En 1921 se crea la empresa EISA (Experiencias Industriales S.A.). En 1986 la fusión de EISA y EESA da lugar al Grupo INISEL (Empresa Nacional de Electrónica y Sistemas, S. A.). En 1993 se constituye Indra, agrupando cuatro sociedades en una marca: ERITEL (Consultoría y servicios informáticos), DISEL (Automatización y control), CESELSA (Electrónica de defensa) e INISEL ESPACIO (Espacio). En 1999 se ofrecen en la bolsa el 66% de las acciones que pertenecían a la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI).
En el 2004 Indra era ya la empresa española líder en Tecnologías de la Información y Sistemas de Defensa con un volumen de negocio de 1.079 millones de euros. Sus lineas de negocio eran las tecnologías de la información y (TI), la simulación y los sistemas de mantenimiento (SIM/SAM) y los equipos electrónicos de defensa (EED). En aquel momento Indra estaba presente en más de 40 países, sobretodo en Europa y EEUU. La sede central de la compañía estaba en Alcobendas, complementada con las fábricas de Madrid, Torrejón de Ardoz, Bilbao, Valencia, Barcelona y Sevilla. En aquel momento Indra ocupaba la 88 posición en el ránking mundial de empresas armamentísticas.
Indra participaba en la construcción de sistemas electrónicos para misiles, como el METEOR, que constituye el sistema de armamento de los aviones EF2000, RAFALE i GRIPEN. Indra participaba en el proyecto de desarrollo de los sistemas de mantenimiento del cazabombardero europeo Eurofigther (Por un valor de 53 millones de euros). También desarrollaba el proyecto de fabricación de los misiles Standard SM-2 para las fragatas F-100, y los misiles Evolved Seasparrow. Se encargaba de construir los simuladores para el avión de combate Harrier AV-8B, con un contrato de 8 millones firmado con la US Navy. Indra también había firmado un contrato con Boeing para el desarrollo y fabricación de una nueva generación de sistemas de mantenimiento de los aviones de combate F-18 de la US Navy.
Indra también equipó los sistemas de comunicaciones por satélite del cuartel de la OTAN en España y la red de mando y control de la defensa antiaérea del ejército español por un total de 177,3 millones. También desarrolló los sistemas de inteligencia y guerra electrónica para los aviones C14, T21, T10 i P3. Indra también participó en el proyecto de simulador del carro de combate Leopard, y de los sistemas de control del avión militar de transporte A-400M. Por otra parte, Indra creó un radar portátil para la localización de objetivos, en el llamado proyecto ARINE y equipó las corbetas K-130 del ejército alemán con sistemas de defensa electrónica por un valor de 20 millones.
En 2004 también se encargaba del mantenimiento de los bancos de prueba de aviónica y de los simuladores de vuelo de los aviones de la base naval de Rota (Cadiz). Indra firmó en septiembre de 2003 un contrato marco de simulación con la US Navy, llamado Training Systems Contract II (TSC II) con un presupuesto global de 3.000 millones de euros. Este contrato permitió a la empresa ofrecer los simuladores para los aviones y helicópteros que la US Navy necesitó durante 5 años. En este contrato Indra fue la única empresa no norteamericana. En aquella época los principales clientes de Indra fueron las fuerzas armadas españolas, la OTAN, la US Navy, la Marina italiana, la Marina francesa y la Marina alemana. El 21% de sus ingresos en el año 2004 provinieron del sector de Defensa y Fuerzas de Seguridad.
En 2006 la empresa estaba formada por 9.000 trabajadores, muchos de ellos, altamente cualificados.
En la actualidad Indra es una compañía de tecnología e innovación, líder en soluciones y servicios de alto valor añadido para los sectores de Transporte y Tráfico, Energía e Industria, Administración Pública y Sanidad, Servicios Financieros, Seguridad y Defensa y Telecomunicaciones y Medios de comunicaciones. Indra opera en más de 100 países y cuenta con más de 30.000 profesionales a nivel mundial. Indra es la compañía europea en su sector que más invierte en I+D. A través de la combinación de la electrónica, las comunicaciones y las tecnologías de la información, sus soluciones se adaptan a las necesidades de sus clientes.
En un plano no militar, el sistema Da Vinci, que gestiona las Líneas de Alta Velocidad Madrid-Barcelona, Córdoba-Málaga, Madrid-Valladolid y Madrid-Sevilla, ha sido desarrollado por Indra en colaboración con Adif. Da Vinci es fruto de una fuerte inversión en I+D+i y del trabajo de 150 personas durante cuatro años. Además, el sistema se encuentra en constante evolución para adaptarse a los nuevos requerimientos e incorporar mejoras.
Da Vinci ha demostrado su aptitud y versatilidad al permitir gestionar, no sólo la red de alta velocidad española, sino también redes de diferentes características como la de Feve (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha), el metro de Medellín, en el que desde 2005 controla tanto el tráfico como el resto de sistemas asociados de esta red de metro, o el metro de Londres (Metronet).El pasado año, DaVinci ha sido la solución elegida para la gestión integral del tráfico ferroviario de Marruecos y, en estos momentos, opta a la adjudicación de otros concursos internacionales en China, Lituania y Arabia Saudí, entre otros países.
Desde el punto de vista funcional, el sistema contempla la integración de todos los sistemas de telemando (enclavamientos, energía, ERTMS, detectores), la planificación de la explotación, un sistema de seguimiento de las circulaciones en tiempo real, predicciones a futuro del estado de tráfico, encaminamiento automático de trenes, sistema de información geográfico, envío de consignas a los maquinistas, ayuda a la regulación de tráfico, estadísticas, información al viajero, facturación del canon, simulación y reconstrucción de hechos pasados. Igualmente permite difundir a través de Internet la información y la monitorización remota de todos los sistemas.
Indra es la multinacional de Tecnologías de la Información número 1 en España y una de las principales de Europa y Latinoamérica. Es la primera compañía europea de su sector por inversión en I+D y es también la segunda empresa española que más invierte en I+D en valor absoluto. Con unas ventas de 2.513 millones de euros en 2009, su actividad internacional representó cerca del 40%.
La industria militar española es mucho más extensa de lo que podría suponerse. Anualmente factura unos 4.000 millones de euros y da empleo a 18.000 personas. Incluye empresas aeronáuticas, tecnológicas e industriales.
En España hay al menos 136 empresas de defensa, según el Directorio de la Industria Militar en España del Centro de Estudios Para la Paz J.M. Délas, dependiente de la Fundación Justícia i Pau de Barcelona.
Entre las 136 empresas mencionadas en el Directorio de la Industria Militar en España hay algunas de las principales compañías españolas de los sectores aeronáutico, tecnológico o industrial, que dedican parte de su producción a la fabricación de armamento, piezas o componentes militares. Así, la marca Iveco Pegaso dedica el 5,8% de su producción a la fabricación de vehículos blindados y todo terrenos militares, y la empresa Zodiac Española S.A., destina el 3% de su actividad a embarcaciones neumáticas militares para el transporte de tropas. Junto a ellas aparecen otras compañías como Telefónica Soluciones, Sistemas y Vehículos de Alta Tecnología (SVAT) e Hispasat.
También hay compañías que prestan servicios con especificidades militares, como Iberia, que participa en programas militares de mantenimiento y reparación de aviones de la Armada y del Ejército del Aire.
De entre todas las empresas que se dedican a fabricar bienes, componentes o electrónica militar hay cuatro que destacan por encima del resto y que lideran los cuatro sectores punteros de la industria armamentística española. El sector aeronáutico está encabezado por CASA (que forma parte del consorcio europeo EADS), el sector terrestre por Santa Bárbara Sistemas (propiedad de la estadounidense General Dynamics), el electrónico-tecnológico por Indra y el naval por Navantia. Son las cuatro únicas incluidas por el SIPRI en su ranking de los 100 principales productores mundiales de armas. Todas ellas eran estatales y a partir de los noventa comenzaron a pasar a manos privadas.
Nacida en 1923, la empresa aeroespacial Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA) pasó a formar parte del grupo europeo EADS (y a llamarse EADS-CASA) en el año 2000. En la actualidad participa, junto a otras compañías de la UE, en el diseño y desarrollo de grandes máquinas de combate, como los aviones Eurofighter, aviones de transporte militar Airbus Military, helicópteros de última generación Tiger y Eurocopter, satélites militares Skynet5 y sistemas de misiles antiaéreos. En total, el consorcio EADS emplea a 118.000 personas en todo el mundo y en 2009 facturó 42.822 millones de euros.
También en el año 2000, la fusión de las empresas públicas españolas de astilleros que integraban Astilleros Españoles (AESA), dio como resultado el Grupo IZAR, cuya segregación de activos dio lugar en 2005 a Navantia, que por su dimensión y capacidad tecnológica ocupa un puesto destacado en el concierto europeo y mundial de la construcción naval. Da empleo a 5.000 personas en sus astilleros de Ferrol, Cádiz y Cartagena, y dedica gran parte de su producción a la fabricación de buques de guerra, submarinos, fragatas, corbetas y patrulleros militares. El sector naval ha sido junto al aeronáutico el más pujante en la última década. Navantia ha cerrado acuerdos para la fabricación de navíos militares con Noruega, Australia y Venezuela, entre otros países.
La empresa española líder en el sector terrestre, Santa Bárbara Sistemas, fue absorbida en 2001 por el quinto mayor fabricante mundial de armas, la estadounidense General Dynamics. Desde entonces ha participado, junto a otras empresas de países de la OTAN, en la fabricación entre otros de los carros de combate Leopard o del vehículo antiminas RG-31 Mk5E. Actualmente tiene 1.650 trabajadores en plantilla y se dedica a la fabricación de vehículos de combate, sistemas de artillería, misiles y municiones.
La compañía que cierra el cuadrado de las cuatro principales empresas líderes de la industria militar española es Indra, dedicada a la producción de bienes, componentes y partes electrónico-tecnológicas. Indra participa en proyectos conjuntos de la UE y de la OTAN para el desarrollo, entre otros, de los misiles Meteor e Iris. Indra fabrica radares, sistemas de comunicación militares y espaciales, y también aviones no tripulados (UAS, por sus siglas en inglés). Uno de sus productos estrella es el helicóptero no tripulado ‘Pelícano’, que estará listo en 2012 pero ya fue presentado durante la Feria de Defensa y Seguridad Eurosatory 2010, celebrada en París.
Robot aéreo Pelícano, tipo helicóptero, para la inspección de líneas eléctricas.
Aunque su volumen de facturación y de exportaciones es menor a la de las anteriores, en España también hay diversas firmas dedicadas exclusivamente a la fabricación de municiones, misiles y explosivos. Es el caso de la estadounidense Raytheon (Productora entre otros del misil Tomahawk), que se instaló en un polígono industrial en las afueras de Málaga en el verano de 2008 y opera con el nombre de Elcan Optical Technologie. Otra es Instalaza, dedicada a la fabricación de armas de infantería, que cuenta con una fábrica en el casco urbano de Zaragoza.
Instalaza Alcotán 100.
Maxam Corp. es un holding que agrupa a seis empresas en España, entre ellas Explosivos Alaveses (Expal). Durante años se dedicó a la fabricación de minas antipersona y de las peligrosas bombas de racimo. Desde que se prohibiese la fabricación y comercialización en España de ambos artefactos, Expal se dedica también a su desactivación y destrucción.
Sistema de mortero Expal EIMOS, embarcado sobre vehículo ligero 4x4.
En el marco de las principales empresas mundiales en el terreno de la manufactura de armamentos, durante el primer tercio del siglo XX se encontraba la inglesa Vickers Ltd. Durante mucho tiempo fue el socio tecnológico de la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN ó La Naval), ya que la vinculación entre ambas fue muy estrecha desde la creación de La Naval en 1909.
Inicialmente dedicada a la producción de acero y de transformados metálicos para el mercado civil, Vickers irrumpió en el campo de los armamentos a finales de los años ochenta del siglo XIX, y en apenas una década se convirtió en el principal rival del líder mundial del sector, W. G. Armstrong, Whitworth & Co. Junto al líder mundial (La ya citada Armstrong), Vickers, John Brown, y Charles Cammell & Co. luchaban encarnizadamente con la alemana Krupp, la francesa Schneider, la italiana Ansaldo o la austriaca Skoda, entre otras.
Por otra parte, los mercados se veían condicionados por la presión de los Estados que compraban armamento en su anhelo por estimular la industria autóctona, pues aspiraban a utilizar sus programas de armamentos como medio para desarrollar su industria pesada y conseguir las transferencias de tecnología necesaria para consolidar sus procesos de industrialización.
El resultado fue que las principales firmas (Con la excepción de Krupp) pasaron progresivamente a exportar procedimientos y técnicas de fabricación más que armas propiamente dichas. Es en tal contexto en el que se integra la colaboración de estas empresas en la erección y modernización de arsenales y acerías en terceros países.
En el caso concreto de Vickers, la firma estaba inmersa en un dinámico proceso de expansión internacional en los años previos a la Primera Guerra Mundial que se materializó en distintas iniciativas en España, Estados Unidos, Canadá, Italia, Japón, Rusia y Turquía. En tal contexto su primera «salida al extranjero» se materializó a través de la creación de The Placencia de las Armas Company, cuya vida industrial iría muy unida a la SECN y a la participación en empresas como CASA y EISA.
La presencia de Vickers en España es anterior a la creación de la SECN ya que al adquirir en 1897 Maxim-Nordenfeld Co. la firma pasó a ser propietaria plena de The Placencia de las Armas Company. Esta última se había constituido en Londres en 1887 (Año en que se promulga el Programa Naval Rodríguez Arias), con objeto de manufacturar en España armamento y artillería.
Restos del crucero español Almirante Oquendo.
Experiencias Industriales, S.A. fue creada en 1921. La empresa disponía de talleres en Aranjuez, y su objeto social era la adquisición y explotación de patentes de cualquier tipo de manufacturas o construcciones. Uno de sus principales socios era la empresa alemana Carbonit A. G., firma que cedía a EISA sus patentes. La SECN entró en el capital de EISA en 1926 con la adquisición de 500 acciones, lo que le supuso controlar algo más del 14 % del capital de Experiencias. Paralelamente, EISA pasó a dedicarse a la elaboración de material militar tecnológicamente sofisticado. Pero lo más llamativo fue que, junto a la entrada de la SECN, también se incorporaron Vickers Ltd. y Placencia de las Armas Co. al accionariado de EISA. El resultado fue que entre Vickers, Placencia y la SECN controlaban más del 57 % del capital desembolsado de EISA.
La principal razón que justificó el desembarco de la SECN, Placencia y Vickers en EISA fue el tratar de conseguir controlar la empresa con objeto de subcontratar en sus talleres la parte de los pedidos de artillería que no podía ser realizada por Placencia. Además, también se pretendía que EISA pudiera acometer la realización de direcciones de tiro. Por ello, la transferencia de tecnología desde Vickers se convirtió en esencial para EISA. Así, a lo largo de la primera mitad de los años treinta se establecieron diversos acuerdos entre EISA y Vickers que hicieron posible a la primera el llevar adelante la ejecución de las direcciones de tiro con destino a los destructores del tipo Antequera que estaba construyendo la SECN en Cartagena con destino a la Armada española.
La información existente en los archivos de Vickers sobre Construcciones Aeronáuticas, S.A. (CASA) es reducida. Se sabe que se trataba de una empresa dedicada a la fabricación de aeroplanos e hidroaviones que contaba con instalaciones en Getafe y en Cádiz.
CASA-Vickers Vildebeest.
Se había constituido en 1923 bajo el impulso de Ortiz Echagüe y Tartiere, entregando su primera unidad en 1926. Aunque no se conoce la participación concreta de la SECN en el capital de CASA, sabemos que fue en 1927 cuando tanto La Naval como Vickers pasaron a formar parte de su capital. Por lo que se refiere a la participación de Vickers Ltd., sabemos que adquirió 656 acciones, lo que le supuso controlar e! 11,92 % del capital de CASA. En 1929, tras la ampliación de capital de CASA, Vickers poseía 818 acciones, loque suponía un 11,68 % de su capital social, acciones transferidas aquel mismo año a Vickers (Aviation) Ltd. La participación en la ampliación de capital se integraba en la estrategia de Vickers de potenciar los negocios conjuntos con la SECN.