calcolítico, mientras que su abandono, a partir del hallazgo en particular de un hacha de bronce de talón y anilla, se situaría en el Bronce Final. Las labores de época prehistórica habrían alcanzado unos 36 m de profundidad sobre el cuerpo mineralizado, casi vertical, de unos 20-25 m de sección y al menos 180 m de profundidad. 

A partir de los restos visibles, y sobre todo de las descripciones contemporáneas de las labores desarrolladas en la segunda mitad del siglo XIX, se estima que el material removido pudo llegar a 18.000 m3, de los que un 10 % sería mineral con un contenido próximo al 5 % de cobre. El material lítico (de cuarcita, grauwaka y arenisca) prehistórico de La Profunda es relativamente abundante y comprende los típicos mazos con rebajes laterales o surco central y otras piezas. 

En un contexto geológico similar y en las proximidades de la mina La Profunda, se ha situado tradicionalmente la Mina Colón, de localización insegura (entre Villamanín y Busdongo, León), donde se encontró un hacha pulimentada de esquisto, con huellas de percusión en sus extremos, a la que también se le ha atribuido una posible función de “cuña” minera. 


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