Los días se hacen más cortos, la radiación solar se reduce, bajan las temperaturas, el mar empieza a congelarse y los vientos del norte empiezan a coger fuerza. Hay algo en el Polo que empieza a cambiar. Al principio es sutil, solo se puede apreciar en los detalles, pero poco a poco se convierte en el gran fenómeno meteorológico del invierno.
En torno a los dos polos de la Tierra, siempre hay una enorme área de bajas presiones y aire frío que los rodea. Eso es el vórtice.En verano, el vórtice se reduce hasta la mínima expresión y, aunque no hemos llegado a verlo desaparecer, se hace tan débil que pierde cualquier ascendencia sobre el tiempo del hemisferio.
Pero el invierno es otra cosa. Muy a menudo, en el invierno boreal el vórtice crece y crece, se acerca a la corriente de chorro y empieza a mandar frío hacia el sur. Pues bien, eso es lo que está empezando a formarse: una enorme masa de aire frío que, con un poco de suerte, convertirá este otoño y este invierno en dos estaciones "normales". Todo lo normal que esta loca década de los 20 pueda permitir.
A medida que nos acercamos al otoño, las regiones polares empiezan a enfriarse. Esto se debe a que el Sol desciende y llega menos energía al Polo Norte. Pero a medida que bajan las temperaturas polares, la atmósfera más al sur sigue siendo relativamente cálida.
Esto provoca una fuerte diferencia de temperatura entre las regiones polares y subtropicales, y comienza a desarrollarse una gran circulación de baja presión (ciclónica) en todo el hemisferio norte. Se extiende desde las capas superficiales hasta la atmósfera.
Al igual que en los niveles inferiores, el proceso es el mismo en las partes superiores de la atmósfera, creando una circulación grande y poderosa a medida que bajan las temperaturas. Esto se conoce como Vórtice Polar, una circulación a gran escala a través de la atmósfera.
A continuación se puede ver una imagen tridimensional del Vórtice Polar Invernal. El eje vertical se ha mejorado enormemente para una mejor presentación visual. Puedes ver la estructura real del Vórtice Polar, conectando hasta los niveles inferiores con los sistemas de presión.
Por esta razón, tendemos a separar todo el Vórtice Polar en una parte superior (estratosférica) y una inferior (troposférica). Ambos desempeñan su papel de manera diferente, por lo que los monitoreamos por separado. Pero también es muy importante si están conectados correctamente.
La parte superior (estratosférica) es más circular y simétrica a medida que gira a mayor altura sobre el suelo. Sin embargo, la estructura inferior del Vórtice Polar es mucho más desigual y principalmente alterada. Esto se debe a la influencia del terreno/montañas y a los fuertes sistemas de presión que actúan como obstáculos en el flujo.
La siguiente imagen muestra el vórtice polar a gran altitud, a unos 30 kilómetros en la estratosfera media durante el invierno. Tiene forma circular y la temperatura desciende rápidamente hacia su frío núcleo interior.
Los vientos más fuertes suelen encontrarse en el borde exterior, llamado “la zona de surf”. Los vientos son importantes a la hora de describir el vórtice polar, ya que suelen ser los primeros en mostrar que algo está cambiando.
En la siguiente imagen se observan las capas inferiores del Vórtice Polar a alrededor de 5 kilómetros. Cuanto más nos acercamos al suelo, más se deforma el vórtice polar. Esto se debe a que tiene que interactuar con el terreno/montañas y los fuertes sistemas de presión alrededor del hemisferio.
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