El proyecto iraní de infraestructuras hidráulicas, conocido como TWP, consta de 13 presas con una capacidad conjunta de 1.700 hectómetros cúbicos y varios túneles para desviar el agua fuera de la cuenca del río Sirwan. El túnel Nousod está diseñado para transportar 70 metros cúbicos de agua por segundo.
El Proyecto de Agua Tropical, TWP, tiene como objetivo almacenar el agua que fluye por los ríos Sirwan y Zmkan, que son los principales afluentes del río Diyala, que a su vez es afluente del Tigris, para proporcionar agua de riego, doméstica e industrial para áreas dentro y fuera de la cuenca del río Diyala.
Una de estas presas, la de Daryan, en la provincia de Kermanshah, desvía una parte importante del río para regar el suroeste de Irán, a través del túnel de Nosoud de 48 km de largo y para producir energía hidroeléctrica. En Irak, el río llega primero a la presa Darbandikhan, que genera energía hidroeléctrica y almacena agua para riego. Luego fluye hacia la presa Hemrin para propósitos similares. En el valle inferior de Diyala, cerca de Bagdad, se encuentra la presa Diyala Weir, que controla las inundaciones y riega la zona al noreste de Bagdad.
La región del Kurdistán se ve muy afectada por esas infrastructuras iraníes, específicamente el área de Garmian que sufrirá importantes crisis como resultado del desvío del agua de algunas de las cabeceras del río Sirwan. La escasez de agua afectará negativamente al sector agrícola, disminuyendo la superficie cultivada.
El Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) dispone de una infraestructura de producción de electricidad de 3.500 mega vatios de potencia conjunta, pero la falta de combustible y la escasez de agua hacen que la esté lejos de satisfacer la demanda.
Las centrales hidroeléctricas de las presas de Dukan y Darbandikhan disponen de bajos niveles de agua. A finales de agosto sólo dos de las cinco turbinas de la presa estaban funcionando y producían sólo 90 MW de potencia, de los 400 MW de que dispone.
La disminución de la generación significa que la red nacional suministra sólo entre 12 y 13 horas de electricidad al día, lo que obliga a la gente a disponer de grupos electrógenos o instalaciones solares.
En este contexto, el presidente de la región del Kurdistán, Nechirvan Barzani, y el primer ministro de la región, Masrour Barzani, se reunieron por separado con la embajadora de Estados Unidos en Irak, Alina Romanowski, para discutir los problemas presupuestarios en curso entre Erbil y Bagdad, al tiempo que enfatizaron la necesidad de garantizar los derechos financieros de la Región.
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