En el CIM utilizan cuatro tecnologías de las varias que hay en el mercado para imprimir piezas metálicas.
La PowerDIW es una impresora 3D experimental totalmente configurable, enfocada a investigadores que necesitan una impresora 3D de escritura directa con tinta (DIW) muy flexible y capaz. DIW es una tecnología de fabricación aditiva que se utiliza comúnmente para fabricar piezas ecológicas de cerámica o metal o cualquier material bioimprimible.
La impresora 3D Meltio M600 es una impresora 3D de metal por láser que utiliza un láser azul de alta potencia para fundir el metal y depositarlo capa por capa para crear piezas tridimensionales. Esta tecnología ofrece una serie de ventajas sobre otras tecnologías de impresión 3D de metal, como la mayor velocidad de impresión, mejor calidad de las piezas y la menor necesidad de posprocesamiento.
El modelo Alba 300 de Samylabs permite imprimir un volumen de 160 mm de diámetro y 200 mm de altura, está diseñada para funcionar tanto en un entorno industrial como en un entorno de oficina y funciona con tensión doméstica. Con unas medidas reducidas, está concebida para pasar entre puertas estándar, y además está dotada con un láser de 300W (utiliza la tecnología SLM) así como de una cámara estanca que puede trabajar en Argón y Nitrógeno, permite imprimir aceros inoxidables y diferentes aleaciones como el Inconel o el cromo-cobalto.
Entre las conclusiones de una encuesta realizada por Ipsos en colaboración con Cevipof y Le Monde se estimaba que uno de cada cinco docentes votaría a Agrupación Nacional en la primera vuelta de las elecciones legislativas del 30 de junio de 2024. Según el politólogo Luc Rouban, esto no resulta tan sorprendente.
¿Qué votan los trabajadores de los servicios públicos?
Como en cada elección importante, Luc Rouban, director de investigación de Cevipof (CNRS-Sciences Po), analizó los resultados de una encuesta realizada por Ipsos en colaboración con Cevipof y Le Monde entre 11.820 personas, entre ellas 2.500 funcionarios. Entre las cifras más llamativas, la del voto de los docentes (maestros de escuela, profesores e investigadores. Casi uno de cada cinco tenia la intención de introducir en la urna un voto de extrema en la primera vuelta de las elecciones legislativas, el domingo 30 de julio. ¡Tanto como en 2022, pero seis veces más que en 2012 , cuando la votación alcanzó un máximo del 3%!
Se trata de una evolución "no sorprendente", si analizamos las diversas crisis que han provocado el debilitamiento de la educación nacional en los últimos diez años.
