En la Revista Minera, Científica, Industrial y Mercantil del 8 de enero de 1879, se describe...
Hemos leído en uno de los últimos números de los Anales de la Construcción y de la Industria un artículo que bajo el epígrafe de «El ferro carril más económico del mundo» (1) se ocupa de una línea de 0,75 de ancho entre carriles, situada en la Frisia Oriental, (Alemania del Norte) en la que los gastos de explotación al día, se reducen á 34,80 francos por razón de personal, combustible, conservación, reparación, etc.; lo que produce 0.544 fr. por tren y kilómetro; y los gastos de primer establecimiento no pasaron de 261.250 fr. incluyendo el material móvil, ó sea 32.656 francos por kilómetro. Esta línea produjo en los siete primeros meses un ingreso diario de 57,60 fr. por término medio por lo que el beneficio líquido resultó ser de 22,80 francos; datos que á no dudarlo son muy notables y colocan á dicha línea en condiciones sumamente ventajosas.
Y nos ha llamado tanto más la atención la lectura del citado artículo cuanto que por los días en que se publicó, acababa de recibir los datos de otra vía construida en Astúrias, también sumamente económica, cuyas cifras, si no pueden ponerse en comparación, en absoluto con las de la línea citada, no por eso acusan resultados menos satisfactorios.
Con efecto, la línea alemana tiene un ancho de vía de 0,775 y la española 0,760; la primera aunque está destinada casi exclusivamente á la exportación de ganados y productos agrícolas lleva también viajeros, mientras que la segunda no se destina á otra cosa que á trasportar carbón; pero ¿serian estas diferencias suficientes para no comparar el coste de ambas líneas? seguramente que no, puesto que el disponer el material de la línea española para transportar viajeros, si fuera preciso, es bien sencillo y más si se considerara con el ancho de 0,80, sin que ésto creciera el gasto mucho más.
(1) Número 19 de los Anales de la Construcción.
Pero de cualquier modo que sea, no es nuestro objeto, ni remotamente combatir si la línea de la Frisia es ó nó la más barata del mundo, sino pura y simplemente hacer públicos los datos de la construcción de la citada línea de Astúrias y exponer algunas consideraciones que nos ha sujerido, la comparación del coste de los ferrocarriles de vía estrecha con el de las carreteras y caminos vecinales, para hacer resaltar el brillante papel que á nuestro juicio están llamadas á desempeñar dichas lineas férreas económicas, para servicio no solo de fábricas y de minas, sino también para servir ciertas comarcas en las que yacen sepultadas en el olvido sustancias de incuestionable valor en el mercado, pero totalmente improductivas en su yacimiento por la imposibilidad material de llevarlas económicamente á los puntos de consumo ó de venta; circunstancias que, si en todos los países son atendibles, lo son tal vez más en el nuestro que en otros muchos, no solo por lo accidentado de su suelo en muchas provincias, lo que dificulta las comunicaciones, sino por la rica variedad con que la pródiga naturaleza dotó á España, á pesar delo cual está muy lejos de ser lo próspera que debiera, habiendo que atribuir este resultado á muchas causas que no es de este lugar el enumerar, pero entre las que figura en primera línea ésta: la falta de vías principales en algunas provincias y la insuficiencia de caminos vecinales y canales en todos, para el aumento de las grandes vías, fomento dela industria y el comercio y desarrollo de la navegación de cabotage y de la exportación.
¿Se comprende, por ejemplo, que pueda existir una provincia de Almería de cuyas entrañas tanta plata ha salido y está saliendo y en la que no se pudiera viajar de otro modo que en la cómoda tartana? ¿Se concibe minas tan importantes como las de Rio-Tinto sin otra comunicación con el puerto que un mal camino de herradura, como hasta aquí sucedía? ¿Comarcas como la Sierra de Cartagena; los criaderos de fosforita en Estremadura, y otras mil que seria prolijo enumerar que dando lugar á un tráfico muy activo no cuentan con medios de trasporte más perfectos y sobre todo más económicos que los carros de bueyes ó de mulas?
Y conste que no hacemos mención de las variadas y potentes canteras de piedras de construcción, de molino, litográficas, mármoles y pizarras á las que sucede lo que á ciertos bosques, que no se explotan por falta de caminos.
Por esta razón cada paso que se da hacia la baratura en la construcción, es un gran paso y de trascendentales consecuencias.
Antes de exponer los datos técnicas y económicos de la pequeña vía construida en Astúrias á que antes nos referíamos, séanos permitido citar los de otra que está situada en Broelthal (cerca de Colonia) y construida el año 1860, en la que tan perfectamente se han estudiado todos los procedimientos que podrían producir una economía, que bien puede decirse se ha llegado al mínimum de gasto, dadas las dimensiones que tiene.
En un principio esta línea servía únicamente para transportar minerales de hierro á la fábrica de Friedrich-Wilhems-Hútte, pero los habitantes del país comprendieron bien pronto que les convenía confiarle sus mercancías, como hoy se verifica, produciendo ésto un movimiento tan considerable como se desprende de el cuadro que figura más adelante en esta noticia y realizando una economía de un 66 por 100 comparado con el trasporte por el camino ordinario.
En la época que se publicó la noticia de donde proceden nuestros datos (1) había construidos unos veinte kilómetros (19.700 m), más un ramal de 2.400 m y otro de 1.000, y se pensaba en prolongarle 10 kilómetros más. La zona ocupada es de 1, m 42 y el ancho de la vía, entre carriles, de 0, m 80 estando éstos colocados de manera que su cara superior esté al nivel del suelo.
Vía. Los carriles pesan de 10 á 13 kilógramos por metro y son del tipo Vignol, estando fijos á las traviesas por grapas y ellos entre sí por tablillas ó eclises de 0, m 314 y sugetos por cuatro tornillos de 0 m, 013 de diámetro. Los rails costaron 221 fr. la ton. y 315 fr. la de eclises. La conservación anual de la vía exige 15 toneladas de rails y 1.000 traviesas. Cuando una parte de el carril está gastada, se corta y se utilizan los extremos.
Tracción. El servicio de tracción se hace por dos pequeñas locomotoras-tender que trabajan una semana cada una, y de las que los datos principales son los siguientes:
(1) Annales du Genie Civil. Livraison d'April de 1869, artículo suscrito por MM. Glaser et Moraudiere ingenieros civiles.
Las máquinas arrastran en servicio ordinario 28 wagones cargados con 5 toneladas á la bajada ó sean 140 toneladas de peso útil.
Estas locomotoras pueden remolcar fácilmente hasta 36 wagones y pueden parar á 40 m de un obstáculo.
Personal. Los gastos de un Director se han economizado porque desempeña este cargo el Director gerente de la fabrica, habiendo además en un extremo de la linea el Jefe especial de ella, que lleva el título de Inspector, que es como en Alemania se llama al Jefe de estación, cuya misión desempeña, con otro empleado que lleva los libros, habiendo otro al otro extremo para recibir las espediciones.
Tres obreros se ocupan de la conservación de la vía que ganan, uno 1,87 fr. y los otros á razón de 1,50 francos. El personal de los trenes se compone de
Tarifas. Se consideran cuatro clases de mercancías. Aquí las mercancías de primera clase son las menos preciosas y las tarifas son las siguientes por la longitud total de la linea y por cargas de 5.000 kilos.
—Mercancías de 1.ª clase (minerales castina, etc.), 8,75 fr. ó sea 0,fr.0875 por tonelada y kilómetro.
—Id. de 2.ª id. (cal, hierros, ladrillos, etc.) 10 francos ó sea 0,fr.10 id. id.
—Id. de 3.ª id. (trigo, frutos, etc.), 11,75 fr. ó sea 0,fr.1125 id. id.
Para estas tres primeras clases se añade un derecho fijo de 0,fr.41 por tonelada para la carga y descarga.
Existe además una cuarta clase, para los objetos diversos no susceptibles de formar cargas completas que varia desde 0,fr.16 á 0,fr.50 por fracciones de 50 kilógramos.
Con relación á los gastos de establecimiento clasificados por categorías de trabajos, podemos presentar el adjunto cuadro:
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