El Biodiesel es un combustible para motores Diesel, que se utiliza solo o mezclado con gasoil. Se fabrica a partir de aceites vegetales y alcoholes.
Las reacciones químicas, necesarias para su fabricación son fáciles de llevar a cabo, por lo que es posible producir Biodiesel en casa, a pequeña escala.
La siguiente información se ha obtenido de Bio Eco, que a su vez cita el libro de Joshua Tickell “De la Friteuse au Réservoir à Fuel“ editado por Editions Greanteach.
Para fabricar el Biodiesel se necesita un litro de aceite vegetal, que se dispondrá en un vaso de precipitados de 1.500 ml, 200 ml de metanol (alcohol metílico o alcohol de madera) y 4 gramos de sosa cáustica (hidróxido sódico) colocados en una placa de Petri graduada.
Si se utiliza aceite usado (Restos de freir) se ha de calcular la cantidad de sosa cáustica necesaria para neutralizar los ácidos grasos libres. Se separa un gramo de sosa cáustica sobre una placa de Petri graduada. Se echa un litro de agua destilada en un vaso de precipitados de 1.500 ml. Se echa el gramo de sosa en el litro de agua destilada y se etiqueta el vaso con la disolución sosa/agua. Se echan 10 ml de Alcohol Isopropílico en un vaso de precipitados de 20 ml. Se disuelve un mililitro de aceite usado en el Alcohol Isopropílico y se etiqueta el vaso de esta segunda disolución aceite/alcohol. Utilizando una pipeta, se introduce 1 ml de la disolución agua/sosa cáustica en la disolución aceite/alcohol. Se comprueba el valor del pH con papel tornasol y se repite la operación, añadiendo disolución agua/sosa cáustica, hasta conseguir un valor del pH entre 8 y 9, contando el total de mililitros de disolución agua/sosa cáustica necesarios para conseguirlo. Ahora ya se puede calcular la sosa cáustica necesaria para la fabricación del Biodiesel. El número de gramos de sosa cáustica necesaria para un litro de aceite usado será el resultado de sumar el número de mililitros de disolución agua/sosa cáustica, utilizados en la prueba anterior, y el valor 3,5.
A continuación se hacen reaccionar los 200 ml de metanol con la cantidad de sosa cáustica calculada anteriormente, para producir metóxido de sodio (Na(CH3O)). Este compuesto es una base fuerte que ataca la piel, por lo que se ha de trabajar con precaución. Se comienza echando el alcohol en un mezclador, añadiendo a continuación la sosa cáustica y agitando de forma moderada durante unos 30 segundos, hasta que toda la sosa se haya disuelto en el metanol. En estos momentos ya se ha formado el metóxido de sodio.
A continuación se echa el aceite vegetal en el mezclador en el que ya está el metóxido de sodio y se agita durante 15 minutos. El contenido del mezclador se vierte en otro recipiente de 1.500 ml, a ser posible dotado de un grifo que permita vaciar el contenido del fondo. En este recipiente se deja reposar durante 8 horas (El 75% de la reación tiene lugar durante la primera hora). Una vez transcurridas las 8 horas la capa superior del líquido sera clara, la inferior blanquecina y, en su caso, la intermedia medio translúcida. La glicerina y los restos de sosa cáustica se depositan en el fondo y los esteres de metilo, el Biodiesel flota sobre ella.
Si se dispone de un grifo en el fondo del recipiente se puede separar la glicerina dejandola salir por abajo. Si no se dispone de grifo en el fondo se puede aspirar el Biodiesel mediante una jeringa o una pequeña bomba eléctrica, teniendo cuidado de no volver a mezclar la glicerina y el Biodiesel.
Si se utilizan cantidades mayores de los diversos componentes se han de mezclar al menos durante una hora. La glicerina se puede utilizar como jabón.
El alcohol metílico se puede fabricar en casa haciendo fermentar serrín y destilando el producto resultante. El alcohol se separa a una temperatura de 65 ºC. La sosa cáustica (NaOH) se puede obtener por electrólisis de una mezcla de agua caliente y sal de cocina (NaCl). Se puede hacer con dos electrodos conectados a una batería de 12 voltios. Al pasar la corriente eléctrica también se desprenden oxígeno y gas clorhídrico.
También se puede producir sosa cáustica a partir de la ceniza de las maderas blancas quemadas en un fuego intenso. La madera de roble y la de manzano son las mejores pero se pueden utilizar otras. La ceniza se mezcla con agua de lluvia, si se dispone de ella, o con otro tipo de agua a la que se añadirá una pequeña cantidad de bicarbonato sódico. Se rellena un recipiente con una altura de 15 centímetros de cenizas y se añade agua de forma que queden empapadas, pero sin que lleguen a flotar en ella. Se deja reposar durante al menos 4 horas (Toda la noche). Posteriormente se recupera el agua que contendrá la sosa cáustica. Si un huevo o una patata flotan, undiéndose hasta la mitad, o una pluma de pollo se deshace dentro, el contenido de sosa cáustica es bueno.
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