Barcelona albergará desde este 27 de marzo el primer FabCafe de Europa y el tercero del mundo, un tipo de local donde se puede desayunar o tomar un refrigerio mientras se materializa un diseño creado con el ordenador o el móvil a través del uso de impresoras 3D y cortadoras láser. El establecimiento estará ubicado en los bajos del número 11 de la calle Bailén, dentro del espacio que dispone el MOB,-Makers of Barcelona-, una comunidad formada por unos 120 creadores digitales.
El concepto FabCafe nació de la mano de la productora japonesa Loftwork, que en enero de 2012 abrió el primer espacio de este tipo en el barrio de Shibuya de Tokio (Japón), y al año siguiente se instaló un segundo local en Taipei (Taiwan).
El FabCafe Barcelona se convertirá así en un miembro más de la familia FabCafe, que prevé también abrir un local en Sitges (Barcelona). La idea del FabCafe surge de la posibilidad de tomar un desayuno mientras una impresora 3D crea moldes de bombones con la cara de la mascota del cliente o la cortadora láser fabrica un colgante con el diseño de sus gafas preferidas. Además de café y de herramientas de última tecnología en fabricación digital, en los FabCafe siempre se encuentra un «fabboy» o «fabgirl», encargados de ayudar y guiar a los clientes, pues sus servicios no sólo van dirigidos a estudiantes, diseñadores o arquitectos, sino también al público en general.
Durante su primer mes de apertura, el FabCafe Barcelona ofrecerá precios especiales para el uso de la cortadora láser -entre 8 y 25 euros-, unas cantidades que variarán en función del tiempo de empleo de la herramienta, con la voluntad de resultar asequible a todos los bolsillos.
Con el objetivo de ampliar el número de maquinaria disponible, desde la comunidad MOB se ha lanzado una campaña de micromecenazgo para recoger aportaciones que van de los 5 a los 1.000 euros con distintas contraprestaciones.
MOB, Makers of Barcelona, es una comunidad colaborativa en la que profesionales de diferentes ámbitos vinculados a la creatividad, la innovación y el emprendimiento comparten un mismo espacio para generar contenidos y poner en práctica tanto ideas innovadoras, como nuevas dinámicas para implementarlas.
La fórmula del FabCafe encaja a la perfección con el espíritu de los impulsores, la singular comunidad del MOB. La forman más de 100 artistas, emprendedores y diseñadores, que han hallado un lugar de trabajo asequible y propicio al networking en un antiguo almacén industrial cercano al centro. Con más de 1.000 m2 y reformado a lo loft, hoy acoge largos escritorios compartidos, ordenadores, salas para eventos y reuniones, biblioteca y rincones de relax para hacer una pausa. El sótano, llamado Maker Space y dinamizado por el colectivo MadeBCN, ya alberga varias máquinas de fabricación digital que por ahora solo utilizan los creadores residentes. Contiene, por ejemplo, una impresora 3D estereolitográfica, otra de deposición fundida, una fresadora y una cortadora de vinilo. La apertura del FabCafé permitirá al MOB rentabilizar y ampliar una infraestructura de la que ya dispone, además de abrirla al público y contribuir a la popularización de la fabricación digital.
En efecto, Barcelona va tomando forma como ciudad de referencia para los fabbers del sur de Europa, o lo que es lo mismo, los forofos de la incipiente fabricación digital. Los precursores de la materia son los integrantes del Fab Lab Barcelona, en el Poblenou, un centro dedicado a la innovación tecnológica en el diseño y la arquitectura. Más de 150 personas prueban su maquinaria cada mes, entre alumnos, clientes y trabajadores. Su director, Tomás Díez, explica que forman parte de una red mundial auspiciada por el Massachussets Institute of Technology (MIT) y que tienen como principal vocación "devolver la fabricación a lo personal y que las personas dejen de sentirla lejana y ajena". Aspiran a que cada cuál aprenda a fabricarse, con programas informáticos de manejo intuitivo, sus propios objetos cotidianos, como sillas, vasos, ropa o cucharas. El centro del Poblenou es una iniciativa del Institut d'Arquitectura Avançada de Catalunya (IAAC), cuyo cofundador es hoy arquitecto jefe municipal, Vicent Guallart.
Esta nueva visión en lo tocante a la producción se ha traducido en la apertura en junio de 2013 del primer Ateneu de Fabricació municipal. Ubicado en la antigua fábrica Benet i Campabadal de Les Corts (C/ Novell, 78), es un espacio formativo a imagen del Fab Lab del Poblenou. El segundo, que debía instalarse en Ciutat Meridiana, ha acabado en conflicto vecinal. 'Ciudad Desahucio', como se han rebautizado los propios residentes, consideró mucho más urgente y útil abrir un Banco de Alimentos y así lo hicieron los propios vecinos al ocupar el edificio este verano. Tras algunos meses de negociación, el pasado octubre el proyecto se reorientó hasta convertirse en un centro de capacitación profesional, con un espacio para la maquinaria ya adquirida y otro para capacitar a desempleados en oficios mucho más tradicionales, como la costura, la cocina o la jardinería. El plan previsto era abrir 12 Ateneus de Fabricació, al menos uno en cada distrito, aunque por ahora no hay noticias de nuevos centros.
Otra red de espacios de fabricación que dispone de un local en Barcelona es Betahaus.
El local de Barcelona se encuentra en el número 7 de la calle Vilafranca. La red dispone de otros locales en Hamburgo, Berlín, Sofía, Copenhague y Viena.