El cebador de un tubo fluorescente está formado por una ampolla de vidrio llena de neón, un contacto fijo de níquel y un contacto móvil constituido por dos láminas de dos metales cuyo coeficiente de dilatación tiene diferente valor y que tienen la propiedad de deformarse bajo la acción del calor.
En su interior un condensador amortigua los ruidos que se producen en los receptores de radio durante el funcionamiento del cebador. Los contactos del cebador deben mantenerse cerrados solo uno o dos segundos, que es el tiempo necesario para que se calienten los electrodos del tubo fluorescente, y después deben abrirse para que se produzca la sobretensión en el interior del tubo.
Esta imagen nos muestra las diferentes certificaciones técnicas impresas en la carcasa de plástico del cebador.
Estos son los dos contactos de conexión del cebador.
Una vez abierto se pueden ver el condensador y la ampolla de vidrio que contiene los contactos.
Si cortamos el condensador se puede ver la lámina de aluminio enrollada.
Estos son los dos contactos que se encuentran dentro de la ampolla de vidrio.
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