Podemos construir de forma sencilla un motor de corriente continua con un imán y una bobina de cobre esmaltado, utilizando el mismo hilo de cobre como eje. El secreto está en quitar el esmalte, de la parte correspondiente al eje, tan sólo en la mitad de la circunferencia, de forma que sólo durante la mitad de una vuelta haga contacto con el soporte del eje, que ha de ser de hilo metálico conductor de la corriente, y pueda girar de forma continuada.
Los dos polos de la pila se conectan a los dos soportes metálicos, se coloca un fuerte imán frente a la bobina y el motor comienza a girar.
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