Cada año se registra en la localidad de Yoro, al norte de Honduras, un fenómeno que ocurre entre los meses de mayo, junio y julio. Esta lluvia de peces coincide con la temporada de lluvias y cubre las calles y ríos de la zona.
Los habitantes se lanzan a las calles durante la lluvia para atrapar a los animales, que en algunos casos llegan a cocinarlos. Aunque la explicación real se desconoce, es cierto que rara vez se repite el fenómeno en el mismo lugar dos años consecutivos, aunque sí afecta a poblaciones cercanas.
El genio hecho a sí mismo. Johann Carl Friedrich Gauss fue un niño prodigio que nació en una familia humilde y de padres analfabetos pero que fue autodidacta para aprender a leer y llegar a ser conocido como “el príncipe de los matemáticos” y reconocido por sus coetáneos como el “matemático más grande desde la antigüedad”. Así de simple es la definición de Carl Friedrich Gauss, que comparte el olimpo de los elegidos en las ciencias con Arquímedes, Newton, Euler… y pocos más.
Jan Morris, con 91 años, consagra su último libro al hundimiento en 1945 del mayor buque de su clase que ha existido. “Es una ensoñación sobre un gran símbolo”, afirma.
Puede parecer sorprendente que la escritora británica ya nonagenaria (Clevedon, Somerset, 1926) aborde el coloso nipón y consagre su último libro, Battleship Yamato. Of war, Beauty and Irony ("Acorazado Yamato, sobre guerra, belleza e ironía", Liveright Publishing Corporation, 2018) a la postrera singladura suicida y el hundimiento por la aviación estadounidense del navío insignia de la flota imperial japonesa al final de la Segunda Guerra Mundial. Pero ya Morris, en cuya producción, como James y como Jan, se cuentan no solo obras maestras de la literatura de viajes sino espléndidos libros de historia (la serie Pax Británica) , escribió una biografía apasionada del almirante Lord Jacky Fisher (Fisher's Face, 1995), el gran innovador de la marina británica antes de la Primera Guerra Mundial y creador de nuevos conceptos de buques en el límite de cuyo desarrollo puede verse el propio Yamato.
El jueves de la semana pasada tuve el placer de asistir a una conferencia de Oscar Font sobre el origen y el uso de la Máquina Enigma y de los esfuerzos para descifrar sus mensajes.
PROYECTO TURING es una iniciativa que pretende acercar la criptografía a los centros de enseñanza secundaria y de esta forma despertar la curiosidad e interés por las matemáticas, la ciencia y la historia desde una perspectiva práctica y amena. PROYECTO TURING ofrece conferencias interactivas centradas en los códigos secretos y la criptografía. Cada conferencia incluye la demostración, en el mismo centro, del funcionamiento de una máquina ENIGMA original de la Segunda Guerra Mundial.
Este músico barcelonés –integrante de La Locomotora Negra-, escritor y experto en criptografía, acumula en sus 47 años de edad un sinfín de anécdotas fascinantes. Entre éstas, la de ser propietario de una Enigma –la máquina que utilizaban los nazis durante la Segunda Guerra Mundial para cifrar los mensajes que enviaban a sus tropas-. Lo más curioso del caso es que Font, que cuenta con una capacidad natural para verse implicado en historias increíbles, vendió, entre otras cosas, un clarinete de Woody Allen para costearse la máquina. Y ésta es sólo una de las múltiples historietas en las que se ha visto envuelto.
Syed Zafar Shah, de 40 años, dirige una empresa de reparación de gramófonos, posa en la tienda del Shah Music Center donde vende gramófonos antiguos y discos de vinilo en los barrios antiguos de Nueva Delhi, el 24 de abril de 2018. Los tocadiscos de gramófono surgieron como la forma principal de reproducir grabaciones de audio a fines del siglo XIX, pero fueron superados en el siglo XX por tocadiscos conectados a altavoces de audio electrificados.
Es la isla escocesa mundialmente famosa por la fabricación de whisky. Pero la isla de Islay, en las Hébridas Internas, ahora está siendo reconocida por un ejemplo casi olvidado de gran valentía y humanidad. Hace cien años, Islay estuvo en primera línea en la batalla en el mar durante la Primera Guerra Mundial. La isla hizo frente a las bajas masivas de dos grandes desastres de transporte de tropas con solo ocho meses de diferencia. Se trataba de los hundimientos del SS Tuscania en febrero y HMS Otranto en octubre, que se cobraron las vidas de alrededor de 700 hombres en el último año de la guerra.
Un submarino alemán acechó al convoy, consiguió tener al Tuscania en su punto de mira y disparó dos torpedos, uno de los cuales hizo una gran herida en su costado. El Tuscania llevaba casi 2.500 soldados estadounidenses y tripulación británica. Increíblemente, la mayoría fueron rescatados por la Royal Navy. Pero algunos de los que lo hicieron en botes salvavidas no tuvieron tanta suerte. Fueron arrastrados hacia los acantilados y las rocas de la península Oa de Islay y naufragaron por segunda vez.
Después de semanas de viento y lluvia, un ciclón sopló a través del país a medianoche, desde las costas galesas hasta las Midlands y el sur de Inglaterra, llegando a las ciudades de Bristol y Londres en particular. La tormenta también causó estragos en Europa continental, causando daños severos en los Países Bajos, las islas danesas y Alemania.
En Florencia, en el museo dedicado a Galileo, destaca la reliquia de su dedo corazón que se muestra seco y erguido ante la mirada del visitante. Según cuentan las crónicas, aquel dedo fue cercenado de su mano junto a otros dedos.
El suceso ocurrió en 1737, casi cien años después de que Galileo muriese, cuando los restos de su cuerpo fueron llevados a la Basílica de la Santa Croce, en Florencia, para recibir sepultura. Durante el traslado, el cuerpo de Galileo sufrió el fanático asalto de sus seguidores y los trozos de su cadáver se repartieron por toda Florencia como reliquias mágicas que atraían la suerte. Resulta paradójico que el hombre que inauguró el método científico moderno y para el cual todo estaba sujeto a cálculo -incluso el infierno de Dante-, acabase sirviendo a la superstición.
El guano es conocido como uno de los mejores fertilizantes orgánicos del mundo, pero pocos saben que obtenerlo es lo más parecido a un infierno. Los “campañeros” son los trabajadores golondrinas que llegan al archipiélago peruano para, de forma manual, recolectar el excremento de los pájaros que se venderá como abono.
El buque insignia de la Armada Española partió el pasado miércoles desde Rota para una misión en Irak. Cuatro aviones de caza 'Harrier' viajan sobre la cubierta de vuelo del mayor buque de guerra diseñado y construido íntegramente en España mientras éste navega hacia el Golfo Pérsico.
Esto se ha acabado. STOP. El servicio de telegramas de Francia ha muerto. STOP. Tras 139 años, el último telegrama del país fue enviado al filo de la medianoche del lunes 30 de abril. Dos días más tarde, Orange, la compañía que seguía proporcionando este servicio, confirmó que ha puesto fin definitivamente a un sistema de mensajería que había caído en desuso ante las nuevas tecnologías. De hecho, ni siquiera muchos franceses sabían que todavía era posible enviar uno de esos mensajes breves que durante generaciones sirvieron para dar grandes alegrías, pero también para transmitir las noticias más graves y urgentes a millones de personas en todo el mundo.
"Me salió un contrato a través de un anuncio en un periódico y me fui de inmigrante a Liberia", resume Antonio Medina (Gran Canaria, 1936) de una España que en los sesenta "estaba muy mal". Formado en electricidad y audiovisuales, llegó a Monrovia para emplearse en una compañía que regentaba cines. “La primera noche los mosquitos me pusieron a parir”, cuenta. En esos años descubrió que era un lugar de gente "noble y acogedora que se tomaba las cosas con paciencia y tranquilidad". Enseñó a, por lo menos, cien electricistas y 40 operadores de cámara, y reparó las averías eléctricas de muchas sectas religiosas. “Sus canciones te hacían llorar y te ponían los pelos de punta". Hizo de todo en aquellos años: desde arreglar el ascensor de la mansión del presidente William Tolbert hasta montar un equipo de fútbol con universitarios.
Medina volvió a casa cuando la situación política se complicó. "Me pidieron que siguiera en Liberia, pero las cosas se estaban poniendo muy feas". El 12 de abril de 1980 era asesinado el entonces presidente de Estado más antiguo del África negra, Tolbert, y Liberia entraba en una etapa dominada por la inestabilidad política y el empobrecimiento. Pero Medina ya no estaba allí.