La evolución del nivel general de precios en España durante el periodo que se extiende desde 1830 hasta 1913 se caracteriza fundamentalmente por la estabilidad a largo plazo. En contraste con el movimiento inflacionista de los siglos XVIII y XX, el nuevo IPC resulta muy estable para la mayor parte del XIX: entre 1830 y 1913 la variación de los precios de consumo se habría limitado a una extremadamente baja tasa acumulativa anual del 0,37% en más de ochenta años. Todos los demás índices construidos por los historiadores coinciden de un modo general, sin una sola excepción, en reconocer en los precios una gran estabilidad en los dos últimos tercios del siglo XIX y hasta 1913, después del gran ciclo inflacionista español y europeo de fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX y la posterior deflación, motivado por las guerras napoleónicas.
En el número 4 de 2006 de la revista Investigaciones de Historia Económica apareció el artículo El nivel de vida en la España atrasada entre 1800 y 1936. El caso de Palencia, se puede ver el siguiente cuadro.
En el numero 1 de 1992 de la Revista de Historia Industrial, apareció el artículo Beneficios, salarios y nivel de vida obrero en una gran empresa siderúrgica vasca, Altos Hornos de Vizcaya, se puede leer:
Las categorías profesionales de los operarios que trabajaban en Altos Hornos de Vizcaya cubrían un amplio abanico. Aunque parezca sorprendente, después de efectuarse la fusión entre Altos Hornos de Bilbao, la Vizcaya y la Iberia, las diferencias salariales previas a idénticas categorías laborales se mantuvieron durante bastantes años. Por razones que ignoramos, los obreros de la fábrica sita en Sestao cobraban menos que los de Baracaldo globalmente y también en departamentos semejantes. En la antigua Altos Hornos de Bilbao, como media, se ganaba 4,72 pesetas en 1902 y 5,06 en 1910 y en la que había sido la Vizcaya 3,79 y 4,18 respectivamente. Años después, en 1927, la media de una y otra eran respectivamente 12,82 y 12,02. De unas diferencias iniciales que oscilaban entre el 20 y el 17 por 100 se ha pasado a una disparidad del 6 por 100. Es cierto que en la nómina de la fábrica de Sestao se incluían a los obreros peor pagados, los mineros, pero su monto en el conjunto no altera sensiblemente la media dado su escaso número. Así, en 1927, sin mineros el salario medio fue de 12,42 pts. y con ellos 12,02.
En el número 71 de 2008 de la revista Ayer, apareció el artículo Retribuciones en la Guardia Civil:
1931-1936, en el que se puede leer:
Los guardias civiles, durante el primer tercio del siglo XX, recibieron unos salarios modestos. Estas sencillas retribuciones reflejaban, en buena medida, la maltrecha economía del país. En 1931, las retribuciones de los miembros más humildes del Instituto, según el cuadro 1, seguían siendo exiguas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario