Joshua Tristancho, profesor asociado del departamento de arquitectura de computadores de la Escuela Politécnica Superior de Castelldefels (EPSC-UPC), y sus alumnos Raúl Cuadrado, Enric Fernández y Andrés Petilo trabajan, desde hace año y medio, en la puesta a punto de un robot en forma de bola que pueda ganar el premio Google Lunar X Prize. Ganará el robot que consiga, antes que los demás, recorrer una distancia de 500 metros sobre la superficie lunar y enviar imágenes captadas en ese momento desde el robot.
El Picorover, que es así como han llamado a su robot, compite con otros modelos para ser el elegido por el equipo Frednet, que es quien participa en el Google Lunar X Prize.
El prototipo del Picorover es una bola de 10 centímetros de diámetro que lleva en su interior un motor, una batería, un sistema de telemando y una cámara, con un peso total de menos de 500 gramos. Las primeras pruebas muestran que el Picorover funciona y puede superar desniveles importantes. Las ventajas que ofrece un robot como el Picorover son la protección de los elementos internos, la simplicidad del diseño, el pequeño peso del conjunto y el bajo coste.
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