Para la construcción de viviendas, sea cual sea su tamaño, en España es imprescindible un proyecto de un arquitecto (u otro técnico con esas competencias: ingenieros industriales, obras públicas, etc, según las características y tamaño de la obra), incluso si es uno mismo el auto-constructor. Además es conveniente tener un técnico al cual recurrir en caso de duda y por algún que otro cálculo. En los municipios es necesario solicitar permiso para toda clase de construcciones. Lo que sí varía es qué clase de permiso es necesario, quién tiene derecho de presentar el proyecto, y quién tiene que dar el permiso.
Aunque el 'házlo tú mismo' se haya puesto de moda en el siglo XXI, el arquitecto alemán Walter Segal demostró hace décadas no solo que era una alternativa viable, sino que iba mucho más allá del ámbito de la decoración.
A finales de los 70, el municipio londinense de Lewisham decidió emprender un proyecto de autoconstrucción con el método Segal, basado en un sencillo principio: no es necesario ni demasiado dinero ni demasiada experiencia para construir una vivienda. "Todo lo que necesitas hacer es cortar una línea recta y perforar un agujero recto", señalaba el arquitecto.
Jóvenes y ancianos se dedicaron a construir sus propias casas de madera bajo su supervisión en las que pasaron a llamarse las calles Walter Way y Segal Close. En todo Reino Unido, aún se conservan hoy 200 hogares diseñados con su método.
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