Este año que dejamos no presagiaba nada excepcionalmente bueno y así ha sido. Pese a todo, dará paso a otro que esperemos no le haga bueno.
Evolución del producto interior bruto
El International Monetary Fund proporciona información sobre la evolución del producto interior bruto de las diferentes regiones y países del mundo. En el siguiente gráfico se han combinado los datos de China, África, Rusia, Europa y Estados Unidos. Como se puede ver la peor situación la tiene Europa, por debajo de China, África, Rusia y Estados Unidos.
En el siguiente gráfico se pueden ver algunos de los países europeos y no nos atrevemos a hacer comentarios.
VIII informe de la realidad social - Cáritas Española
Según un informe de Cáritas del 10 de octubre pasado, la pobreza severa (con menos de 307 € al mes) alcanza ya a 3 millones de personas (el doble de los que estaban en esta situación antes de la crisis). Por otra parte, asistimos al aumento de la cronicidad, constatado en el incremento de los parados de larga duración (58% más de un año en paro –3,5 millones de personas–, y 35% más de dos años -2 millones- ) especialmente el grupo de mayores de 50 años, cosa que se comprueba en el hecho de que una de cada tres personas atendidas en Cáritas lleva más de tres años demandando ayuda. Esta situación afecta también a las relaciones sociales (familia, amigos y vecinos) y al horizonte vital de las personas (percepción de que la situación va a peor y pérdida de esperanza). Un último apunte es el hecho de que se incrementa la desigualdad en España, con el valor más elevado de toda Europa: el 20% de la población más rica concentra 7,5 más riqueza que el 20% más pobre.
Producción industrial europea
La producción industrial cayó un 11,1%, con respecto a 2012. En octubre pasado, en el conjunto de la Unión Europea (UE), la producción industrial experimentó un retroceso de siete décimas respecto a septiembre, mientras que la caída fue del 10,2% en comparación con octubre de 2008.
En términos interanuales, la producción de bienes de consumo no duraderos bajó un 3,5% en la eurozona y un 2,9% entre los Veintisiete, mientras la producción de energía disminuyó un 6,8% y un 7% respectivamente. Por otro lado, la producción de bienes intermedios retrocedió un 12,4% en la zona euro y un 12% en la UE, mientras que la producción de bienes de consumo duraderos bajó un 14,9% en la zona euro y un 12,4% en la UE.
Asimismo, la producción de bienes de capital bajó un 16,3% y un 15,2%, respectivamente. De este modo, la producción industrial bajó en términos interanuales en todos los miembros de la UE, excepto en Irlanda (+2%) y Polonia (+1,1%). Los mayores descensos se observaron Estonia (-20,9%), Finlandia (-19,1%) y Eslovenia (-18,4%), mientras que las menores caídas se registraron en Rumanía (-1,4%), Portugal (-5,2%) y Países Bajos (-6,1%). En el caso de España, la producción industrial subió tres décimas respecto a septiembre y retrocedió un 9,2% interanual.
Un informe de COTEC
El documento es el resultado de la investigación realizada por el Profesor Víctor Pérez-Díaz, Doctor en Sociología por la Universidad de Harvard, y utiliza cerca de un centenar de indicadores procedentes de encuestas internacionales relacionados con el capital social, entendido en su sentido más amplio. Estos indicadores analizan las redes y conexiones sociales en los ámbitos de la empresa, la familia y la sociedad en general, junto a aspectos institucionales y culturales, que incorporan a su vez normas y una cultura moral compuesta de sentimientos de confianza, motivaciones, juicios de valor, disposiciones y virtudes.
En todos los indicadores se han tenido en cuenta los efectos, tanto individuales como colectivos, que cada uno de ellos puede tener en la capacidad innovadora de los países contemplados en el estudio, con el fin de explorar mecanismos causales entre capital social e innovación productiva, es decir, la que está dirigida a crear productos y servicios o procesos y tecnologías y ponerlos a disposición de la sociedad.
Se analiza, en primer lugar, el capital social de las empresas, tanto interno, contemplando aspectos como la experiencia de trabajo, las relaciones entre los trabajadores o el trato que los trabajadores reciben de los directivos, como externo, analizando la cooperación de las empresas con otros actores y el capital social en las universidades, como formadora de investigadores y de otros trabajadores implicados en la innovación.
Se detiene también en el capital social de familias y asociaciones, estudiando la familia, las redes sociales informales o amistosas, y el asociacionismo y su influencia en la innovación. Y, por último, analiza el capital social sistémico, contemplando aspectos relacionados con la confianza generalizada de los ciudadanos y su interacción con los principales actores estratégicos, como políticos y funcionarios, empresas y otros agentes del mercado, y con la cultura moral de la sociedad. El informe señala que existe una clara relación entre la “calidad” del capital social y la innovación productiva en todos los países analizados, y con la mayor parte de los indicadores utilizados. Una mejor calidad correspondería a sociedades poco individualistas, caracterizadas por niveles altos de capital social interno en las empresas y niveles bajos de capital social universitario y de capital familiar orientados hacia adentro, o endogámicos.
También correspondería a niveles elevados de capital asociativo y de capital social sistémico, es decir, de pertenencia a asociaciones o entidades sin fin de lucro y de confianza generalizada y en las élites, así como a niveles altos de moralidad sistémica, caracterizada por una escasa corrupción pública, por un reducido intervencionismo estatal y por un buen funcionamiento de la democracia.
El informe distingue en Europa tres grupos de países claramente diferenciados, según se acerquen a ese modelo de capital social afín a la innovación o se alejen de él. El primer grupo estaría formado por los países nórdicos, incluyendo a Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega e Islandia, junto con Suiza y los Países Bajos, caracterizados por una capacidad de innovación más alta. El segundo lo integran los países centrales como Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Irlanda y Reino Unido, que presentarían unas tasas medias, salvo en el caso de Alemania que se acercaría más a los niveles del primer grupo. Y, el tercer grupo, el más alejado del modelo noreuropeo, lo formarían los países mediterráneos y de la Europa del Este, caracterizados por bajos niveles de capacidad innovadora.
Pasar la ITV en la ISS
Aunque el conector rápido M3 de las líneas de amoníaco, el mismo que en 2010 trajo de cabeza a Tracy Caldwell Dyson y Doug Wheelock, los retrasó un poco, Mike Hopkins y Rick Mastracchio consiguieron instalar la nueva unidad de bombas del sistema de refrigeración del segmento estadounidense de la Estación Espacial Internacional y dejarla lista para el funcionamiento durante el segundo paseo espacial de los tres previstos para su sustitución, llevado a cabo el 24 de diciembre.
Durante el primer paseo espacial para reparar el sistema Hopkins y Mastracchio ya habían retirado la unidad de bombas estropeada de su sitio.
Superordenadores
El Tenn-Tianhe-2, un superordenador desarrollado por China National University of Defense Technology, conserva su posición como primer supercomputador, con un rendimiento de 33,86 petaflop / s (cuatrillones de cálculos por segundo), de acuerdo con la 42ª edición de la lista TOP500. La lista fue presentada el 18 de noviembre en la conferencia SC13 en Denver, Colorado. El segundo es Titan, un sistema Cray XK7 instalado en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge. Este gran ordenador logró 17.59 PFlop / s. Titán es uno de los sistemas más eficientes energéticamente en la lista, con un consumo total de 8,21 MW y un consumo especifico de 2.143 gigaflops / W. El tercer superordenador es Sequoia, un sistema IBM Blue Gene / Q instalado en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore del Departamento de Energía. Fue entregado en 2011 y alcanzó 17,17 Plop / s.